Categorías

7 DÍAS EN ENTEBBE crítica: Acampada en Entebbe

Recreación del secuestro en 1976 de siete días en Entebbe en... pues claro, 7 días en Entebbe

RAY ZETA

Lo malo de las películas basadas en hechos reales es que si uno conoce la historia ya no tienen emoción, o en todo caso no tienen la emoción que podrían llegar a tener. Hagan la prueba de ver con un grupo de espectadores de lo más variopinto la película de moda Borg McEnroe, por ejemplo, que relata el mítico partido de tenis entre los dos no menos míticos tenistas en la final de Wimbledon de 1980. ¿Tendrá el mismo efecto en los espectadores que conozcan el desenlace del partido que entre los que no lo conozcan? No, claro que no, mientras los segundos verán la película rechinando los dientes y apretando el culo, los primeros lo harán levantándose cada cinco minutos para servirse una birra, mearla, y servirse otra.

Pues eso es lo mismo que ocurre con cualquier película que recree hechos reales concretos, ya sean deportivos, políticos, bélicos o de cualquier otra índole. Si uno sabe que Inglaterra consiguió evacuar en la Segunda Guerra Mundial las tropas aliadas atrapadas en la playa de Dunkerque antes de que llegara el ejército alemán, tal como recrea Dunkerque, o que el Washington Post decidió publicar en 1971 documentos secretos del Pentágono que comprometían al gobierno de los Estados Unidos, pese a recibir amenazas de cárcel, tal como muestra Los archivos del Pentágono, la película perderá parte de su gracia. Y eso que tanto Dunkerque como Los archivos del Pentágono son dos peliculones, así que imaginen si se trata de una película medianita como es el caso de 7 días en Entebbe.

 

7 días en Entebbe

"Tú tranquila, que si no está Bruce Willis de poli tenemos alguna posibilidad"

 

Porque 7 días en Entebbe se encuentra en esta tesitura, la de recrear unos hechos reales que más de un espectador recordará por haberlos vivido, o conocerá por haberlos oído o leído: el secuestro en 1976 de un avión de Air France procedente de Tel Aviv con 250 pasajeros por dos terroristas alemanes del Frente Popular de Liberación de Palestina, su desvío a Entebbe (Uganda), donde estuvo retenido (¿alguien sabe cuántos días estuvo el avión retenido en Entebbe? Sí señores, siete tal como reza el título, son ustedes unas lumbreras), y la posterior operación de rescate organizada por el gobierno israelí (¿alguien sabe el nombre que se le dio a dicha operación? Sí señores, su inteligencia y su memoria nos asombra: “Operación Entebbe”. Ni siquiera hace falta que vean la peli…).

“El conjunto global de 7 días en Entebbe emociona menos que ver durante dos horas a una funcionario estampando sellos”

Hechos reales que 7 días en Entebbe recrea de forma tan fiel como lineal y aséptica. Ambientación correcta, adaptación correcta, interpretaciones correctas y dirección correcta, pero con un conjunto global que emociona menos que ver durante dos horas a una funcionario estampando sellos. Porque José Padilha no es Christopher Nolan o Steven Spielberg como en los citados Dunkerque y Los archivos del Pentágono, ni siquiera el Ben Affleck de Argo (película con la que guarda más de un punto en común por época y temática), como ya se vio con Robocop por muy bien que esté la serie Narcos, y de ahí que nos cuente lo sucedido en Entebbe con la misma frialdad que el pingüino Chilly Willy moldea un muñeco de nieve.

 

7 días en Entebbe

"Retira que Michael Fassbender es un medio alemán más guapo que yo"

 

Porque lo que hace 7 días en Entebbe es recrear los hechos del secuestro desde el punto de vista de los dos secuestradores (Daniel Bruhl y Rosamund Pike, tal como he apuntado correctos en su interpretación, pero sólo correctos como el resto de la película), y las reuniones celebradas en el gobierno israelí (donde sobresale Eddie Marsan como Shimon Peres –ministro y posterior presidente- por ir caracterizado como John Hurt en la serie El cuentacuentos), hasta decidir dar luz verde a la operación militar de rescate (operación que se pulen en apenas un par de minutos), pero lo hace con una recreación tan realista sin ponerse en ningún momento en la piel de los pasajeros, que como espectadores visionamos la película como si fuera un reportaje televisivo.

Cualquier película de secuestros con rehenes tiene más emoción y tiros que 7 días en Entebbe. Desde la legendaria Tarde de perros a Operación Swordfish, Asalto al tren Pelham 123 o Plan oculto, y no digamos ya La jungla de cristal y sucedáneos como Alerta Máxima o Speed. Vale que quieran ser fieles a los hechos, pero joder, un poco más de drama humano en los pasajeros para que suframos por ellos, y unos cuantos tiros más en la operación militar para que nos alegremos de su rescate, que también conocíamos los desenlaces de Dunkerque, Los archivos del Pentágono y Argo, y bien que estuvimos con el culo pegado a la butaca hasta el final. La próxima vez, que nos cuenten siete días en el Edificio Nakatomi Plaza y todos saldremos ganando.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien no conozca el suceso, así lo podrá ver con Daniel Bruhl y Rosamund Pike y se entretendrá más que con un reportaje televisivo.

No recomendada por Kuato a: quien quiera ver una peli de terroristas  y rehenes con tiros. Que se ponga La jungla de cristal y saldrá ganando.

Ego-Tour de luxe por: la caracterización de Eddie Marsan como Shimon Peres. ¿He dicho antes que parecía John Hurt en El cuentacuentos? Me he quedado corto.

Atmósfera turbínea por: el retrato de Idi Amin, más propio de una parodia de El último rey de Escocia en el “Saturday Night Live” que de un líder militar presidente de Uganda.

 

7 DÍAS EN ENTEBBE. "Entebbe" (EUA-GB, 2018). Director: José Padilha. Guión: Gregory Burke. Reparto: Rosamund Pike, Daniel Brühl, Eddie Marsan, Ben Schnetzer, Lior Ashkenazi, Denis Ménochet, Nonso Anozie, Angel Bonanni, Kamil Lemieszewski, Mark Ivanir, Brontis Jodorowsky, Laurel Lefkow, Peter Sullivan, Andrea Deck y Natalie Stone. Estreno en Venusville: 27/04/2018.

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario