CAZA AL ASESINO crítica: Sean Penn… a ni gloria

Sean Penn y Javier Bardem pegan en Caza al asesino unos tirillos por Barcelona entre sangrías

■ ROBERT THORNHILL

¡Hay que ver qué bien se vive bajo la protección del mesías gabacho del cine espectáculo y palomitero Luc Besson! Pierre Morel es uno de sus elegidos discípulos bajo cuya Caza al asesino es un ejemplo palmario de que la mano visionaria de Besson estaba presente en sus tres primeras excelentes obras de acción, y que una vez que el pajarito ha salido del nido no vuela muy recto que digamos. Cualquier intento de repetir el histrionismo testosterónico de Desde París con amor o Distrito 13 es pura casualidad, y no digamos ya si se ha intentado convertir a Sean Penn en el nuevo Liam Neeson, que en esa efectiva y grandiosa Venganza dejó de lado su anodino pasado y se convirtió en un nuevo héroe de acción capaz de encabezar blocksbusters como si de un Stallone o Statham estuviéramos hablando.

Caza al asesino es una serie B mala, sin gracia, con una historia muy rocambolesca y poco interesante que parece que sólo sea una excusa para hacer un tour turístico primero por el Congo para pasar luego por Londres, Barcelona y Gibraltar, llegando a un final apoteósico en que se tira del tópico demostrando una ignorancia supina de la realidad, montando una engorrosa escena de acción en una imaginaria plaza de Toros en Barcelona llena hasta la bandera, donde el toro se convierte en involuntario protagonista. Y todo para más gloria de un vigoroso y supermusculado Sean Penn, que en Caza al asesino se lo guisa y se lo come todo haciendo tanto de co-guionista, como productor y protagonista de la peli, lo que nos hace dudar de la libre dirección de Morel, porque ya sabemos que quien paga manda y Penn es un tío importante del negocio al que no se le debe poder decir ni mú.

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No sabemos si las intenciones del cabroncete de Penn (que actualmente se cepilla ni más ni menos que a la bella entre las bellas Charlize Theron) era montarse al carro de esos ilustres veteranos que prueban suerte en el cine de acción, como Pierce Brosnan con su Conspiración de noviembre, Kevin Costner con 3 días para matar, o Liam Neeson con su exitosa trilogía de Venganza, pero está claro que aunque pongamos los mismos ingredientes en la cazuela, la habilidad del chef y la calidad de los alimentos serán los que determinen si un plato es gustoso o no sabe a nada.

"Caza al asesino es una serie B mala y sin gracia que parece que sólo sea una excusa para hacer un tour turístico"

Y mira que Sean Penn después de su mala experiencia como action hero en la soporífera La intérprete, tendría que haberse dado cuenta que pese a que sus caras de asco y esa pose permanente de amargado y estreñido podrían convertirlo en un Jason Statham entrado en años, le falta esa chispa necesaria de los hombres de acción, esa capacidad de reírse de sí mismos y de soltar frases lapidarias que hagan esbozar una sonrisa después de alguna escena mamporrera. Y si a Liam Neeson le queda que ni pintado el traje de tío cansado, harto de todo y con la salud en la cuerda floja, como hemos vuelto a ver en la reciente Una noche para sobrevivir, creando una empatía con sus personajes, nada de eso ocurre con Sean Penn, quien pese a añadirle la condición de mártir y unos extraños problemas mentales, no hay conexión con él más allá de que sea el bueno de la peli y disfrutemos con sus trifulcas con los malos.

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Tampoco ha estado lucido quienquiera que haya hecho el cásting, que no nos extrañaría que haya sido el mismísimo Penn, porque ni su amiguete Javier Bardem (que hará pareja con su esbelta novia en The Last Face en el próximo drama africano que ha dirigido él mismo) ni Jasmine Trinca son secundarios que ayuden a olvidarnos del bodrio que estamos viendo. El uno porque exagera a más no poder su personaje (como es habitual en él), habiendo momentos que uno piensa que aún está metido en la piel de Silva, el malote gayer que puteó a James Bond en Skyfall. Y en cuanto a la chica florero de la peli, la Trinca, no es que sea un bellezón que nos provoque pensamientos lascivos precisamente. ¿Dónde están las Cindy Crawford de Caza legal o la Kim Basinger de Atrapados sin salida? Incluso esa Penélope Cruz deSahara nos hubiera servido para darle un poco más de morbo para hacer que ese trío amoroso con Bardem y Penn resultara más convincente.

Una peli muy soseras, pues, donde las conversaciones insulsas predominan sobre la adrenalina y que nos dejará roques a los quince minutos en nuestro sofá el día que llegue a la tele. Pierre, yo de ti volvería con el papi Besson, que éste sí que sabe qué hay que hacer para fabricar pastelitos deliciosos de fácil digestión, no como este thriller indigesto que acabas de perpetrar.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: aquellos que quieran hacer un tour guiado por alguno de los lugares más emblemáticos de Barcelona.

No recomendada por Kuato a: los antitaurinos que no soporten ver que se vuelven a hacer corridas en Barcelona.

Ego-Tour de luxe por: esos bíceps bien marcados de Sean Penn que no duda en mostrarlos a la mínima que puede. Es que para estar con Charlize Theron hay que hacer lo que haga falta.

Atmósfera turbínea por: ¿no había otra chica más sosainas que esta Jasmine Trinca para hacer de chica de acción? ¡Qué poco ojo!.

■ CAZA AL ASESINO. Estreno en Venusville: 22/05/2015