IT FOLLOWS crítica: Miedo a tener miedo

Terror en estado puro: miren It Follows, descubran que se cagan de miedo, y luego nos lo cuentan

■ CHEMA PAMUNDI

El cine de terrores invisibles que sólo son vistos por el/la protagonista de turno siempre ha tenido ilustres ejemplos, desde la clásica Suspense de Jack Clayton hasta cosas más modernas y metafísicas comoPesadilla en Elm Street o Donnie Darko. Ahora cabe sumar a dicha lista una nueva entrada, que no tiene casi nada que envidiar a las ya mencionadas. Lleva el enigmático título de It Follows y es, sin duda ninguna, la mejor película de terror puro del 2015. Ni siquiera voy a soltar una sinopsis, porque quiero evitar en la medida de lo posible destripar el elemento que le da toda su miga visual y narrativa.

Baste decir que tiene ecos de La noche del Demonio de Tourneur y que mezcla dos de los principales lugares comunes del imaginario adolescente: la sensación de que nadie te entiende y la mitificación del sexo, convirtiéndolos en combustible narrativo para crear uno de los villanos paranormales más originales e indefinibles que jamás se hayan visto en una pantalla de cine. ¿Que exagero? Mírense ustedes la peli, descubran que se cagan vivos con un plano en el que la cámara enfoca una calle donde no hay (o no parece haber) nada fuera de lo común, y entonces vienen y me lo cuentan.

"Conviértete en morosa y quien te perseguirá será el Cobrador del Frac"

Ya la primera escena de It Follows, profundamente inquietante a la par que imposible de interpretar para el espectador, deja claro que no estamos ante una cinta de miedo al uso: un plano secuencia en el que la cámara gira 360 grados siguiendo a una chica que parece huir de algo inaprensible. Algo que claramente parece no estar ahí. A partir de ese desconcertante arranque, el director y guionista David Robert Mitchell se ciñe a aquella máxima de Stanley Kubrick que decía que no tiene sentido tratar de explicar de manera detallada lo sobrenatural, y crea una mitología fantástica cuyas normas nunca aclara pero que resulta cien por cien creíble, de una simpleza y una fisicidad espeluznantes.

El ritmo pausado pero inexorable, la fotografía a base de planos no ya estáticos sino incluso gélidos, la minimalista banda sonora dominada por zarpazos de sintetizador, el look retro, las localizaciones de la película (esos barrios de casas con jardín en los que nunca parece haber casi nadie), e incluso la interpretación de la protagonista (estupenda Maika Monroe, nueva musa del fantástico a la que también hemos visto este mismo año en la divertidísima The Guest) le deben bastante al Carpenter de La noche de Halloween. Bendito referente, en una época en la que el cine de miedo tiene ya poca paciencia para contar historias sin agredir al espectador con un baño de sangre en los primeros diez minutos de metraje.

"Una angustia que te acompañará al salir de la sala, y que sabes que volverá para hacerte cosquillas en el estómago en cuanto te metas en la cama y apagues la luz"

It Follows explora un tipo de terror que posiblemente no todo el público actual comprenderá, terror que ignora los excesos efectistas y los sustos constantes, en favor de ir acumulando capas y capas de textura encaminadas a generar una sensación creciente de zozobra. Una angustia que te acompañará al salir de la sala, y que sabes que volverá para hacerte cosquillas en el estómago en cuanto te metas en la cama y apagues la luz.

Además, Mitchell aprovecha al máximo las posibilidades del formato panorámico, muchas veces enfocando la cámara hacia la NADA en planos amplísimos al aire libre, que dan tiempo al espectador para escrutarlo todo en busca de alguna señal de amenaza, o que empequeñecen a los protagonistas para reforzar la impresión de que están indefensos. Es una idea brillante por su raíz puramente cinematográfica. No resulta atrevido afirmar que la historia que cuenta It Follows no funcionaría en ningún otro formato, no sería una buena novela ni un buen tebeo. Es cine en estado puro, un filme que estira los márgenes del género como quizás no lo había conseguido ningún otro desde El proyecto de la bruja de Blair. Se dice pronto.

"Tranqui, que peor sería que te siguiera Jar Jar Binks como en La amenaza fantasma"

Incluso en esos intervalos dramáticos en los que parece no estar pasando nada, el director dispone una serie de sutiles detalles de planificación que dan densidad a la cinta y definen a la perfección el mundoteenager, egocéntrico y ensimismado: esos adultos que apenas aparecen en pantalla y que no tienen casi diálogos, o esos protagonistas siempre ociosos, tomando el sol, dormitando, jugando a las cartas, mirando el televisor y en general “dejando pasar la vida”.

Cuando aún no has cumplido los 20 te crees inmortal, estás convencido de tener todo el tiempo del mundo por delante. Pero llega un momento en que los actos empiezan a tener consecuencias, y la red de seguridad de los padres ya no frena todas las hostias. El tiempo, tal como nos relata It Follows, nunca se detiene. El tiempo acaba por destruirlo todo.

INFORME VENUSVILLE

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Recomendada por Kuato a: quien quiera ver lo que sería una película como Destino final, si en vez de una simple sucesión de muertes rocambolescas tuviera un buen guión.

No recomendada por Kuato a: si eres de esas personas que se cagan vivas al caminar solas de noche con la sensación de que alguien las está siguiendo, ni te acerques a It Follows.

Ego-Tour de luxe por: la sensación de paranoia que algunas escenas plantan en el espectador, al tenerle mirando nervioso a todas partes de la pantalla para intentar descubrir algo terrorífico que (y eso es lo peor de todo) los protagonistas no están viendo. Impagable.

Atmósfera turbínea por: su final abierto. No porque lo sea, sino porque invita a generar innecesarias secuelas de lo que ya es una historia redonda en su concisión. No hace falta que nos expliquen nada más.

■ IT FOLLOWS. Estreno en Venusville: 29/05/2015