MIENTRAS DUERMES rueda: Mientras triunfas

Si esta rueda no es una muestra del éxito de la peli, ya pueden instalar un portero automático

■ RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 08/10/2011. Si algo tienen las ruedas del Festival de Sitges por encima de las de otros eventos es que representan un barómetro de la aceptación del público por la película como en pocos sitios. Ya sea para bien o para mal, bastan un par de minutos para captar el sentimiento general y adivinar si la peli ha gustado, entusiasmado, defraudado, o dejado indiferente al respetable. Y Mientras duermes ha gustado, vaya si ha gustado. Pocas veces se ovaciona a  los representantes artísticos de la obra presentada (en este caso Jaume Balagueró, Luis Tosar y Marta Etura) como si en vez de la sala Llevant estuviéramos en el Gran Teatre del Liceu, y se inicia una rueda con el moderador de mesa bromeando sobre el título de la película y los invitados sobre los periodistas presentes como así ha sido.

Nos hemos enterado así entre risas que Jaume Balagueró tuvo claro desde que leyó la novela de Alberto Marini que iba a imprimir al film un ritmo tranquilo sin estridencias ni truculencias en ningún momento. “Porque esta película necesitaba un tono muy naturalista y realista para hacerla cercana a los espectadores. Un tono cercano a un tratamiento de fábula para contar el enfrentamiento entre el Bien y el Mal, ya que tenemos un lobo feroz y una Caperucita (bueno, quizás sería más adecuado decir una bella durmiente). Una comedia costumbrista, en definitiva, con tono de cuento”.

"Cuento en el que yo hago de ratita que barría la escalerita"

¿No te planteaste entonces en ningún momento hacer un final con un clímax de violencia a tope? “Nunca, es que a mí la violencia no me va” (Imaginen las carcajadas que han estallado viniendo dicha afirmación de un director especializado en el género del terror). “Es que básicamente el personaje no tiende a la violencia”, ha continuado Balagueró, “la única explosión de violencia que sale en la peli es accidental para él”.

Luis Tosar ha asentido convencido, ya que él ve a su personaje César como un pequeño psicópata que hace travesuras: “La idea era hacer un personaje lo más cercano posible. Este tipo no podía ser un psycho-killer al uso del más puro género. Tenía que ser algo más sencillo. Queríamos hacer la normalidad dentro de la normalidad”.

"Pocas veces se ovaciona a  los invitados como si en vez de la sala Llevant estuvieran en el Gran Teatre del Liceu"

Por eso mismo ha seguido explicando Balagueró que ha buscado intencionadamente que el espectador sienta simpatía por él aunque sea el malo. ¿La manera? “Narrar la historia desde el punto de vista del villano, así el espectador se ve obligado a tomar partido por César hasta el punto de plantearse si el final es un happy-end o no”.

Mientras tanto, Marta Etura, la única representante femenina de la mesa, ha abogado por criticar la violación a la intimidad aunque sea a base de violar detalles íntimos y personales “como cepillarte los dientes(¿imaginan a alguien usando su cepillo?), desvestirte o bailar” (¿y a alguien espiándoles mientras hacen esto?), porque “hay una parte de la intimidad que es solo tuya en la que haces cosas de una manera que haces solo cuando estás contigo mismo”.

"Mientras no se metan el cepillo de dientes en el culo como en Horrible Bosses, a mí plim"

Se referirá a bailar en bragas como hace en la peli… Llámenme machista si quieren, pero solo una tía es tan celosa de su intimidad. Un grupo de tías comparte piso, y cada una tiene un espacio para sus cositas más íntimas (sus potingues, su ropa interior, sus tampones...), en cambio un grupo de tíos comparte piso, y acaban pareciendo una manada de orcos instalada en una casa okupa...

Suerte que Jaume Balagueró, tío también, ha vuelto a tomar la palabra para hablarnos del inquietante mundo de los conserjes, esos señores de bata azul que practican una insana hostilidad hacia el exterior (“no hay vez que no vayas a casa de alguien y cuando entres en el portal no te pregunten adónde vas”) que él encuentra aterradora. Quizás por eso vive en un inmueble con portero automático.

■ MIENTRAS DUERMES. Estreno en Venusville: 14/10/2011