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BLACKWOOD crítica: El club de las cinco

Rodrigo Cortés vuelve con una girl movie y Uma Thurman a lo Miss Peregrine en Blackwood

RAY ZETA

Hay películas que sorprenden y películas que ya desde el primer plano se adivina a pies juntillas lo que se va a ver, tal es el caso de Blackwood, y no me refiero a un horror film gótico, sino a un girl film gótico. Terrorífico si quieren, pero más por sus tics comerciales y sus ansias de llegar al gran público (al menos al gran público femenino), que por su atmósfera y su historia. Cinco chicas conflictivas (como El club de los cinco o los Power Rangers) son enviadas a un internado especial, sito en una gran mansión gótica en el campo, dirigido por una directora aún más especial, una francesa (Uma Thurman aunque de francesa tenga poco) elegante y sofisticada como una institutriz victoriana. Unas Lisbeth Salanders en potencia todas ellas, que si estuvieran en España las enviarían a “Hermano mayor”, pero como están en los E.U.A., pues las envían a Blackwood.

A partir de aquí, lo que les decía, se abre el grifo. Primero el del cine adolescente femenino y luego el del terror comercial. Las cinco chicas aparecen a cámara lenta, vestidas como para ir a una discoteca poligonera, escuchando música en sus auriculares, mientras suena un hit de Los 40 principales de fondo (no me pregunten cuál, que yo me quedé en el “Final countdown” de Europe). Se presentan a la directora, y con solo una mirada queda claro quién es la chulita, quién la tímida, y quién la rebelde (falta la guarrilla porque en estos tiempos tan políticamente sexualmente correctos no quedaría bien). Y en cuanto a la directora, una docente de métodos poco convencionales, cruce entre Miss Pelegrine y Minerva McGonagall, a la que sólo le falta decirles a las chicas que la fama cuesta, y que allí es donde van a empezar a pagar con sudor. Y para más inri con un acento francés tan marcado que se antoja ridículo (ya puestos, haber cogido a Marion Cotillard o Eva Green).

 

BLACKWOOD: thriller

“No esperaba que hubiera tanta gente en el casting de Crepúsculo 6

 

Nada sorprendente siendo la productora Stephenie Meyer, escritora, guionista y productora de obras para niñitas adolescentes y pre-adolescentes como La saga Crepúsculo y The Host: La huésped, pero sorprendente por ser Rodrigo Cortés el director, hasta ahora más interesado en propuestas más adultas como Concursante, Enterrado y Luces rojas. Por lo que se deduce que, como Luces rojas no funcionó a pesar de contar en su reparto con Robert De Niro, Sigourney Weaver, Cillian Murphy y Elizabeth Olsen, Cortés no ha tenido reparos en acudir a la llamada de la sirena hollywoodiense para adaptar la novela para jovencitas de Lois Duncan “Down a Dark Hall”, con una semi-recuperada para el cine Uma Thurman, aunque nadie vaya a recordar la interpretación de Mia Wallace y la Novia en esta película, tanto por su forzado acento francés como por el exagerado y poco creíble comportamiento del personaje a partir de que se descubre el pastel.

“Aunque Blackwood sea primeramente un girl movie, quiere ser también una película de terror gótico”

Y he aquí que se abre ahora el grifo del terror comercial. Porque, aunque Blackwood sea primeramente un girl movie, quiere ser también una película de terror gótico con  fantasmas. De ahí que la acción esté ubicada en una casoplón que ríanse ustedes de los que salen en pelis parientes como Winchester, La mujer de negro o Los otros, y se tire de primero de cine de terror a base de susurros en los pasillos y algún sustito con música estridente para mantener la tensión hasta que se desvela el misterio. Momento en que la peli se viene abajo como un castillo de naipes por abrir la veda de los efectos digitales, los fuegos de artificio y la casquería fantasmagórica, de manera exagerada sin la más mínima rigurosidad o coherencia, como si Rodrigo Cortés se hubiera subido a una silla con una corneta en la mano, hubiera tocado "A degüello", y los técnicos en cgi hubieran entrado a matar sin hacer prisioneros.

 

BLACKWOOD: thriller

“Que sea la última vez que te pillo con mi chándal amarillo de Bruce Lee”

 

Mal endémico reciente de películas de terror comerciales como El sereto de Marrowbone, Winchester o Musa (títulos con el que Blackwood guarda más de un parecido argumental y estético), consistente en que las carencias del guión se intentan paliar con una traca final de piulas, chinos, cohetes y demás productos pirotécnicos, digna del 4 de julio norteamericano y el 14 de julio francés juntos. Sí, sabemos que desde que el cine es cine, el subgénero de las casas encantadas ha de presentar al final un clímax fantasmagórico potente que amortice el precio de la entrada, pero si éste es la única razón del film y llegamos a él de forma atropellada y lo resolvemos torpemente sin haber creado una atmósfera adecuada sin un guión que lo justifique, resulta tan gratuito y vacuo como el episodio diez mil de un culebrón venezolano. Y si encima creemos estar ante una parodia de El baile de los vampiros pareciendo que en cualquier momento se van arrancar con una Mamushka, como es el caso, entonces apaga y vámonos.

Lo mismo sucedía en Winchester, aunque la historia presentada hasta llegar al pirotécnico clímax (la evaluación psiquiátrica de la Sra. Winchester) tenía más interés que la de Blackwood (las cinco adolescentes que juegan al “Club de los cinco”), y en cierta manera también en Musa, con la que Blackwood comparte la reivindicación del Arte al utilizar las artes (literatura, música, pintura y matemáticas –sí, y matemáticas-) como herramientas ensalzadoras de la inteligencia, la sensibilidad y el espíritu, para llegar a la genialidad del artista, aunque los artistas mencionados les vaya a sonar a chinos a los adolescentes actuales. Veremos cómo funciona Blackwood en taquilla, porque si funciona no será en ningún caso como película de terror, sino como película femenina para adolescentes, y por la popularidad que goza la novela “Down a dark hall” en Estados Unidos. ¿Popularidad que goza entre quién? Entre las chicas adolescentes.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: chicas adolescentes y  pre-adolescentes que se quedaron con ganas de seguir viendo Crepúsculos, Huéspedes, Divergentes y demás películas para niñitas.

No recomendada por Kuato a: quien quiera seguir recordando dignamente a Uma Thurman como Mia Wallace y la Novia.

Ego-Tour de luxe por: que tengan huevos de matar a algunos de los personajes (y hasta aquí puedo leer). Algo es algo.

Atmósfera turbínea por: que Rodrigo Cortés haya declarado que su inspiración para Blackwood ha sido Roman Polanski. ¿Ah sí? Pues mi inspiración para escribir esta crítica ha sido Roger Ebert.

 

BLACKWOOD. Estreno en Venusville: 03/08/2018.

 

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