BRICK entrevista a Rian Johnson: De ladrillo nada

De ladrillo nada Conozcan al el nuevo director de cine negro clásico para ser proyectado en sesiones matinales infantiles Por David Durden

<Sitges, 10.10.06. Recuerdo la carrera que tuvimos que pegarnos desde el Auditori de Sitges a uno de los cines del pueblo para llegar a ver Brick. Uno de nosotros de pronto se paró y preguntó “¿Pero qué coño nos toca ver ahora?” (sentimiento más que habitual en este festival), a lo que alguien respondió “Una peli de cine negro en un instituto”. Las caras de póker eran de retrato. Cuando salimos de la sala lo hicimos con la sensación de haber presenciado un clásico.

"¿Puedes creértelo? Estos paletos de Venusville creían que iban a ver una versión americana de Al salir de clase"

    El director, Rian Johnson, accedió a sentarse con nosotros a charlar un rato y comentar la cinta. “Como en las tiras cómicas Peanuts de Charles Shulz, nos ceñimos únicamente a los personajes infantiles, en este caso jóvenes. Así involucramos al público con los chicos al no mostrar el mundo de los adultos manteniendo la magia. Brick no es realista, pero los adolescentes se pueden identificar fácilmente con la trama ya que todo lo que nos pasa a esa edad parece tener una magnitud desproporcionada.”

   Hay una escena que nos pareció especialmente inteligente y adecuada en la que Brendan (el protagonista) y The Pin (el mafioso), están sentados comentando la literatura de Tolkien. Podrían haber hablado de un videojuego, un cómic o una película, pero en tiempos en los que un libro en manos de un adolescente es un concepto tan excepcional como un pitufo negro, la novela de Tolkien logra imprimir a la escena un aroma de atemporalidad y clacisismo exquisito.

   Johnson nos comentó el proceso de adaptar los arquetipos del noire a un instituto. Le resultó más sencillo de lo que esperaba, ya que el matón o la chica guapa, por poner algunos ejemplos fáciles, son sencillos de ubicar en ambos contextos. Del mismo modo y sin buscar expresamente el homenaje, escenas clásicas como la que telefonean a Bogart en El halcón maltéso la del piano de El sueño eterno le gustan y aparecen reflejadas en la película. 

   La cinta, además, cuenta con el premio conseguido en Sundance como apoyo principal, y el empujoncillo del papel de Emilie De Ravin (la mamá de Perdidos) como alicientes añadidos para el público. Sobre lo primero el director nos comenta que le fue muy útil para atar la distribución, y muy interesante el hecho de poder hablar con la gente directamente sobre el proyecto.

   A la pregunta de si Emilie aceptaría salir de cena con éste que les escribe, Johnson lanzó balones fuera y me invitó a consultar primero con el marido de la interfecta. Maldita sea, si uno ya no puede contar ni con la colaboración de un director de cine para meterse en la cama de una superestrella, ¿¡cómo pretenden que pueda pagar una hipoteca?!

Rian Johnson posa solito mientras Emilie De Ravin se queda en casa con su maridito 

   Hablando ya de otros temas, al director le preguntamos cuál sería su cásting estelar si pudiese haber filmado esta película en los años 40. Tras la consabida respuesta de que contó con el mejor cast del mundo para su proyecto, entró en nuestro juego y nos pidió de protagonista a Fred McMurray, para el papel del drogata a Peter Lorre, de malo a Claude Rains y para el especial rol de femme fatale a Mary Astor o a Veronica Lake.

   Comentando sus próximos proyectos, dijo tener en mente una peli de timadores en plan El golpe en la que dos hermanos ejercen de ladrones de guante blanco, que pese a practicar el crimen consideran cada trabajito una obra de arte. Será muy divertida, una mezcla de thriller y comedia y la hará con actores adultos. Más hacia el futuro apuesta por un proyecto de ciencia ficción en la línea de Blade Runner, con el cyberpunk como máxima referencia.

   Estaremos en guardia y atentos, porque visto lo visto, Rian Johnson es un personaje que merece ser vigilado de cerca./>

Rian Johnson, marcaje al hombre