EL HIJO crítica: Superbad

Versión de Superman con un niño cabroncete haciendo de superhéroe terrorífico en El hijo

El género de superhéroes está tan de moda y copado por Disney, Warner y Fox (ahora ya también Disney) con los superhéroes de toda la vida como los de los Vengadores, la Liga de la Justicia y los X-Men, que ya no queda sino buscar nuevas alternativas a los eternos encapuchados voladores que salvan el mundo con sus superpoderes. Aproximarse a los súpers desde la realidad, la desmitificación o la parodia, son fórmulas que hemos visto recientemente en títulos como Glass, Chronicle o Shazam!, y en El protegido, Kick-Ass o Super antes que ellos. Historias de tipos normales que ejercen de superhéroes, que no saben que son superhéroes, o que descubren que son superhéroes, acaso la opción más interesante por todas las posibilidades que presenta...

Ustedes mismos, imaginen que un día se levantan descubriendo que son superhéroes porque tienen superpoderes como la superfuerza, la supervelocidad, rayos láser en los ojos y capacidad de vuelo. ¿Cómo utilizarían estos superpoderes? ¿Para hacer el Bien ayudando a ancianitas a cruzar la calle y rescatando gatitos de árboles de los que no saben bajar? ¿O en beneficio propio para ligar y ganar pasta, como hace por ejemplo Bradley Cooper en Sin límites? ¿O para vengarse de todos aquellos a los que tienen manía, como la profe de mates del instituto, el vecino que tiene un coche mejor, o el jefe que le putea cada día en el trabajo? En definitivas cuentas... ¿Serían ustedes un superhéroe o un supervillano?

"Cómetelo todo y te harás tan fuerte y malo como el Juggernaut"

Esa es la cuestión que analiza El hijo, lo que sucede si el bebé llegado a la Tierra en una nave espacial proveniente de un planeta del espacio exterior que le confiere superpoderes, es un cabroncete con malos instintos en lugar de un niño bueno y obediente. Si es un niño bueno y obediente de los que hace caso a mamá, se lo come todo y hace los deberes de cole cada día, se convertirá en Superman como Clark Kent. Pero ay, que si es un cabroncete que utiliza sus superpoderes para acosar a la niña que le gusta de clase, vengarse de la tieta que no le deja ver sus dibujos animados favoritos cuando le hace de canguro, y de los vecinos que le llaman bicho raro, se convertirá en un supervillano como el de El hijo.

" Intriga, suspense, tensión y muertes cafres que no tienen nada que envidiar a las de la saga Destino final conforman la guinda del pastel superheroico de El hijo "

Porque eso es precisamente lo que cuenta El hijo, la génesis de un supervillano que como Megamind toma conciencia de su poder desde pequeñito, y lo utiliza de manera inesperada debido a su corta edad. Y lo hace tomando a Superman como modelo, como su otra cara de la moneda, de manera desenfadada y sin complejos, reconstruyendo el mito en forma de cuento perverso. Un pueblo del medio oeste americano pariente de Smalville, un matrimonio de granjeros muy parecidos a los Kent, y unos planos que parecen directamente sacados del Superman de Richard Donner y El hombre de acero de Zack Snyder, que no hacen más que acrecentar la sensación de estar ante una parodia no humorística de Superman.

"Creo que no me ha quedado muy logrado el disfraz de Thanos"

Porque El hijo no es una parodia de Superman sino su versión terrorífica. James Gunn en la producción, con su hermano Brian y su primo Mark en el guión, y con David Yarovesky en la dirección, compone un relato de terror con vocación de serie B sin escatimar sangre y momentos gore, de esos que en las sesiones golfas de un festival especializado como Sitges, Terrormolins o Nocturna, el público asistente aplaude a rabiar. Intriga, suspense, tensión y muertes cafres que no tienen nada que envidiar a las de la saga Destino final conforman la guinda del pastel superheroico de El hijo. Momentos que no distan mucho de un slasher de los de psycho con careta y cuchillo, aunque aquí el psycho en cuestión sea un niño encapuchado con superpoderes.

Un producto original y entretenido, pues, que se aparta no sólo de las propuestas superheroicas al uso, sino también de las especiales que como la trilogía de El protegido o Chronicle, profundizaban sobre las distintas posibilidades que permite ser un superhéroe, al hacer esto y añadir el elemento de terror al mismo tiempo. La combinación de cine de superhéroes y cine de terror no es algo que se vea todos los días, por eso El hijo se revela como una rara avis y merece un obligado visionado. Los géneros están para romperse, ampliarse y experimentar con ellos, y El hijo hace las tres cosas. Y si no saben si es una película de superhéroes o una de terror no se preocupen, tampoco nadie sabe si las cebras son animales blancos con rayas negras o viceversa.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

Recomendada por Kuato a: niños buenos que hagan los deberes cada día, se lo coman todo y obedezcan a mamá.

No recomendada por Kuato a: niños cabroncetes que hagan novillos, apedreen perros y fumen a escondidas.

Ego-Tour de luxe por: la familia Gunn, que entre primos y hermanos directores, guionistas y productores, han demostrado no tener nada que envidiarles a los Wayans.

Atmósfera turbínea por: eso de que la nave llame al niño, y este oiga susurros de ultratumba como si estuviera en una rave satánica, sobra totalmente por ridículo.

■ EL HIJO. "Brightburn" (2019). Director: David Yarovesky. Guión: Brian Gunn y Mark Gunn. Reparto: Elizabeth Banks, Meredith Hagner, Matt Jones, David Denman, Jennifer Holland, Steve Agee y Elizabeth Becka. Estreno en Venusville: 24/05/2019.