MISIÓN HOSTIL crítica: Eat a bag of dicks

Cinta bélica TikTok con Liam Hemsworth dejando miguitas y Russell Crowe jugando a marcianitos

Los que ya tenemos una edad, hemos crecido sufriendo con aquellos sufridos soldados que se las ingeniaban a pecho descubierto para cargarse a los nazis o a los charlies vietnamitas. Salvar al Soldado Ryan, Apocalypse Now, El cazador, Stalingrado o Platoon, son películas donde se demuestra la pericia de unos combatientes que luchan cuerpo a cuerpo con el enemigo sin miedo a morir como los legendarios spartanos de 300. Desgraciadamente, ahora las cosas han cambiado. En lugar de panzers, fusiles semiautomáticos, cañones, bazookas o submarinos silenciosos, los militares de la era del TikTok y el ChatGPT sólo necesitan conexión vía satélite y un dron de 100.000 dólares para aplastar al enemigo, mientras practican el golf o van al súper, como es el caso de Russell Crowe en Misión hostil. Estamos seguros de que la profesión de soldado ha aumentado su esperanza de vida, pero claro, desde el punto de vista cinematográfico, las guerras ya han perdido el tono épico de antaño y se tiende más al modelo de Juegos de guerra que al más cañero como el de Sisu.

En este contexto en el que la tecnología cada vez tiene más peso en las operaciones bélicas, nos llega Misión hostil, una película bicéfala. Por un lado se desarrolla una operación militar de alto riesgo en Filipinas, y por otro tenemos a un cascarrabias Russell Crowe que se monta su fiesta particular, y que como en Salvaje, se deja ir con su histrionismo más extremo. Hay que calificar como preocupante que Crowe se pase media peli en una especie de sala de juegos, y que aún así resulte más carismático que esas supuestas estrellas de acción que se fajan con los charlies de turno, en este caso filipinos. Liam y Luke Hemsworth hacen lo que buenamente pueden, pero claro, por muy guapotes que sean, nada tienen que ver con los tótems Sylvester Stallone en Rambo, Arnold Schwarzenegger en Comando, o incluso con Bruce Willis en Lágrimas del sol, nuestras nostálgicas referencias.

"Llegan a dejarme llevar barba, y cuelo la peli como Tyler Rake 3"

El caso es que con la excusa de rescatar a un prisionero de la CIA de los sempiternos terroristas islámicos, sueltan soldados de élite en medio de la selva filipina para dar caña al enemigo con la inestimable ayuda de unos drones dirigidos cómodamente desde el centro de control. A parte de conversaciones insustanciales girando la mayoría en torno a la bisoñez del novato Liam Hemsworth, la peli empieza como Lone Survivor, pero rápidamente se convierte en un Desaparecido en combate con el hermano menor de Thor sólo ante el peligro de los charlies filipinos. La gran ventaja de este imitador de Chuck Norris es que por el pinganillo le van chivando las cartas, y cuando ya parece que no tiene escapatoria, vienen los drones a dejarle el camino libre, bomba va, bomba viene (así cualquiera).

“Misión hostil será recordada más por los momentos cómicos del gran Russell Crowe, que por las aventuras por la jungla filipina de los fornidos soldados americanos”

Pero bueno, lo importante es que Misión hostil tiene ritmo, y entre persecuciones por la jungla, intercambio de tiros, explosiones y peleas cuerpo a cuerpo, no da tiempo a pensar en lo cuestionable que puede ser el guion (obra del propio director William Eubank), al que le importa bien poco lo inverosímil que son algunas situaciones, como esa bomba que se carga a todos en un zulo, menos al prota y al rehén.

"Superado el Space Invaders, me pongo con el Donkey Kong"

Paralelamente a todo eso, tenemos lo que pasa en la base de operaciones donde Russell Crowe tiene montado su show particular. Como ya hemos visto en El exorcista del Papa, Crowe saca a relucir ese humor de “nometoquesloshuevos”, siempre sacando con gracia su mala leche a pasear, con frases como “Eat a bag of dicks”. Esa escena comprando en camisa de flores comida vegana en el súper para su mujer embarazada, mientras los soldados se juegan la vida en Filipinas, es una clara señal de ese doble rasero que tiene Misión hostil.

Aunque nosotros preferimos las pelis de guerras como las de antes, como Dunkerque, Hasta el último hombre o 1917, como diría aquel, esto es lo que hay y la tecnología desmitifica todo lo que toca. La cuestión es que Misión hostil será recordada más por los momentos cómicos del gran Russell Crowe, que por las aventuras por la jungla filipina de los fornidos soldados americanos. Es como si en la saga Rambo recordásemos más a Richard Crenna que a Sylvester Stallone. Definitivamente, los tiempos han cambiado.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

Recomendada por Kuato a: los que estén acostumbrados a usar el móvil como solución a todos los problemas. ¿¡Quién quiere soldados si tenemos drones!?

No recomendada por Kuato a: los que piensen que el ex noviete de Miley Cyrus no es lo suficientemente maduro para emular a Chuck Norris o Sylvester Stallone. Preferimos a su hermano Chris.

Ego-Tour de luxe por: las arengas a los soldados en plan Clint Eastwood en El sargento de Hierro, que Crowe les suelta a sus amanerados compañeros. Nos gusta este nuevo Gladiator.

Atmósfera turbinea por: esos interrogatorios blandengues realizados por terroristas islámicos, cuya crueldad consiste en hacer saltar una muela a Liam Hemsworth y meterle la cabeza en una tina de agua. Hacen dudar de la orientación sexual del torturador.

■ MISIÓN HOSTIL. "Land of Bad" (2024). Dirección: William Eubank. Guión: William Eubank, David Frigerio. Reparto: Russell Crowe, Liam Hemsworth, Milo Ventimiglia, Ricky Whittle, Luke Hemsworth, Daniel MacPherson, Gunner Wright, Lincoln Lewis, Joey Vieira, Robert Rabiah, Chika Ikogwe, Lachlan Engeler. ESTRENO EN VENUSVILLE: 10/05/2024.