CONTRARRELOJ crítica: Toma el osito y corre

Toma el osito y corre Nicolas Cage repite con Simon West, pero ahora llevando un osito en vez de un conejito Por Ray Zeta

<Ay Nicolas, Nicolas, quién te ha visto y quién te ve, tú que hace tan solo cuatro días eras un actor de prestigio reputado y respetado que ganabas Oscars (Leaving Las Vegas), encadenabas éxitos taquilleros (La Roca, Con Air, Cara a cara), y podías permitirte rodar sólo una película al año pudiendo elegir entre los mejores directores de la industria como Martin Scorsese (Al límite), Ridley Scott (Los impostores) o Brian De Palma (Ojos de serpiente), te ves relegado ahora por haber encadenado un par de fiascos, llevar un mega-hiper-super lujoso ritmo de vida (nada menos que quince mansiones, dos castillos, flotas de Roll Royces y flotas de yates se contaban entre sus posesiones), y haber realizado un par de malas inversiones (según palabras propias) que te han llevado a la ruina más absoluta, a aceptar toda clase de papel en toda clase de películas, sin importarte la temática, el director, tu personaje o cuán ridícula sea la caracterización exigida, hasta rodar una media docena de títulos por año con tal de poner un plato caliente en tu mesa.

   Da igual que sean personajes de corta duración como el de Kick-Ass, poco creíbles como los de Bajo amenaza o El pacto, de caracterización ridícula como los de El aprendiz de brujo o En tiempo de brujas, o producciones que atenten contra la dignidad y la inteligencia del espectador por su calidad como Furia ciega o Ghost Rider 2. Allí donde haya un cheque al final del rodaje con el que poder pagar deudas y evitar el trullo por moroso, allí estarás interpretando con el piloto automático puesto por malo que sea el guión, barata que sea la producción, o anodino que sea el director. Y Contrarreloj no es una excepción: producción de clara serie B (la sexta rodada en 2011 tras las perlas En tiempo de brujas, Furia ciega, El pacto, Bajo amenaza y Ghost Rider 2), esta vez al menos sí, con un director de cierto renombre como es Simon West capaz de lo mejor (Con Air) y de lo peor (Tomb Raider), amén de haber triunfado este mismo verano en todo el mundo con Los mercenarios 2.

"Espero que a este osito no lo viole Johnny 23 como ocurrió con el conejito de Con Air"

   Y es que después de un prólogo más que correctito que nos presenta a Cage como un ladrón (el mejor de la profesión, como no), que comete un golpe con su banda (en la que no podía faltar la tía buena de turno; y me pregunto yo: ¿por qué en todas las bandas de ladrones que vemos en las películas –La jungla de cristal 3, 60 segundos, The Italian Job, El gran golpe…-la tía que hay está buena? Luego ves imágenes de delincuentes reales y no hay ni una sola que esté potable…), y protagonizar una persecución de coches que ni las de Drive (ya se sabe, Nicolas Cage estuvo en 60 segundos, y eso aún pesa), el film salta ocho años adelante en el tiempo para transformarse en un thriller soso y lineal que aglutina todos los tópicos mil y una vez vistos: el prota (Cage) con intención de regenerarse y recuperar la relación con su hija adolescente, una pareja de polis que le siguen a sol y a sombra, y un malo malísimo que no va a dejar que tome el camino de la bondad y la redención, pobrecito, obligándole a realizar un “último trabajo” (risas).

   Loables constantes del género que bien integradas en la trama no molestarían en demasía para echar una siesta de sobremesa, pero que tal como están aquí plasmadas caen en el peor de los ridículos: Nicolas Cage yendo a ver a su hija (recuerden: adolescente) con un gran oso de peluche (no cuela, director y actor ya explotaron este recurso en Con Air con un conejito al que se le sacó mucho más partido, como John Malkovich –Cyrus, el Virus- amenazando a Cage con volarle la cabeza al conejito de un disparo), un par de polis que son tan tontos como Mortadelo y Filemón, de esos que se les da el cambiazo encontrándose cuando menos se lo esperan esposados a un chorizo, y un villano tan exagerado que es, sencillamente, el más patético y ridículo que he visto en los últimos años.

"Pues el villano de Mortadelo y Filemón era aún más ridículo y a nadie le importó"

   Imagínense a Rob Zombie tras 36 horas seguidas de farra, con sus greñas, sus tatoos, y sus dientes negros, reconstruido a base de piezas metálicas como un cyborg. ¿Es Robocop? ¿Rob Zombie disfrazado de Terminator? ¿El capitán Garfio? ¡No! ¡Es el villano de la última peli de Nicolas Cage! (y encima es así debido a cierto giro argumental acaecido durante la peli, tan poco creíble como forzado…). Y esperen, que rizando el rizo cinematográfico en un más difícil todavía, el susodicho villano abandona todos estos modelos para convertirse en otros diferentes durante el clímax final: nada menos que en Jason Vorhees, Michael Myers, Freddy Krueger y Max Caddy, todos en uno, cuando combate cuerpo a cuerpo con el gran y único Nicolas Cage, el potro de Nueva Orleans, ataviado con calzón rojo para la ocasión.

   En fin, que nada queda en este Contrarreloj de aquel Con Air con el que director y actor nos pegaron el culo a la butaca y nos mantuvieron salivando con la boca abierta durante las dos horas que duraba hace ahora quince años. Stolen, en su título original, es otro producto puramente alimenticio que le habrá servido a Nicolas Cage para pagar una cantidad al fisco (irrisoria, a juzgar por lo que se dice que debe), pero que también ha significado otro clavo para el ataúd de su agónica carrera, cada vez más imposible de remontar. Y más aún si tenemos en cuenta que ya son nueve (repito: nueve), las películas que Nicolas Cage está terminando, empezando, o en lista de espera confirmada, para ser estrenadas en 2013: a saber, Frozen Ground, The Croods, Kick-Ass 2, Frank or Francis, Marble City, Wild Side, Joe y Tokarev. Recemos pues para que después de todas ellas intervenga en Los mercenarios 3 como se rumorea, y que se retire tras hacerla para dejar un legado artístico con un mínimo de dignidad personal y profesional./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Congelada en carbonita
		Recomendada por Kuato a: ilusionistas utópicos que después de haber tenido media docena de películas infumables de Nicolas Cage en un año, aún crean en él por pensar que podría ser mucho peor (tienen razón, podría haber sido una docena entera).
		No recomendada por Kuato a: quienes crean que Nicolas Cage murió profesionalmente al encadenar El aprendiz de brujo y En tiempo de brujas. Y Furia ciega, y El pacto, y Bajo amenaza, y Ghost Rider 2….
		Ego-Tour de luxe por: bien mirado, el malo es tan exagerado que tiene su punto. Podrían hacer una precuela mostrándonos cómo se ha convertido en ese despojo humano durante los ocho años anteriores, y podría titularse "Cyborgs de vino y rosas".
		Atmósfera turbínea por: que ya que repiten Nicolas Cage y Simon West, que no homenajeen más a Con Air con algún otro cameo de algún otro actor que saliera en ella además de M.C. Gainey, interpretando a uno de los miembros de la banda. Danny Trejo, por ejemplo.

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