CORTEN! crítica: One Cut of the French

**Remake francés de One Cut of the Dead con los zombis comiendo croissants en vez de sushi**

Cuando llegó One Cut of the Dead a las pocas salas de cine que la exhibieron, la comedia de zombis de Shinichiro Ueda que lo petó en la edición de 2017 del Festival de Sitges, poco nos podíamos imaginar que apenas cinco años después, un director como Michel Hazanavicius, que alcanzó gran renombre con la entrañable The Artist al arrasar el 2001 en los Oscars, Globos de Oro, BAFTA, y otros premios, estuviese dispuesto a realizar un remake de la película japonesa, ya que por muy buena acogida que tuviese parecía destinada a ser objeto de culto solamente para los amantes del género de zombis y los seguidores de las extravagancias niponas.

Pero está claro que la ausencia de ideas frescas en el cine actual precipita la proliferación de remakes y similares. Así que ni corto ni perezoso, Hazanavicius se ha cascado una nueva versión de la cinta de Ueda que básicamente calca el original con algunos añadidos, aunque sean pocos. La pregunta que nos hacemos es si era necesario este trabajo para acabar haciendo un calco de la película nipona. Es cierto que no aporta nada nuevo a la historia, pero al ser producción francesa, eso hará que se mueva por los mercados europeos con más facilidad que su antecesora, y la originalidad de la historia llegue a mucha más gente que hasta la fecha.

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Corten! Es básicamente una historia donde se muestran las dificultades con las que se encuentran los equipos creativos y artísticos de una película, y las formas en cómo se pueden sortear estos problemas, todo ello bajo la divertida capa de un apocalipsis zombi. El cariño por las formas sencillas de realizar cine es más que evidente. La cinta de Hazanavicius es muy divertida, y a pesar de que básicamente se dedica a copiar los gags de One Cut of the Dead, consigue que la experiencia sea gratificante. Se nota una producción más profesionalizada y se muestra un gran respeto por el original. Este punto es importante, porque Hazanavicius demuestra que no quiere apropiarse de las ideas de Ueda, sino que sirve de amplificador de las mismas.

“A pesar de que básicamente se dedica a copiar los gags de One Cut of the Dead, Corten! consigue que la experiencia sea gratificante”

Como novedades en Corten! hay poca cosa a destacar, pero no deja de ser divertido ver cómo los personajes franceses tienen que actuar con nombres japoneses, las carreras que se pega Romain Duris para ir del plató al estudio y, sobre todo, disfrutar de la presencia del últimamente omnipresente Jean-Pascal Zadi, personaje añadido respecto al original que se encarga de la BSO de la película (todo un acierto), y a quien este año vimos en el Festival de Sitges en tres películas diferentes (también en Fumer fait tousser y L’année du requin). Un maratoniano del cine, por lo que vemos.

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El hecho de haber visto anteriormente One Cut of the Dead, a pesar de que parezca contradictorio, hace disfrutar más Corten!, ya que, sin desvelar nada, uno ya sabe que la película tendrá un giro argumental que, si uno no conoce la película japonesa, no se espera y puede desesperar un poco hasta que suceda. Dicho esto y comparando ambas versiones, el primer tercio de la película, que es el más duro de ver, aunque está rodado en un espléndido plano secuencia, en la versión de Hazanavicius está resuelto de una forma más divertida que en la cinta de Ueda.

Los personajes de ambas películas están calcados y son muy divertidos, pero en el caso de Corten! podemos disfrutar de la interpretación de Bérénice Bejo, habitual en los trabajos de Hazanavicius (además de ser su pareja) y que está estupenda en el papel de maquilladora pasada de vueltas, además del ya mencionado Jean-Pascal Zadi. Como hemos comentado antes, toda una declaración de amor al cine, aunque sea a través de una supuesta película de serie Z de zombis.

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