CAMINO A LA LIBERTAD noticia: Habemus título y sinopsis

<“Aprovechando una ventisca nocturna para cubrir sus huellas, siete prisioneros, atrapados en el reinado de terror de Stalin, escapan de un gulag soviético en 1940. Han comenzado la búsqueda de la libertad aunque, casi con certeza, acaben muertos... pues la larguísima caminata que les aguarda hasta llegar a lugar seguro desafía toda probabilidad razonable de una resolución feliz y el terreno que habrán de atravesar es implacable”.

Este es el comunicado de prensa con el que Aurum Producciones nos hace llegar la sinopsis de The Way Back, cuyo título español se ha confirmado que va a ser Camino a la libertad, la peli con la que piensa dar el taquillazo las próximas Navidades.

Ojito porque los ingredientes los tiene: dirigida por el siempre respetado y aclamado Peter Weir, protagonizada por un reparto de lujo como es el formado por el siempre solvente Ed Harris, el irregular Colin Farrell (el colega lleva cinco años empalmando fracasos, y si no se lo creen consulten su filmografía y lo comprobarán), el ascendente Jim Sturges (¿se estrenará algún día Heartless, vista en el festival de Sitges del año pasado), y la joven Saoirse Ronan (sí, la niña de The Lovely Bones, que cada día es menos niña…), y contando una de esas historias épicas que llegan al corazón del espectador más marmóreo: la de un comando de soldados norteamericanos que escapan de un gulag siberiano y deben recorrer a pie los 10.000 kilómetros que les separa de Polonia.

Una mezcla como ven de La guerra de Hart y Cold Mountain (¿qué pasa, que no le ven la similitud? Pues nosotros la vemos clavada…), una peli en la que los protas agujerearán sus calcetines a base de patearse escenarios naturales con paisajes de postalita, y una historia de superación personal que profundizará entre las relaciones de los personajes (¿qué se juegan a que el soldado más cabrón resulta ser al final un trozo de pan que no dudará en sacrificarse por el bien de sus compañeros?) y ensalzará los valores humanos hasta cotas mareantes, sólo superada en emoción e intensidad por esos telefilmes de la sobremesa de Tele 5 en el que un pobre muchacho tetrapléjico y sordomudo consigue, gracias a su empeño y voluntad, graduarse en Harvard con mención Cum Laude y ser medalla de oro en los cien metros lisos./>