MORTAL KOMBAT crítica: Kombat en la pequeña China

**Nueva versión de Mortal Kombat pariente del Golpe en la pequeña China de John Carpenter**

Mejorar la adaptación de Mortal Kombat de Paul W.S. Anderson no era difícil, pues sólo sacando a Lord Raiden interpretado por un actor oriental en lugar de por Christopher Lambert caracterizado de Lucius Malfoy, ya se tiene medio partido ganado. Y si encima se justifica aunque sea mínimamente los elementos fantásticos que salen en la peli, para que no parezca que todo ocurre por la patilla encadenando secuencias de acción como quien va pasando pantallas del videojuego, sin importar la más mínima cohesión ni coherencia, como hizo Anderson en 1995, pues ya se obtiene una peli la mar de correctita.

Y si para ello hay que permitirse ciertas licencias como inventarse nuevos personajes, pues se inventan, como han hecho los guionistas Greg Russo y Dave Callahan para la presente adaptación con el personaje de Cole Young, luchador de artes marciales que malvive boxeando en combates de mala muerte, descendiente directo del mismo Scorpion, que se erige en prota indiscutible de la función. El resto: Sonya Blade, Kano, Jax, Liu Kang, Kung Lao, Nitara, Kabal, Sub-Zero, Shang Tsung y los mencionados Scorpion y Lord Raiden, se conservan con mayor o menor fidelidad, reservando a Johnny Cage para la secuela.

"Probemos a decir 'alárgate bastón', a ver si se nos alarga algo"

Tampoco era difícil conseguir que los personajes resulten más molones. En el Mortal Kombat de 1995 parecía que por momentos estuviésemos en una entrega de Las tortugas ninja con Shredder, Rocksteady y Bebop paseándose a sus anchas, en cambio en la adaptación actual, cuidadín, todos imponen un respeto. Y más aún viendo las malas pulgas que gastan, pues esta nueva versión no escatima en muertes cafres con sangre a borbotones, de esas que obligan a los espectadores de las primeras filas a llevar chubasquero. Ya sólo el prólogo en el Japón del siglo XVII es toda una declaración de intenciones en ese sentido para enmarcar y colgar.

“Este Mortal Kombat no escatima en muertes cafres con sangre a borbotones que obligan a los espectadores de las primeras filas a llevar chubasquero”

Otro gol que le marca la adaptación presente a las anteriores es el de aportar al conjunto una fina pátina de superhéroes, género cinematográfico de moda, a modo de actualización, que el videojuego ya tiene 30 años y conviene pasarle el plumero para quitarle las telarañas. Aquí, los Arcanos son superpoderes que cada luchador debe descubrir y entrenar a modo de joven X-Men matriculado en la Escuela para jóvenes talentos del Profesor Charles Xavier, y los combates parecen más peleas entre súpers de facciones enfrentadas que entre luchadores de artes marciales, como si Cíclope se enfrentara por ejemplo al Hombre de hielo.

"Si no recuperan a Christopher Lambert, yo no hago la secuela"

Peleas y enfrentamientos que se suceden a lo largo de toda la peli con la peculiaridad de que no se pisa un ring en todo el metraje. ¿Esperan ustedes un torneo la mar de cuco y bonito, como se presentaba en la primera peli u en otras como El furor del dragón o en las primeras de Jean-Claude Van Damme? Pues olvídense, porque aquí, igual que la pelea final de Rocky V, en la que Sylvester Stallone le dice a Tommy Morrison que “su ring está ahí fuera” señalándole la calle, todas las peleas de la actual Mortal Kombat se llevan a cabo fuera de ring y de torneo (la arena de entrenamiento no cuenta), porque el torneo no llega ni a verse.

Aún así, estén tranquilos porque tenemos hostias finas sin respiro durante toda la película (y hostias la mar de bien dadas, se lo garantizo). Por todo ello, los elementos fantásticos de la peli, con Shang Tsung apareciendo de la nada, Sub-Zero haciendo hielo para los cubatas, y los monstruitos que salen a modo de artistas invitados, se digieren mejor que en las entregas anteriores. Por momentos parece que el director Simon McQuoid y los productores (con James Wan a la cabeza), hayan puesto más su mirada en Golpe en la pequeña China que en Mortal Kombat. Y tomar como modelo una peli de John Carpenter siempre es una muy buena opción.

INFORME VENUSVILLE

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