ARGYLLE crítica: Trolas arriesgadas

**Matthew Vaughn trae una de espías a lo Mentiras arriesgadas pero con mentiras más gruesas**

Matthew Vaughn tiene alzado un monumento en la Plaza Mayor de Venusville, y no porque esté casado con Claudia Schiffer (bueno, también), sino porque su cine siempre ha respirado venusvillerismo por los cuatro costados, además de ser sinónimo de originalidad, calidad y bemoles a la hora de no cortarse mostrando violencia, chistes de supuesto mal gusto, y otros contenidos políticamente incorrectos (ya saben por dónde voy, desde niñitas psicópatas asesinas a adolescentes pajilleros 24/7, pasando por princesas que ofrecen su culo como recompensa…). Vaughn siempre ha mantenido que hace las pelis tal como le gustaría verlas como espectador, y miren por dónde, en Venusville coincidimos plenamente con él.

O al menos lo hacíamos hasta Kingsman: Servicio secreto, porque al empeñarse, erre que erre, en continuar la saga, ni El círculo de oro ni La primera misión, al ser una secuela y una precuela respectivamente, hacen gala de la originalidad y la frescura a las que Vaughn nos tiene acostumbrados. Por eso había muchas expectativas depositadas en Argylle... Por fin material fresco como los del barrio de Bimbo después de diez años, aunque sobrevolaban dos detalles que nos ponían la mosca detrás de la oreja: el primero, que el guión no era de Vaughn y de su socia Jane Goldman como de costumbre; y el segundo, que se trataba de una parodia del cine de espías, tema sospechosamente demasiado parecido a la saga Kingsman.

"Si Barbara Broccoli te ve con este peinado, despídete de ser James Bond"

¿Iba a ser pues una nueva obra maestra de Matthew Vaughn, o iba a estar hecha, al igual que El círculo de oro y La primera misión, con el piloto automático? Pueden exclamar un “oh” tan grande como si los concursantes del “Un, dos, tres” hubieran perdido el apartamento en Torrevieja, Alicante, porque desafortunadamente para nosotros, la respuesta correcta es la segunda. Argylle no sólo no plantea una propuesta original, sino que encima está mil y una veces vista (y mejor) en títulos como Charada, Tras el corazón verde, Desafío total, Mentiras arriesgadas y las propias Kingsmans. Mal nos pese (y nos joda) aceptarlo, Matthew Vaughn se ha limitado a cocinar un refrito de dudoso gusto.

“Argylle empieza como Tras el corazón verde, avanza como Mentiras arriesgadas, y continúa como Desafío total, sin que llegue a funcionar en ningún momento”

La peli empieza como Tras el corazón verde, avanza como Mentiras arriesgadas, y continúa como Desafío total, sin que llegue a funcionar en ningún momento. El guión se muestra forzado, facilón y falsete a más no poder, con elementos de vergüenza ajena por su infantilismo (Brian Cranston y su agencia secreta de espías parecen inspirados en el Súper y la T.I.A. de Mortadelo y Filemón). Y la pareja protagonista formada por Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell tampoco funciona, tanto por su falta de química como por no mostrarse creíbles en sus personajes (Sam Rockwell no resulta verosímil como el superespía que se supone, y Bryce Dallas Howard en la segunda mitad de peli cuela menos que Hellboy disfrazado de pitufo).

"Tranquila, menos colaban Dan Aykroyd y Chevy Chase en Espías como nosotros"

En cuanto al resto del reparto no se dejen engañar, pues por mucho que se venda un elenco con más nombres de relumbrón que un once ideal de fútbol, exceptuando Bryce Dallas Howard y Sam Rockwell como protagonistas, y Bryan Cranston y Samuel L. Jackson como secundarios, el resto formado por Henry Cavill, John Cena, Dua Lipa y Sofia Boutella, tiene apariciones puramente testimoniales (especialmente desaprovechado está Henry Cavill, al desaparecer completamente a medio metraje). Tampoco se muestra Vaughn inspirado en los toques de humor, pues ni el ridículo peinado de Henry Cavill, ni el puto gato que arrastran durante toda la peli, tienen ni pizca de gracia (¿es necesario además que Sam Rockwell haga su aparición con pintas de gran Lebowski?).

Y para acabar de darle la puntilla a la peli, la acción es correcta pero no memorable, así que no esperen escenas como la de la iglesia en Kingsman o como las que protagoniza Hit-Girl en solitario en Kick-Ass. Más de una parece inspirada en las de Hit-Girl (así como otras en Bullet Train o en Sr. y Sra. Smith), pero sin la crueldad, la sangre y la mala leche marca de la casa que tanto nos gusta. Matthew Vaughn ha declarado que ha hecho Argylle más light para poderla ver con sus hijas, así que si esa es la tendencia que va a seguir a partir de ahora, nos damos de baja del club de fans de Matthew Vaughn ipso-facto. ¿Ha perdido entonces Vaughn su mojo? Pues eso parece, ya que mientras que James Cameron nos contó mentiras que eran arriesgadas, con Argylle Matthew Vaughn nos ha contado una trola de las gordas.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: fans de Matthew Vaughn con niños que quieran llevar a sus hijos al cine.

No recomendada por Kuato a: fans de Mathew Vaughn que para combatir la depresión se pongan la escena en la iglesia de Kingsman.

Ego-Tour de luxe por: lo bien que queda Henry Cavill como superespía a lo James Bond, a ver si Barbara Broccoli y Michael G. Wilson se acaban de convencer.

Atmósfera turbínea por: que lo más que tiene esta peli de Matthew Vaughn, es su nombre en la dirección.

■ ARGYLLE. Estreno en Venusville: 02/02/2024.