M3GAN crítica: Muñeca diabólica

La cita perfecta para Chucky en un programa de First Dates dedicado a la Inteligencia Artificial

No duden que el 90% de medios que titulan sus críticas (copia descarada de Diario de Venusville, por supuesto, ya que fuimos los primeros en hacerlo), habrán titulado la crítica de M3gan “Muñeca diabólica” (nueva copia descarada, hágannos caso, pues una vez más hemos sido los primeros), pues la premisa de una muñeca robot dotada de Inteligencia Artificial, programada para ser la amiga inseparable de la niña de la casa, a la que se le va la chaveta informática en su afán de velar por su protegida hasta convertir la peli en un slasher, tiene muchos puntos en común (por no decir todos) con la versión de Muñeco diabólico de 2019.

Una versión con afán rebooteador en la que Chucky no era un juguete poseído por el alma de un asesino en serie aficionado al vudú, cínico, soez y malhablado, sino un robotito soso y aburrido, con un chip saboteado intencionadamente como protesta a la explotación laboral, que lo convertía en un serial killer en potencia al no saber discernir entre el Bien y el Mal (dichosos programadores, siempre se les olvida la primera ley robótica de Isaac Asimov), y llevar su programación protectora del chaval hasta las últimas consecuencias. Igualito que M3gan, ya lo ven, cambiando el muñequito por la muñequita.

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Así pues, en la velada pugilística celebrada en el Venusville Square Garden, con M3gan en la esquina izquierda del cuadrilátero, con calzón rojo y peluca rubia, versus Chucky, en la esquina derecha con calzón blanco y cara de panoli, M3gan bate a Chucky por K.O. técnico en el primer asalto (al Chucky del reboot, se entiende, que si fuera el de La novia de Chucky en adelante, otro gallo cantaría), al ser su película una combinación más lograda entre el obligado discurso políticamente correcto sobre los peligros de la Inteligencia Artificial (lo justo), el entretenimiento (lo que más) y el terror (lo que menos).

“En la velada pugilística celebrada en el Venusville Square Garden, M3gan bate a Chucky por K.O. técnico en el primer asalto”

Porque la producción de Blumhouse impulsada por James Wan es consciente de sus limitaciones de peli de serie B (como todas las producciones Blumhouse, por otra parte), y deja el debate sesudo y adulto sobre la Inteligencia Artificial para pelis mayores como Inteligencia Artificial, Ex_Machina o, claro está, 2001: Una odisea del espacio, y se centra más en debates más cercanos e identificables para el público al que va destinado (básicamente el adolescente), como la adicción a las pantallas, las pantallas como sustituto paterno-materno, y las pantallas, en definitiva, como elemento clave en la educación infantil.

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De ahí que terror haya más bien poco, con casi ausencia total de sangre y los asesinatos fuera de plano (a excepción del divertido clímax, algo es algo), no fuera que no obtuviese la clasificación adecuada, centrándose más en el suspense que provoca tener una muñeca cabronceta en casa. Para ello, el guión avanza a base de impulsos simplones mil veces vistos nada originales (la vecina cascarrabias, el niño abusón) que se antojan incluso forzados (¿se ha de mantener la muñeca en secreto, y se la llevan a una presentación escolar en el campo?). Pero como la mayoría cumplen su cometido, lo perdonamos.

Habrá fans acérrimos de Chucky que se disfrazan cada Carnaval de muñeco Good Guy, que defenderán la última versión de Muñeco diabólico, con el argumento que también es una producción de serie B que cuenta lo mismo que M3gan con un discurso similar de fondo, y es cierto, pero la diferencia es que M3gan lo hace de una forma más entretenida y con una muñeca más carismática que el último Chucky (recuerden: victoria por K.O. técnico). Cuando Chucky vuelva a ser el gamberrete cínico, soez y malhablado, hablamos, pero hasta entonces, el puesto de muñeco siniestro cabrón lo ocupa M3gan sin discusión.

INFORME VENUSVILLE

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