BLACK ADAM crítica: Rompedientes

Dwayne Johnson es Black Adam en una superpeli tan carente de ambición como llena de hostias

Dwayne Johnson embutido en un traje de superhéroe, levantando una ceja con sonrisa socarrona, y masacrando a los malotes a base de hostias como panes. ¿Hace falta decir nada más? Eso es lo que ofrece Black Adam durante sus dos horas de metraje. La nueva propuesta de Warner-DC no tendrá la ambición narrativa de El hombre de acero, la espectacularidad de Wonder Woman, la complejidad psicológica de Batman v Superman: El amanecer de la justicia, la violencia de El Escuadrón Suicida o el humor de Shazam!, pero es que ni falta que le hace, porque tiene a Dwayne Johnson repartiendo galletas María derrochando carisma a raudales, y con eso basta.

Porque Black Adam es la peli superheroica más simplona de DC hasta la fecha, y más aún si tenemos en cuenta que es la película de presentación del personaje. Nada de dedicar medio metraje a explicar los orígenes de Teth Adam y su génesis como superhéroe, como hicieron Wonder Woman y Shazam! con sus respectivos súpers, aquí prólogo a lo El rey Escorpión en la ficticia ciudad milenaria Kahndaq y va que arde: salto temporal de 3.000 años adelante para llegar a la actualidad, y listos para dar hostias. Jaume Collet-Serra dirige con brío la ensalada sin apenas mover los personajes del mismo metro cuadrado de calle, a excepción de los combates en el aire.

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Espectaculares peleas sin escatimar en muertes cafres (más de una mamá que lleve a sus retoños al cine, se llevará las manos a la cabeza), estupendamente coreografiadas en las que Collet-Serra despliega toda su creatividad visual, añadiendo para nuestro disfrute elementos videocliperos como canciones míticas o recursos de dirección como la cámara lenta. Jaume Collet-Serra siempre ha destacado por saber imprimir un buen tono de suspense a películas ambientadas en espacios reducidos como Non Stop (Sin escalas), Infierno azul o El pasajero, y Black Adam no es la excepción al suceder también casi toda la peli en un espacio único, aunque en esta ocasión sea exterior.

Eso es Black Adam, dos horas de acción sin pausa que pasan en un plis-plas, con un Dwayne Johnson estelar que parece haber nacido para interpretar al personaje. Tal es la confianza que tienen los productores en The Rock, y el mismo Johnson en él mismo (también productor), que toda la película se basa en su lucimiento y en su gancho comercial sin que ninguna localización (porque como he dicho apenas hay) u otro personaje sea atractivo. Ni los secundarios a los que ayuda, ni el villano al que combate, ni los otros superhéroes que salen, y eso que son la Sociedad de la Justicia de América.

“Black Adam son dos horas de acción que pasan en un plis-plas, con un Dwayne Johnson estelar que parece haber nacido para interpretar al personaje”

Los secundarios son los típicos de manual que existen sólo como relleno narrativo para justificar las acciones del protagonista: madre milf con hijo adolescente groupie y hermano gordinflas simpático a los que deberá ayudar; el villano es tan impersonal y olvidable como una comedia de Luis María Delgado; y la Sociedad de la Justicia de América tiene menos carisma que un regimiento de stormtroopers desarmados. Pierce Brosnan como Doctor Fate es el único que se salva por presentar cierta ironía; Hawkman es tan de una sola pieza que parece un imitador de Falcon de segunda categoría; y en cuanto a Atom Smasher y Cyclone, ni los menciono porque ni la peli misma los toma en serio al sacarlos menos que a Charlie en una peli de Los ángeles de Charlie.

Nos queda pues Dwayne Johnson y el debate de si los fines de un anti-héroe (masacrar a los enemigos a base de hostias) justifican los medios. Porque tal como se encarga de recordarnos él mismo repetidamente, Black Adam no es un héroe sino un antihéroe, como también lo es Harley Quinn y el resto del Escuadrón Suicida. Superhéroes de moral ambigua que anteponen sus intereses personales al Bien común, usando métodos expeditivos (la violencia, básicamente) que desaprobaría Pedro Bello por ser un mal ejemplo para los niños. La película insiste en eso para que nos quede claro, pero siempre lo hace desde el humor para suavizar el discurso negativo del personaje a pesar de que, claro está, tenga su corazoncito.

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Black Adam es pues una peli simplona a más no poder a mayor lucimiento de Dwayne Johnson totalmente carente de ambición narrativa, pero desprovista completamente de complejos, muy divertida y muy rápida en su ritmo al encadenar dos horas de hostias constantes. No es una peli de autor como el Aquaman de James Wan o El escuadrón Suicida de James Gunn, sino una obra de encargo para Jaume Collet-Serra, y tampoco es una peli esencial para el universo DC como fueron Batman v Superman: El amanecer de la justicia o Liga de la Justicia, pero como entretenimiento funciona como un reloj de cuco, y añade un personaje que abre nuevas y jugosas posibilidades, insinuadas ya en la escena post-créditos, una vez más de lo mejor del film.

Al universo DC le hacía falta un meneíto, y ahora ya por fin, olvidada la pesada losa que supuso la zarpa de Zack Snyder, con propuestas más refrescantes como Shazam! El Escuadrón Suicida y esta Black Adam, se le está dando. Películas que junto la primera Wonder Woman y Aquaman han significado una brisa de aire fresco que ha roto con la línea plomiza que estaba siguiendo el universo hasta ese momento. Ya está bien de pelis largas, oscuras y pesadas como ladrillos. Lo que queremos no es ver a los superhéroes en el sofá del psicoanalista comiéndose el coco, sino en un ring repartiendo cazos. ¿Y qué mejor superhéroe para estar en un ring que Dwayne Johnson?

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: fans del pressing catch que recuerdan con lágrimas en los ojos combates míticos como los de Hulk Hogan VS. El último guerrero.

No recomendada por Kuato a: quien prefiera la línea superheroica tocha, ladrilla y plomiza de Zack Snyder (alguien habrá).

Ego-Tour de luxe por: Dwayne Johnson, claro. ¿Por qué ha tardado tanto?

Atmósfera turbínea por: el poco carisma de la Sociedad de Justicia de América. Hasta el Supergrupo de Superlópez mola más.

■ BLACK ADAM. Estreno en Venusville: 21/10/2022.