MINDSCAPE rueda: Mark el fuerte

Perseguimos a Mark Strong como unos acosadores por todo Sitges hasta ganarnos su corazón

■ RAY ZETA

FESTIVAL DE SITGES, 13/10/2013. Alto, serio, de mirada magnética, carismático y con mucha personalidad. Así es Mark Strong, por eso se ha ganado un lugar de peso en la industria como actor secundario, obteniendo su mayor éxito en el registro de villano en filmes como Kick-Ass, Sherlock Holmes o Robin Hood, aunque haya interpretado también personajes de carácter en otros títulos como RocknRolla, Red de mentiras o El topo, y no se le hayan caído los anillos por aparecer disfrazado de reinona gay en Green Lantern o John Carter, consiguiendo salir airoso del envite con la mayor de las dignidades. Ahora ha protagonizado y ha venido a Sitges a presentar Mindscape, thriller fantástico español rodado en inglés con un reparto internacional, producido por Jaume Collet-Serra y dirigido por Jorge Dorado, hasta ahora cortometrajista y ayudante de director de gente como Guillermo Del Toro, Pedro Almodóvar o Manuel Gómez Pereira.

Mark Strong nos gusta, y mucho, y va a ser el invitado estrella de este Sitges 2013, ya lo verán (también está Elijah Wood con Grand Piano, pero ya vino el año pasado con Maniac), por eso tenía especial interés en fotografiarle posando con un flyer del Diario de Venusville como venimos haciendo desde la época en la que era un fanzine, y por eso le he interceptado nada más verlo llegar al hotel Melià cuando estaba realizando el check-in. Tan solo cuatro fans a su alrededor pidiéndole autógrafos y fotografiándose con él, y Mark accediendo de buen grato a sus peticiones. “Ésta es la mía”, pienso, pues aunque al día siguiente hay rueda de prensa y entrevistas, nunca se sabe si el invitado va a estar protegido por la Organización como si se tratara del mismo Obama, o si va a estar accesible como para poder irse de cañas con él, así que más vale aprovechar cuando la ocasión la pintan calva (y no va con segundas).

Mark Strong, el hombre de las calabazas

Me acerco, le muestro el flyer, le explico que se trata de una web de cine fantástico, y para mi sorpresa se niega alegando que no conoce el producto. Intento convencerle de que el Diario de Venusville es una web tan digna como el Herald Tribune y tan inofensiva como un tebeo de los Pitufos, y que así lo verá si la busca por internet, pero nada, muy educadamente y camino del ascensor, insiste que tiene como política no fotografiarse con productos que no conoce, y ya en el ascensor con las puertas cerrándose, añade a modo de despedida que me lo dice “with respect”. En definitiva, Mark Strong me da calabazas.

Al día siguiente, con las calabazas aún frescas, asisto a la rueda de prensa, donde también están su compañera de reparto Taissa Farmiga (hermana pequeña de Vera) y el director Jorge Dorado. Saltan a la palestra anécdotas divertidas, como la de que cuando aún no habían iniciado el rodaje y no se conocían, como las primeras escenas se filmaban en el norte de Francia, Jorge Dorado y Mark Strong se trasladaron allí en coche… en un viaje que duró nueve horas (“la película en la que ha hablado más largo y tendido sobre mi personaje con el director”, bromea Strong). O que ante los nervios lógicos de un director debutante durante la preparación, Mark Strong se dedicaba a tranquilizar a Jorge Dorado (“relax”, le decía…), y que el mismo Dorado redactó una biografía imaginaria de los personajes de Mark Strong y Taissa Farmiga, y mientras esta segunda llevaba mil y una anotaciones escritas a mano en ella, Strong ni siquiera la abrió una sola vez durante el rodaje.

"Me acerco, le muestro el flyer, le explico que se trata de una web de cine fantástico, y para mi sorpresa se niega alegando que no conoce el producto"

Al finalizar la rueda, se repite la escena del día anterior. Un grupo reducido de personas se acercan a Mark Strong para pedirle autógrafos y fotos, y él accede con gusto mientras yo observo unos pasos más atrás, expectante, con un flyer del Diario de Venusville en la mano. Cuando termina con ellos repara en mí y me reconoce. “Ah, hola”, me saluda con cierta sorpresa. “¿Buscaste la web en internet?”, le pregunto yo. “Lo siento, no tuve oportunidad”, me responde con frialdad, y abandona la sala acompañado de miembros del Festival.

Después de comer, con las calabazas ya resecas, me toca entrevistar al director Jorge Dorado. Dorado es un chaval muy majo, y con él charlamos amigablemente de otras películas de temática similar a la suya, desde Origen a La celda, pasando por Minority Report, hasta otras más olvidadas como Escondido en la memoria. Y después de la entrevista a Dorado, la sorpresa. Me acompañan a una sala en la que sentados a una mesa se encuentran Mark Strong y Taissa Farmiga, más representantes de otros tres medios. “Tú otra vez”, me increpa Mark con sorpresa como si fuera un acosador. “Sí”, le respondo yo esbozando una sonrisa, “pero no te preocupes, no voy a pedirte la foto”. Entonces Mark Strong, con semblante relajado, me cuenta que no es nada personal, que fliparíamos con la de cosas raras que la gente le lleva para firmar, incluso papel fotográfico en blanco diciéndole que ya lo imprimirán luego. Y mientras Taissa Farmiga apenas habla debido a su timidez, con Mark Strong, cada vez más distendido, iniciamos una charla en la que sólo faltan las cervezas y las olivitas.

Jorge Dorado y Taissa Farmiga, cómplices calabaceros

Nos cuenta que una de las razones por las que ha aceptado esta película ha sido tener el papel protagonista, que preparó el personaje como si de un detective de cine negro se tratara, que le sorprendieron los giros argumentales de la película, y hasta nos pregunta si hemos visto venir el final. Le preguntamos por su futuro, y cada vez más sonriente, responde que no quiere desvelar si será Lex Luthor en El hombre de acero 2, aunque revela que Guy Ritchie tiene a punto el guión de The Real RocknRolla (secuela de RocknRolla), y todo el reparto original se muere por hacerla. Será que en las otras entrevistas sólo le habrán preguntado por su experiencia de trabajar en España y otras preguntas de manual, porque la sensación es que Mark Strong se está divirtiendo de lo lindo charlando con nosotros.

Quizás por eso, cuando la secretaria de prensa nos anuncia que se ha agotado el tiempo y ya vamos despidiéndonos, me hace una propuesta que me suena a música celestial: “Si quieres hacemos esa foto ahora”, me dice amablemente. Yo le miro, y aunque me estoy muriendo de ganas por hacérsela, muy digno, me marco un farol como la copa de un pino: “Si te sientes mejor no haciéndola, no pasa nada, de verdad, te lo agradezco igualmente”. “No, no”, insiste él, “ayer no sabía quién eras, pero ahora es como si te conociera de toda la vida”. Así que le doy las gracias afectuosamente y por fin le hago la ansiada foto posando con un flyer del Diario de Venusville mientras comenta amigablemente lo que en él aparece. Misión cumplida: objetivo Mark Strong alcanzado con éxito. Por mucho que haga de villano, ya nunca volveré a verle como malo.