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EL HOMBRE INVISIBLE crítica: Acoso invisible

Versión de El hombre invisible a cargo de Leigh Whannell sin científicos locos con la cara vendada

EL HOMBRE DE BOSTON

Aún va a resultar que pese a la parcialmente fallida Insidious: Capítulo 3, Leigh Whannell va a ser uno de los directores imprescindibles del panorama fantástico actual… Y eso que cuando Whannell visitó el Festival de Sitges en 2013 para presentar Insidious: Capítulo 2, no quería ni oír hablar de la posibilidad de que su trayectoria se separara algún día de la de James Wan, por dirigir éste proyectos de mayor envergadura que sus peliculitas de terror como guionista, como así ha sido con Fast & Furious 7 y Aquaman. De hecho, le aterrorizaba la simple idea de tener que dirigir Insidious: Capítulo 3 en ausencia de Wan, como así fue, porque éste pudiera estar liado con la saga rápida y furiosa.

Por eso, a partir del citado tercer episodio de Insidious, Leigh Whannell abandonó el nido de mamá gallina Wan, dejando de ser su guionista en sagas terroríficas tan revolucionarias como Saw e Insidious, y dio el salto a la dirección convirtiéndose en un director hecho y derecho capaz de anudarse los cordones de los zapatos él solito. Insidious: Capítulo 3 fue un debut que resultó anodino debido a lo desgastada que estaba la saga Insidious, por eso no fue hasta Upgrade que Leigh Whannell se graduó con mención cum laude como director de un guión propio, al presentar una propuesta original, fresca y sin complejos, que pese a contar con un ajustadísimo presupuesto se erigía como una de las obras más sugerentes del momento.

 

"Lo malo de interpretar al hombre invisible es que no sales en más de media peli"

 

Lo que con El hombre invisible se ha confirmado. Porque con esta nueva libre versión, Leigh Whannell hace de nuevo gala de su originalidad y se aparta inteligentemente de todas las versiones vistas hasta ahora, para contarnos con su voz propia una historia totalmente nueva. El hombre invisible de Leigh Whannell no cuenta la historia de un científico que descubre la manera de ser invisible y sucumbe a las más bajas pasiones, sino de un maltratador de género que inventa la manera de hacerse invisible y acosa a su pareja. Más que la historia DEL hombre invisible, esta es una historia DE UN hombre invisible. Un hombre invisible además, que presenta la novedad de no ser invisible corporalmente, sino de serlo por otro motivo.

El hombre invisible de Leigh Whannell no cuenta la historia de un científico que descubre la manera de ser invisible, sino de un maltratador de género que inventa la manera de hacerse invisible”

O sea que olvídense de ver (o en este caso digamos mejor de no ver) científicos locos en bata con gafas de sol y la cara vendada a lo H.G. Wells. Olvídense también de Kevin Bacon despareciendo por capas en la estupenda El hombre sin sombra, y de Chevy Chase ligándose a Daryl Hannah en la tontorrona Memorias de un hombre invisible, porque El hombre invisible de Leigh Whannell no se parece a ninguna de ellas. El hombre invisible de Leigh Whannell es una peli intimista, de bajísimo presupuesto como no podía ser de otra manera produciendo Blumhouse, con apenas un puñado de personajes interpretados por actores semidesconocidos (pregunten por la calle cuánta gente conoce a Elisabeth Moss), componiendo un drama terrorífico.

 

"Lástima que Kevin Bacon no estuviera disponible para repetir papel"

 

Un drama terrorífico que funciona la mar de bien si tienen ustedes suficientes tragaderas como para pasar por alto detalles cruciales no explicados (¿recuerdan la estilográfica que roba Hannibal Lecter para fugarse en El silencio de los corderos, pese a estar maniatado? Pues aquí hay unas cuantas así…), en buena medida gracias al tour de forcé interpretativo de Elisabeth Moss, que lleva el peso de toda la peli con cara de aterrorizada pese a no poder ver lo que le aterroriza. Buen recurso de dirección que crea terror a partir de una amenaza invisible sin necesidad de recurrir a espacios comunes y a las tan manidas y molestas estridencias de sonido para hacernos saltar de la butaca.

Porque el terror de El hombre invisible funciona con un ahorro de recursos acojonante, acorde con los cuatro duros y las cuatro cañas con las que se ha contado. Y es que al fin y al cabo, esta nueva versión es una peliculita, por eso tenemos ganas de ver cómo se desenvolverá Whannell en el remake de 1997: Rescate en Nueva York con un presupuesto más holgado. Esperamos que tan bien como Fede Alvárez al pasar de las pequeñas Posesión infernal y No respires a la gran Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte, si no le auguramos a Whannell una larga y fructífera carrera a la sombra de Blumhouse Productions, ofreciéndose en sus días de descanso ejercer de chico de los cafés en los rodajes de James Wan.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: Johnny Depp, por si la versión Dark Universe de Universal acaba saliendo adelante.

No recomendada por Kuato a: para quien un hombre invisible no sea un hombre invisible si no va con bata, cara vendada y gafas de sol.

Ego-Tour de luxe por: haber ideado la manera de ser invisible sin necesidad de caminar en pelotas por la calle.

Atmósfera turbínea por: que no expliquen lo que no explican y deberían explicar. ¿Cómo cojones…?

 

EL HOMBRE INVISIBLE. “The Invisible Man” (2020). Dirección y guión: Leigh Whannell. Reparto: Elisabeth Moss, Storm Reid, Oliver Jackson-Cohen, Aldis Hodge y Harriet Dyer. Estreno en Venusville: 28/02/2020.

 

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