GUERRA MUNDIAL Z crítica: The Fast and the Zombious

The Fast and the Zombious

Brad Pitt: padre de familia, héroe guapetón, y ahora
también salvador del mundo de pandemias zombies

Por Beto

<Las películas de zombis son mi debilidad, lo admito, y más cuando hablamos de la adaptación (bueno, mejor dicho película basada en…) del superventas de Max Brooks. Pero no hablaremos de la adaptación del libro, de eso se encarga el gran Chema Pamundi en un articulazo que pueden encontrar a continuación. A lo que íbamos, cuando veo cuatro tíos putrefactos mordisqueando a diestro y siniestro me pongo tontorrón, qué le vamos a hacer… Por eso esperaba con ansiedad Guerra Mundial Z, superproducción encabezada por Brad Pitt, al que no veíamos en una película de terror desde sus tiempos mozos, cuando lucía melena y se dejaba morder por el vampiro locazas de Lestat en Entrevista con el vampiro. De entrada estamos hablando de una película de temática zombi atípica, ya que aunque los caminantes (me encanta esta definición acuñada en The Walking Dead) están bien presentes en la película, en muy pocos momentos uno siente su presencia de forma amenazadora, pues en muchos momentos son una auténtica riada que arrolla a quien se cruza en su camino, dando la sensación que estamos ante una película más de acción que de terror. Vamos, que si en lugar de ser zombis hubiesen sido una raza de alienígenas o cualquier bicho similar, el resultado hubiese sido el mismo. De hecho, esos movimientos tan exageradamente rápidos recuerdan en cierta medida a los mutantes que acechaban a Will Smith en Soy leyenda.

"Seguidme, si Tom Cruise salvó al planeta en La guerra de los mundos, yo no voy a ser menos"

A pesar de las espectaculares escenas de ataques zombis, entre las que hay que destacar la invasión de Nueva York o el asalto de Jerusalén, es en el cuerpo a cuerpo más “íntimo” donde se siente más el peligro. La huida del edificio infestado de zombis en Nueva York, la lucha en el aeródromo militar de Corea del Sur, y sobre todo la incursión en los estrechos pasillos del laboratorio de las islas británicas (con un claro parecido a la primera entrega de Residente Evil), donde un zombi amorrado al vidrio del laboratorio y haciendo chasquidos con su dentadura putrefacta nos los pone por corbata, reflejan lo que se espera de una película de este estilo. Momentos más terroríficos, que no más espectaculares con los que nos deleita Marc Forster, que si bien es cierto que deja escenas imborrables como la del asalto a Jerusalén, con esa pila de zombis enloquecidos trepando por los muros unos encima de otros, la pifia (como suele suceder en su filmografía en este tipo de escenas) con movimientos de cámara demasiado acelerados que impiden observar con calma lo que sucede, obteniendo como resultado unas escenas embarulladas que le restan atractivo a lo que nos muestra.

"Si en lugar de ser zombis hubiesen sido una raza de alienígenas o cualquier bicho similar, el resultado hubiese sido el mismo"

De todas formas, a pesar de lo comentado, no se puede negar que Guerra Mundial Z es una película intensa, que mantendrá en vilo al espectador, ya que la productora de Brad Pitt (luego vamos con él) ha sabido jugar sus cartas y aprovecharse del tirón que tiene actualmente la temática zombi en el público en general (ojo, no en el fan de toda la vida de películas de muertos vivientes) si se sabe combinar en su justa medida el elemento de terror con un plus adicional que complemente la historia. En la serie The Walkind Dead esto se consigue combinando las complicadas relaciones entre sus protagonistas, su día a día, con algún ataque zombi esporádico. En el caso de Guerra mundial Z el camino es difuminar el terror y transformarlo en acción. El dinamismo de la cinta también juega a su favor, ya que los continuos cambios de escenario hacen que la película se digiera sin pesadez, convirtiendo a Brad Pitt en un Phileas Fogg del siglo XXI, que en un plazo corto de horas se desplaza desde Estados Unidos a Asia, Oriente Medio y Europa, casi nada. Todo esto hace que Pitt, a pesar de no ser habitual del género de terror, se desenvuelva bien en su personaje, ya que la acción es continua y este elemento sí que no le es extraño.

"¡Se regalan todas las temporadas de The Walking Dead!"

Pero también hay un rinconcito para nuevas aportaciones al imaginario zombi, lo cual es de agradecer. El zombi moderno, el que hemos visto en El amanecer de los muertos de Zack Snyder, o en 28 días después de Danny Boyle, cuando divisa a un humano corre que se las pela para hincarle el diente. En este caso sucede lo mismo, pero lo que los activa en ese modo turbo es el sonido, si no, simplemente deambulan en modo aletargado como el zombi clásico de Romero. Interesante es la existencia de humanos inmunes a la plaga zombi, además de la conversión de humano a muerto viviente, que varía en función de donde se produce la infección, como si la cepa del virus mutase de los pacientes iniciales a los mordidos con posterioridad. Una serie de novedades, que unidas a la acción incesante y a las dosis (justitas eso sí) de terror forman un cóctel de fácil digestión que augura nuevas entregas de esta guerra, a pesar de Forster y sus cámaras locas./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate



		Recomendada por Kuato a: Paul W.S. Anderson. Que cambie a Milla Jovovich por Pitt enfundado en un corpiño ceñido. Al menos reiríamos y no lloraríamos de pena.

		No recomendada por Kuato a: los controladores aéreos. Está claro que su función no es necesaria. ¡A la calle todos!.

		Ego-Tour de luxe por: el asalto a Jerusalén. A las hordas de Mordor les hubiese venido bien unas torres de asalto de ese estilo.

		Atmósfera turbínea por: el accidente del avión de pasajeros. Imposible sobrevivir y que además no te muerda un zombi mientras estás KO.