Categorías

LA CASA TORCIDA crítica: Que Agatha los perdone

Adaptación de La casa torcida de Agatha Christie en forma de Cluedo teatral y descafeinado

ANNA BOU

Todavía recuerdo los libros de Agatha Christie que corrían por casa cuando era pequeña; ejemplares de la Editorial Molino, Selecciones de Biblioteca de Oro, la editorial de bolsillo de misteriosas tapas: bodegones que incentivaban la imaginación con imágenes sugerentes... Los crímenes de Agatha Christie tenían sabor de hogar, y sí, soy consciente de unir "hogar" y "crimen" en una misma frase. Por eso, La casa torcida no sólo es un despropósito como película en cuanto a adaptación, sino que ha hecho descender a Madame Christie del estante superior de la biblioteca hasta el rincón detrás del sofá, junto con tres pelos y dos moscas muertas. Esta adaptación es un asesinato en toda regla. Que Dios los perdone.

El director Gilles Paquet-Brenner filma la historia del asesinato de Arístides Leónides, el patriarca de una adinerada y excéntrica familia. A partir de aquí se cuecen todos los ingredientes típicos del whodunit de una Agatha Christie, hasta requemarlos, con unos personajes tan subidos de tono que, más que estar delante de una exquisita película británica (como nos tienen acostumbrados), parece que estamos delante de un teatro de guiñoles.

 

La casa torcida: thriller

"Te dije que como detective deberíamos haber contratado a Kenneth Branagh"

 

Para empezar, el principio es abrupto como el final, no se entra ni se sale de la película por el propio pie, sino que se hace a empujones, y con lo primero con que tropezamos es con el detective Max Irons. Y digo "con que" y no "con quién", consciente de que Max Irons es persona humana casi por accidente, pues debido a su inexpresividad bien podría haber sido un objeto (una urna para las cenizas de los difuntos o una escoba, por ejemplo). Puedo afirmar a quién no ha salido el niño, pues su ADN actoril no chupó ni un gen de su carismático padre Jeremy.

Y si el detective tiene cero gracia, vamos mal amigo, pues la función ya empieza coja y manca y bizca. Huérfanos de Miss Marple y de Hércules Poirot y con el trucho que es este insulso Max Irons, La casa torcida (para más inri, una de las novelas preferidas de la propia Agatha Christie), no deja de ser una versión apolillada y artificial a la que no ayudan unos actores que parece que se han tragado a los actores reales, y lo que vemos en pantalla son chistes de actor.

"La casa torcida es una versión apolillada y artificial a la que no ayudan unos actores que parece que se han tragado a los actores reales"

Como muestra, esa cena familiar al más puro estilo "Cluedo", pero con unos diálogos tan sumamente disecados y ridículos (la actriz chalada, la mujer pasada de vueltas, los hijos altivos, el nieto rebelde, la nieta repelente...) que seguramente Agatha Chistie juraría que nunca su pluma parió semejantes brochas gordas. No he hecho la prueba, pero creo que si veo esta escena en loop y con el estómago vació, se me subiría a la cabeza y al día siguiente tendría una resaca propia de consumir el peor alcohol adulterado.

Aunque lo más delictivo de una película de suspense, y sobre todo de una Agatha Chistie (la más gourmet), es ser explicativo. En La casa torcida no tan sólo los personajes se muestran exagerados hasta decir basta, también los espacios que habitan, pues para que el espectador sospeche de cada uno de ellos, sus habitaciones adquieren su carácter, con lo que esa mansión victoriana se convierte en un exposición de "mini-hogares" customizados, espacios tuneados como el coche deportivo de un british poligonero.

 

La casa torcida: thriller

"La próxima vez te dejas el mostachón de Asesinato en el Orient Express y listos"

 

Tanto es así que servidora adivinó a la primera de cambio quién era el asesino. Y en verdad les digo que el mérito no es mío. La dirección es tan teatrera, tan poco sutil, carga tanto las tintas que, con un poco de intuición, se planta el asesino ante tus narices. Nunca antes me había pasado con una Agatha Christie, nunca acerté quién era el maligno, que es como debe ser.

Por esta razón, por ensuciar el honor de Agatha Christie, que Dios perdone a los que han ocasionado este despropósito; director, guionista y actores incluidos (no, tampoco se salva de la quema una irreconocible Gillian Anderson). No, mejor que Dios no los perdone. Que ardan en el infierno cinéfilo, torcido o no.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: los que se alegren de encontrar una mancha en el currículum de los nombres consagrados.

No recomendada por Kuato a: los amantes de las novelas y películas de Agatha Christie. Y a cualquier cinéfilo en general.

Ego-Tour de luxe por: Salvaremos de la quema de actores a Glenn Close, porque ella lo vale.

Atmósfera turbínea por: lo que pudo haber sido el final. Lástima, porque el final apuntaba maneras, pero cae desperdiciadísimo en el saco roto que es La casa     torcida.

 

■ LA CASA TORCIDA. "Crooked House" (2017). Director: Gilles Paquet-Brenner. Guión: Julian Fellowes y Tim Rose Price. Reparto: Glenn Close, Max Irons, Julian Sands, Christina Hendricks, Gillian Anderson, Terence Stamp, Stefanie Martini, Amanda Abbington, Julian Sands, Honor Kneafsey, Roger Ashton-Griffiths, Christian McKay, Preston Nyman, John Heffernan, Jenny Galloway y David Cann. Estreno en Venusville: 13/04/2018.

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario