BABADOOK crítica: Cuentos para niños y mayores

Babadook es el Hombre del Saco en terror psicológico con el primito de Demian de prota

■ CHEMA PAMUNDI

En un curso cinematográfico que se ha deshecho en alabanzas con Boyhood, película que habla principalmente sobre los desafíos que implica criar a un hijo, se estrena ahora otro título que probablemente pasará más desapercibido pero que ataca el mismo tema desde los márgenes del género fantástico, con una perspectiva acaso más radical y decididamente más enloquecida. Su trabalengüístico título es Babadook, fue posiblemente la cinta más destacable que se pudo ver en el pasado festival de Sitges y, a pesar de que todavía estamos en enero, no es precipitado vaticinar que acabará entre lo mejorcito ofrecido por la cosecha del cine de género en este 2015.

Los primeros cinco minutos de Babadook nos muestran a una madre viuda que se ve incapaz de criar a su problemático hijo de seis años, un chaval proclive a convertir cualquier situación cotidiana en un infierno (cuando los dos están durmiendo en la misma cama, él estira la mano para tocarla y ella se aparta alterada, evitando todo contacto físico). El resto de la película intenta explicar los motivos por los que ambos han llegado a tal extremo de mal rollo. La situación, que ya de por sí estaba bastante viciada, se descontrola por completo cuando el niño se obsesiona con un libro de cuentos que describe a un feroz personaje llamado Mr. Babadook, negro como la pez, con manos acabadas en cuchillas, un largo gabán, un exagerado sombrero de copa y una sonrisa psicótica. Mr. Babadook entra en las casas y le hace cosas malas a la gente; y una vez que ha entrado, cuanto más le niegas MÁS FUERTE SE HACE. El proverbial “monstruo en el armario”. El hombre del saco versión 2.0. Pronto, el filme plantará en el espectador la duda que le da toda su fuerza y subtexto narrativo: ¿Mr. Babadook es real, o simple producto de la imaginación de alguno de los dos protagonistas? ¿O de ambos?

"Por si no ha quedado claro, mi película favotita es Van Helsing"

La directora Jennifer Kent debuta adaptando a formato de largometraje su propio corto Monster de hace unos cuantos años (puede verse en YouTube y merece mucho la pena), con resultados excelentes.Babadook es una película espeluznante sobre terrores infantiles, una lucidísima reflexión acerca del peso de la maternidad y en general una obra maestra del terror psicológico. Así de claro y contundente lo digo. Lejos de abusar de los sustos de infarto, Babadook cocina un terror de vieja escuela, de puertas que crujen y se abren solas, sombras que se estiran de manera imposible y rostros que se adivinan en la esquina más oscura de tu dormitorio.

"Babadook es una película espeluznante sobre terrores infantiles y en general una obra maestra del terror psicológico"

Un terror trabajado a partir de la iluminación, la puesta en escena (el uso de los grises, el negro y los colores apagados en general cada vez que aparece el “monstruo”, dando a la película un toque de “expresionismo en color” que recuerda a clásicos del cine mudo como Nosferatu o El gabinete del Dr. Caligari), los silencios y las interpretaciones (tanto Essie Davis, que encarna a la madre, como el niño Noah Wiseman están soberbios, desplegando un amplio abanico de estados de ánimo perturbados que van desde la fragilidad emocional hasta la agresividad histérica o el agotamiento mental). Es un filme que consigue hacerte dar un respingo tras otro, con elementos tan sencillos como ver pasar las páginas de un siniestro libro infantil con dibujos en relieve. Narices, si estoy escribiendo esto con los pelos de punta sólo por recordar la escena...

"Esto me pasa por tener un niño clavado al Demian de La profecía"

Si a Babadook hay que buscarle algún punto débil nada más puede venir por cierta acumulación de referentes que quizás huelan a refrito, desde los lugares comunes habituales en el cine de fantasmones hasta ideas más directamente robadas de películas concretas como El exorcista o El resplandor. Sin embargo, teniendo en cuenta que nadie crea en el vacío (y menos en el género de terror, que está confeccionado a base de una mitología común muy marcada), criticar a Babadook por ser “otra película de casas encantadas” sería tan hueco como quejarse de que los personajes de un western vayan a caballo y lleven revólver.

Pero por lo demás, Babadook es una fábula brillante, que consigue transmitir sus cargas de profundidad sobre el miedo a madurar sin caer en lo discursivo, y que lejos de cerrarse con un final cínico o con un inane “fueron felices y comieron perdices” tira por el camino de en medio largando una conclusión tan esperanzadora como amarga: los demonios no pueden ser completamente destruidos, pero al menos puedes esforzarte día a día para mantenerlos a raya. O viceversa. ¿Puede una película acojonarte vivo y al mismo tiempo ponerte tremendamente triste? Al parecer, sí.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Venus Hall of Fame

Recomendada por Kuato a: quien quiera comprobar hasta qué punto los cuentos infantiles son puro terror.

No recomendada por Kuato a: padres de niños cabrones.

Ego-Tour de luxe por: conseguir generar miedo prestando más atención a los personajes humanos que a los bichos del más allá.

Atmósfera turbínea por: que la peli funciona mejor cuantas menos justificaciones da, así que algunas de sus escenas explicativas quizás no harían falta.

■ BABADOOK. Estreno en Venusville: 16/01/2015