LA LEYENDA DEL INNOMBRABLE crítica: Los excursionistas calientes

Los excursionistas calientes Para los que no han visto el clásico porno de Conrad Son, he aquí un remake pero sin tías buenas y sin sexo Por Ray Zeta

<Embobado, anonadado y petrificado es como he estado durante toda la proyección de La leyenda del innombrable, y no por su nula calidad, pues después de la experiencia acumulada por tantos años tragando paletadas de celuloide infumable, eso ya se intuía con solo ver el tráiler y las fotos, sino por haber estado preguntándome durante todo el metraje cómo es posible que una obra de estas características se estrene comercialmente.

   Imaginen un grupo de amigos pasando un fin de semana en la montaña filmando para divertirse de manera no profesional una historia inventada en la que interpretan diversos papeles como si fuera un gag de “Muchachada Nui”, y tendrán una idea aproximada de lo que es esta película. ¿Película he dicho? ¡Atolondrado de mí! Llamémosle corto alargado, sketch gigante, experimento o broma pesada, si quieren, pero nunca “película” para ser respetuosos con la profesión.

No se equivoquen, esto no es una foto del set de rodaje sino un fotograma de la peli

   No tengo ni idea de qué habrá ingerido el equipo ni por qué vía lo habrá hecho (bucal, nasal o venosa) para haber podido perpetrar semejante engendro, pero repito, la sensación es estar viendo a un grupo de amiguetes filmando sin medios en la montaña una historia carente de toda lógica.

   Una historia que intenta ser un thriller con ínfulas de cine negro narrado en forma de Road Movie, para el que el director Salomón Shang dice haberse inspirado (lean el artículo anexo y flipen) en clásicos del género como El abrazo de la muerte, La mujer del cuadro y El crepúsculo de los dioses, entre otros, cuando en realidad la única fuente de inspiración que parece haber tenido son los casos que protagonizaba Torrebruno como Rocky Chaparro en el programa “Sabadabada”. Lo único negro de este cine es el color que ven los espectadores cuando echan una cabezadita con la que combatir el sopor.

   Porque sencillamente, además de estar narrado todo a base de secuencias lentíiiiisimas y diálogos interminables, no hay por donde coger nada de lo que aparece en pantalla. Ni la premisa: una tía que está siendo acosada por un villano que tiene acojonada a toda la comarca, va con dos outsiders del pueblo en su busca para ajusticiarlo, y pese a saber donde vive e ir a su casa, lo hacen sólo después de haber estado mareando la perdiz preguntando por él por aquí y por allá durante dos horas largas.

   Ni los protagonistas: la tía, que como la Alicia de Lewis Carroll se adentra en un mundo surrealista (solo que aquí el surrealismo no es fruto de la intención sino de la incoherencia), un progre clavado a Charles Manson (que si por no lo saben es el mismo director), y un retrasadito buenazo que me recordó a Brendan Fletcher en Tideland (el que iba vestido de hombre rana), o igual no es retrasadito sino simplemente tonto, vayan ustedes a saber (ya ven que son personajes que nada tienen que envidiar a los interpretados por Burt Lancaster, Edward G. Robinson y William Holden en los clásicos citados).

   Ni los personajes del cuartel general del pueblo: un oficial nazi tan viejo como Matusalén en clave de Mr. Nobody (también interpretado por el director), un gentleman inglés (el mismo actor que hace de retrasadito buenazo) que habla con el mismo acento que los “Mans Blanques” de Oliana Molls, un jovenzuelo vestido de lancero bengalí con la misma voz de P. Tinto, y un negro salsero que es otro actor que interpreta otros personajes, y que para éste va con peluca de Maradona y la cara pintada con betún (juro que no me lo invento). Si quieren sentir vergüenza ajena viendo una interpretación lo más parecida posible a una obra teatral de niños de primaria, no se pierdan sus escenas.

"Ya os decía que deberíamos haber sacado al menos una escena con tetas"

   Ni los secundarios, desde el policía al francés pasando por los leñadores (madre de Dios, si creían que las escenas del cuartel general estaban mal interpretadas, esperen a ver la de estos), ni siquiera el villano que da el nombre al título. Toda la peli esperando la aparición del citado “innombrable” hasta la extenuidad y aparece en una única escena. Pobre Juan Luis Galiardo, cómo habrán conseguido engañarle para hacer semejante ridículo…. (seguramente le debieron hacer creer que al director le quedaban tres meses de vida o algo así, si no no se entiende).

   En el año 2000 Conrad Son rodó en la Cerdanya Les exxcursionistes calentes, la primera peli porno en catalán. Mal dirigida, mal interpretada, y de una calidad ínfima en todos los aspectos como la mayoría de pelis porno baratas, pero cuya gracia radicaba en las escenas sexuales. Imagínense una peli porno igual de mala rodada en Osona pero sin escenas de folleteo. ¿Qué queda? Pues La leyenda del innombrable./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones
		Recomendada por Kuato a: los que no pueden ver Les exxcursionistes calentes por ser menores de edad. Esto es lo más parecido aunque sin sexo.
		No recomendada por Kuato a: a amantes del género del cine negro. Y bueno, de cualquier otro género también.
		Ego-Tour de luxe por: a ver… Estoy pensado, pero me no me sale nada… ¡Ya está! Por que el betún de la cara del supuesto negro no destiñe nada.
		Atmósfera turbínea por: ¿por dónde empiezo? ¿Por el guión, por la interpretación o por la dirección?.

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