COWBOYS & ALIENS crítica: Duelo en E.T. Corral

Duelo en E.T. Corral

James Bond y Han Solo forman mano a mano el primer
equipo organizado de Hombres de Negro de la Historia

Por Dr. Bishop

<En tiempos de modas literarias bizarras, con títulos tan potentes como Orgullo, prejuicio y zombies o tan a priori absurdos como Androide Karenina, a nadie debería extrañar que al cine le dé también por cruzar géneros antitéticos, en este caso ciencia ficción y western. Máxime cuando sabemos que los picnics alienígenas en nuestro planeta son de toda la vida, trascendiendo incluso como inspiración tecnológica y arquitectónica de nuestras más antiguas civilizaciones, como nos han demostrado documentales históricos tan científicamente contrastados como Stargate y Aliens VS. Predators. Imaginen la concurrencia del tránsito from outer space en la Historia, que hasta recibimos a un marciano Miguel Bosé en la Edad Media de El caballero del dragón (a raíz de esta visita petarda se creó una necesaria aduana extraterrestre, actualmente custodiada por los Men in Black).

Desde siempre fiable al nivel de un History Channel, Hollywood nos ilustra ahora con otro hallazgo arqueológico interplanetario, Cowboys & Aliens. Eso sí, su narcótica primera hora (le cuesta horrores arrancar a la condenada) consigue ese molesto efecto de hacernos repasar diez veces la lista de la compra, o recordarnos arreglos domésticos olvidados hace años. Realmente un inicio muy cansino y sepultado en parte por unos personajes mal construidos y peor interactuados entre sí, amén de unas interpretaciones tirando a justitas.

Bond y Solo, los agentes "B" y "S" del salvaje oeste

Aciago es el caso de Harrison Ford, hecho polvo como hombre (la vejez, maldita enfermedad, se está cebando en nuestro amadísimo Indy) y como actor al intentar crear un personaje incómodo y muy alejado de su registro, un tipo huraño tirando a gilipollas, y si a Ford le sacas de su humor socarrón sólo queda lo que hay, un pobre viejecito sin el carisma de antaño (retírate amigo Harrison que esto ya no lo levantamos, es ley de vida).

"Si a Harrison Ford le sacas de su humor socarrón sólo queda lo que hay, un pobre viejecito sin el carisma de antaño"

Afortunadamente despertamos del sopor cuando la peli decide entrar en materia, en parte en una frenética persecución área (con unas vaciladas acrobáticas de Daniel Craig que ni un funambulista suicida), pero sobre todo reaccionamos y le atisbamos al fin posibilidades a la peli al ver a Olivia Wilde en pelota picada (no malpiensen, es porque sus curvas coinciden con un afortunado giro de bragas, perdón, de guión, de guión).

"El secreto de la larga duración es recargarla con pilas del conejito de Duracell"

A partir de esta revelación en todos los sentidos de la Olivia (Dios te acoja en sus senos, perdón, en su seno, en su seno), a tomar por el culo definitivamente tanto western y tanto niño vaquero muerto, y bienvenido el sci-fi más desatado: efectos especiales bastante currados, diseños de una tecnología alienígena mínimamente sugestiva (aunque no la analicen a fondo, posiblemente la torre minera es una completa imbecilidad científica), y unos bicharracos muy conseguidos y “too fast too furious” para nuestros “Space Cowboys”. Quizás por ello Daniel Craig lleva oportunamente un regalazo del guionista, una muñequera blindada con tropocientos disparos que no agota su energía ni jarta de vino, en otro alarde de poca ciencia y mucha ficción.

Y el lector cultivadísimo se estará preguntando qué tal se ha adaptado el cómic original. Mmmm… Pues lo ignoramos totalmente, el carrusel estival de pelis de superhéroes ha agotado nuestro ínfimo presupuesto para leer tebeos, aunque toda futura donación de dinero por su parte, estimado lector, siempre será bienvenida./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: el agente Mulder de *Expediente X*, siempre ávido de tomarse una birra con aliens. La verdad no sólo está ahí fuera, chaval, es que lo ha estado durante toda la Historia.

		No recomendada por Kuato a: a cualquiera que considere demasiado surrealista ver a vaqueros e indios dándose de hostias con unos “traterrestres” (hay que confesar que un poco rarito sí que es, sí).

		Ego-Tour de luxe por: Daniel Craig liándose un pitillo ¡y encendiéndolo! Un placer poder ver en pantalla a un actor fumar, un palo más del arte interpretativo cuyo súmmum probablemente fue Humphrey Bogart.

		Atmósfera turbínea por: sacar a los indios para lo suyo de siempre, hacer el indio: encender la fogata, meterle a los coros y al tambor, y cómo no darle peyote al héroe para que se nos flipe y lo entienda todo de una vez. Topicazos que no falten.