TITANIC artículo: Se hundió la gorda

   Y aún hay más, que diría Superatón. Cameron va más allá en su manipulación del espectador y cuela uno de los finales más trágicos posibles (la muerte de Jack) en un falso happy end tan tramposo como efectivo. Cuando Rose fallece anciana, se reúne con él, el amor de su vida, en el barco en el que se conocieron. Hemos visto como Jack palmaba, ella ha vivido sin él hasta llegar a vieja, y aún así el espectador ve un último plano en el que se reúnen en el hall del Titanic para permanecer juntos toda la eternidad. Cameron se nos mea en la boca diciendo que lo que cae es maná del cielo, y nosotros lo aceptamos encantados saliendo del cine con una estúpida sonrisa de satisfacción en la boca. De esta manera claro, Titanic consiguió reunir gustándoles por igual tanto a los amantes del género catastrófico, como a las parejitas de tortolitos, como a las familias, desde los niños al abuelo. Chapeau pues por James Cameron, que consiguió dorarnos la píldora y vendernos una moto que funcionaba a pedales como si fuera nueva, con un engranaje que funcionó con la precisión de un reloj suizo simplemente perfecto.

   Cine romántico y catastrofista pues, además de cien por cien fantástico. Mucho más fantástico de lo que parece. Desde las imágenes reales de los restos del Titanic presentadas con un halo fantasmagórico como si fuera un buque maldito (cuando se muestran los restos de un piano, se oyen unas notas de piano de fondo), a las escenas que recrean la travesía mostrando al transatlántico casi como un ser vivo (su sirena dando la bienvenida a Rose como si fuera su voz, su sala de máquinas como si fueran sus entrañas, o con una brecha por la que se escapa el agua cuando se precipita a las profundidades como si sangrara), el metraje está lleno de ejemplos.

"No te confundas, si soy el rey del mundo es porque todas mis novias son top-models brasileñas"

   No en vano, toda la parte del viaje es un flash back basado en el recuerdo de una Rose centenaria, por lo que puede ser un relato exagerado, idealizado o incluso inventado. ¿Todo lo que se ve en pantalla sucedió realmente como lo cuenta? ¿Es como lo recuerda la anciana o como hubiera deseado que sucediera? Eso explicaría que el personaje del prometido esté descrito como un villano tan plano, que en el momento de la caída libre, Jack y Rose estén agarrados en la misma barandilla en la que se conocieron, o que la escena del “vuelo” en la proa esté filmada de manera tan onírica. Hasta explicaría la tórrida escena del polvo en el interior del coche, entelando los cristales con su sudor como si estuvieran en una sauna. Quizás no hubo para tanto pero es como a la anciana le gusta recordarlo…

   Ese es, a mi juicio, el error fundamental de Titanic y lo que le impide ser una obra maestra redonda: la poca química que desprende la pareja protagonista. Si miramos la lista de actores y actrices candidatos a interpretar los papeles de Jack y Rose, veremos que ni Leonardo DiCaprio ni Kate Winslet fueron las primeras opciones. En la lista de posibles Jacks encontramos (agárrense) a Tom Cruise, Matthew McConaughey, Chris O’Donnell, Christian Bale… y Macaulay Culkin (sí, han leído bien: ¡Macaulay Culkin!). Y en la lista de posibles Rose a Gwyneth Paltrow, Claire Danes y Gabrielle Anwar. Tom Cruise y Matthew McConaughey fueron desestimados por James Cameron por considerarlos demasiado mayores para el papel (y eso que McConaughey era el favorito de los productores; en cuanto a Cruise, mejor así, porque conociéndole habría evitado que se hundiera el barco salvando a todo el pasaje).

"La verdad es que tenía micro-pene y eyaculación precoz, pero eso me lo guardo para mí"

   Al final se llevaron el gato al agua (de nuevo nunca mejor dicho) Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en una apuesta personal de James Cameron tras ver sus pruebas, lo que fue una elección la mar de arriesgada en tanto que ninguno de los dos era una estrella que pudiera garantizar la recuperación del presupuesto. DiCaprio era conocido principalmente por haber estado nominado por su papel de retrasado mental en ¿A quién ama Gilbert Grape?, y Kate Winslet salía de co-protagonizar las adaptaciones de Sentido y sensibilidad y Jude. Él tenía 23 años y ella 22, pero aún así parecía que ella le doblara la edad, de ahí la mala pareja que hicieron.

   Viéndolos paseando por cubierta, parece que Kate Winslet sea la tía que lleva a su sobrinito de excursión por un mini-crucero de costa, sin contar también lo gorda que está (de hecho, si DiCaprio se ahoga congelado, es porque no cabe en la madera a la que se agarra la Winslet, porque ésta la ocupa toda con su enorme masa corpórea). Tan solo un año antes, Leonardo DiCaprio había co-protagonizado con una jovencita Claire Danes Romeo y Julieta, formando una de las parejas con más química de la historia del cine. Pero la elegida para formar pareja con Leonardo DiCaprio en Titanic no fue Claire Danes sino Kate Winslet, lo que provocó que a James Cameron le tocara el gordo... y a nosotros la gorda./>

"No te canses cariñito, que si no llega a ser por la faja no quepo ni yo"

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