SITGES 2013 crónica día 4: De lo que se come se cría

De lo que se come se cría

4º día: Mindscape; Machete Kills; We
Are What We Are; Kiss of the Damned

Por Chema Pamundi

<A mediodía bajo paseando hasta el pueblo desde el Auditori, y delante de mí caminan otros dos compañeros de prensa (uno de ellos acreditado por un canal de televisión de los gordos). Van hablando de las pifias diversas del Festival (un clásico de siempre, aunque en esta edición parece ser un tema que está generando más mitología de lo habitual), y decido conectar la parabólica a ver si pillo alguna anécdota jugosa. Así es como me entero de que ayer, en el pase de Space Pirate: Captain Harlock en el Retiro, a los de la Organización se les acabaron las gafas 3D antes de tiempo, y como solución no se les ocurrió otra genialidad que barrar la entrada al recinto a los acreditados de prensa que aún estaban en la cola, aunque tuviesen ticket para ver la película (repito: A LOS QUE TENÍAN TICKET). Por supuesto, el pollo que se lió fue de los que luego, con el paso de las generaciones, dan lugar a poemas épicos. Según rumores diversos que corrían por la sala de prensa, parece ser que al menos uno de los afectados habría decidido renunciar a la acreditación y volverse para su casa, harto de tener que estar todo el día peleándose con la Organización para hacer algo que en teoría debería ser fácil, y que al fin y al cabo es para lo que se le ha concedido la susodicha acreditación: cubrir el puñetero festival de Sitges.

Venga, vamos a comentar películas:

Mindscape (Jorge Dorado, España, 2013)

> MINDSCAPE ficha, fotos y tráiler

Los directores españoles de cine fantástico están de moda en EE.UU. Hollywood considera que aquí hay toda una generación de creadores capaces de aportar una visión nueva, fresca y con tirón comercial del cine de género. A los ya consagrados Jaume Collet-Serra, Juan Carlos Fresnadillo y compañía se les intenta sumar ahora Jorge Dorado, notable en sus inicios como cortometrajista (The War, El otro, Limoncello…), pero que se ha quedado un tanto corto con Mindscape, su debut en largometraje, un thriller con elementos fantásticos que parece tener como referente visual (que no argumental) El sexto sentido.

"Mucha mente y mucho Mindscape, pero confieso que no intuí que Bruce Willis estaba muerto"

En un futuro cercano, ciertos seres humanos han desarrollado la capacidad de meterse en las mentes ajenas y escarbar en su memoria. John (Mark Strong), es uno de tales superdotados, empleado en la empresa "Mindscape" como una especie de detective mental que resuelve todo tipo de entuertos, desde traumas enquistados hasta crímenes no resueltos. John está en plena convalecencia debido a un infarto que sufrió en su último caso (por culpa de mezclar sus propios recuerdos con los de la persona en cuya mente estaba investigando), pero la necesidad económica le llevará a aceptar un caso que a primera vista es bastante simple: investigar la cocorota de una adolescente que está en huelga de hambre, detectar qué le ocurre y lograr que vuelva a comer. Como ya pueden ustedes imaginar, ni el caso es tan simple como aparenta, ni para resoverlo bastará con convencer a la muchacha de que se zampe un sandwich.

Mindscape cuenta con un planteamiento ciertamente original, marrado por una trama que parece sacada de una teleserie al estilo de Medium, Miénteme o El mentalista. El resultado final no pasa de lo correcto, sobre todo por su guión vuelicorto y sosaina (en vez de centrarse en la investigación de un misterio concreto, hubiera sido mucho más interesante que diera una visión panorámica de una sociedad en la que cierta gente puede rascar en los recuerdos de los demás), así como por una realización demasiado ortodoxa y una puesta en escena mortecina y aburrida (teniendo en cuenta de lo que va la película, un poco más de riesgo e imaginación en las escenas de alucine telepático hubiera estado bien). Se salva el buen trabajo de los actores, sobre todo Mark Strong (en un papel protagonista que ya le tocaba, tras tantos años como secundario de lujo y villano todoterreno) y Taissa Farmiga como la adolescente problemática. Poca cosa más.

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey

Machete Kills (Robert Rodriguez, EE.UU., 2013)

> MACHETE KILLS ficha, fotos y tráiler

Machete es posiblemente el ejemplo más sólido que hemos tenido hasta la fecha del proyecto de películas grindhouse de Tarantino & Rodriguez, iniciado con el doble programa Planet Terror/Deathproof (aunque yo personalmente tengo debilidad por Hobo with a Shotgun). Aún así, alargar un falso tráiler de dos minutos y medio hasta convertirlo en una trilogía de largometrajes (aún falta por llegar el tercero, Machete Kills Again… in Space) parecía desde el principio una exageración; y Machete Kills, aún siendo divertida, confirma que en efecto el chiste empieza a dar síntomas de agotamiento creativo. Estamos ya entrando un poco en el nivel de “exploitation de la exploitation de la exploitation”.

¿De qué va Machete Kills? Bueno, pues justamente de lo que dice el título: el protagonista tiene que impedir que los malos vuelen Washington con un misil atómico, y mientras tanto hace explotar cosas y va matando a cualquiera que le cabrea. Danny Trejo aporta su habitual no-interpretación basada en una presencia en pantalla ridículamente roqueña y unas frases lapidarias hasta lo risible (“Machete no tuitea”). También sale Charlie Sheen haciendo de presidente de los Estados Unidos, Mel Gibson como gran villano, Lady Gaga en un cameo, algunas mozas muy ricas armadas hasta los dientes y enseñando pechuga (Amber Heard, Michelle Rodriguez, Sofía Vergara…), y con eso y media docenita de gags ya tenemos una película.

"Si eres tan duro que comes alambre y meas napalm, no seré yo quien te cambie el orinal"

Machete Kills escupe la esperada retahíla de violencia de dibujos animados, machismo adolescente y escenas psicotrónicas que intentan emular ese cine de serie B que “de tan malo era bueno”. A la película le falta cierta frescura (se busca con tanto ahínco el gag, que algunos pasajes acaban pareciendo un poco forzados), y le sobran veinte minutos bien buenos (hay por ejemplo una subtrama sobre un asesino camaleónico, que se podía haber quedado en la sala de montaje y nadie la habría echado en falta). A ratos funciona, sobre todo cuando deja de intentar imitar a la primera entrega (porque ahí sale perdiendo en todas las comparaciones), y expande sus referentes hasta convertirse en una versión tronada y salchichera de James Bond (con referencias bastante evidentes a Moonraker). Sí, es algo que ya hemos visto en la saga de Austin Powers (y seguramente mejor hecho), pero no deja de hacer gracia.

Quizás Robert Rodriguez debería empezar a preguntarse si se quiere pasar la vida haciendo este tipo de sinsustancias, o si quiere que su cine evolucione hacia algo que no se vea y se olvide a los 10 minutos de salir de la sala. Bastaría con que se mirase un poco en el espejo de Quentin Tarantino, que utiliza el espíritu grindhouse no para crear meras parodias borricas, sino obras mayores absolutamente personales. Machete Kills es entretenida, pero tampoco flipemos: esto está a años luz de Kill Bill o Malditos Bastardos.

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey

We Are What We Are (Jim Mickle, EE.UU., 2013)

> WE ARE WHAT WE ARE ficha, fotos y tráiler

En una zona boscosa de las montañas Catskills, cerca de un pueblucho de carretera, vive la familia Parker: papá y mamá Parker, dos hijas adolescentes y un hijo de unos nueve años. Cuando la madre muera en un trágico accidente, Iris, la mayor de las chicas, deberá tomar el relevo y encargarse de hacer cumplir el peculiar ritual pseudo-religioso que sigue la familia desde hace generaciones. ¿Y en qué consiste dicho ritual? Pues en que una vez al año, los Parker secuestran, matan y se comen a alguien, en la creencia de que si no lo hacen Dios les castigará haciéndoles enfermar y morir. La cosa se complica aún más por culpa de una inoportuna riada (que empieza a sacar a flote huesos de víctimas que llevaban tiempo enterradas por la zona), y del doctor del pueblo (sobresaliente Michael Parks), que encuentra evidencias inquietantes tras hacerle la autopsia a la madre de los Parker, y empieza a tirar de la madeja.

We Are What We Are, es un dramón familiar de corte intimista, que utiliza el terror (concretamente el subgénero gótico americano) como telón de fondo y casi como ejercicio de estilo. Es un punto de partida muy interesante, y sorpresivamente maduro viniendo de un director como Jim Mickle, que hasta ahora nos había deleitado con piezas de género puro como Mulberry Street o Stakeland. De hecho este planteamiento, junto con la sinopsis básica, es lo único que We Are What We Are ha conservado de Somos lo que hay, la película mexicana del año 2010 en la que se basa. Aparte de las numerosas diferencias argumentales entre ambas, la cinta original tiraba sobre todo hacia la denuncia social (una familia en la miseria, que se ve forzada a cometer atrocidades para sobrevivir), mientras que este remake prefiere centrarse en el debate moral (¿hasta qué punto cabe considerar como aberrante un comportamiento basado en la tradición cultural, si además quienes lo practican creen estar cumpliendo con la voluntad divina?).

"Ya te decía que para no quedarnos con hambre, deberíamos haber cogido una más tetuda"

We Are What We Are es una película de ritmo lento e inexorable, desprovista de la mayoría de aspavientos, efectismos o sorpresas que pudieran hacerla derivar hacia el thriller; y necesita ser justamente así de sobria para lograr el efecto que busca su director, que no es otro que introducirnos hasta el fondo en la psique de las aterradas hijas de la familia Parker, que quieren acabar con la pesadilla que implica tener que matar y comerse a otros seres humanos, pero que no se atreven a enfrentarse a su padre, y tampoco están seguras de saber vivir de otra manera. En este aspecto, We Are What We Are tiene más que ver con películas sobre verdugos forzosos como La zona gris, que con thrillers de psicópatas como El silencio de los corderos. Eso es lo más escalofriante del filme, que no nos coloca en el lugar de las víctimas sino en el de los monstruos. En cierta escena particularmente reveladora, la hija pequeña de la familia dice “me gustaría que fuéramos normales”. El verdadero horror de We Are What We Are es que, en cierta manera, los Parker ya lo son.

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Copas de yate

Kiss of the Damned (Xan Cassavetes, EE.UU., 2013)

> KISS OF THE DAMNED ficha, fotos y tráiler

El mito del vampiro llevaba ya demasiados años viéndose brutalizado y abaratado por sagas cinematográficas como Crepúsculo y series de TV como Vampire’s Diaries o True Blood. Por suerte (y como era de esperar), parece que por fin se pone en marcha cierta consciencia común para intentar volver a dignificarlo. Sitges 2013 programa varias propuestas en este sentido: Byzantium (ya vista y reseñada), Only Lovers Left Alive (la veremos el próximo jueves o viernes), y la que nos ocupa ahora, Kiss of the Damned, que supone el debut en el guión y la dirección de Alexandra “Xan” Cassavetes (en efecto, la hija de John Cassavetes).

Paolo, un joven guionista, conoce por casualidad en una tienda a la atractiva y misteriosa Djuna. Lo que empieza como un cafetito para charlar y pasar la tarde se irá convirtiendo poco a poco en un tórrido romance, en el que Paolo no se echará atrás ni siquiera ante el hecho de que Djuna resulte ser un vampiro. Por si esta relación no fuese ya lo bastante estrambótica para el pobre muchacho, un buen día aparecerá en escena Mimi, la hermana de Djuna (y aún más buenorra que ésta). Mimi se mudará a vivir con la pareja, y empezará a liarla parda desde el minuto uno, poniendo en peligro no solo la relación entre Paolo y Djuna sino la estabilidad de la comunidad local de chupasangres.

"Tú chupa la sangre tranquila que yo te aviso"

Particularmente, las historias de vampiros me interesan mucho más cuando tratan el mito como una enfermedad chunga en tono minimalista y recogido, que cuando convierten a los monstruos en superhéroes (Blade, Underworld…) o en neorrománticos con camisas de chorreras y habla afectada (Entrevista con el vampiro). Por eso me atraen las películas como El ansia, The Addiction, Los Hamilton… o Kiss of the Damned.

Kiss of the Damned funciona porque es un thriller romántico con el vampirismo como trasfondo, y no al revés. Sabe construir personajes con los que uno se implica, desarrolla su trama por derroteros interesantes, plantea una sociedad vampírica sencilla pero que funciona (sin cargar las tintas ni hacer del vampiro un personaje tan snob que acabe por resultar antipático), y lo envuelve todo en una atractiva puesta en escena (evitando exageraciones góticas), una sugerente banda sonora y una narrativa visual elegante, que actualiza con personalidad las hechuras del euro-horror setentero. Sus únicos dos puntos débiles: que a la historia no le habría venido bien algo más de originalidad (es demasiado previsible), y que la dirección de actores no parece ser el fuerte de Xan Cassavetes. Con todo, una estimable recuperación de todo aquello que hacía de los vampiros unos bichos divertidos./>