Categorías

EL HOMBRE LOBO artículo

   

Defectos especiales

Si creían que el maquillaje y los efectos especiales de Buenas noches señor monstruo daban grima, échenle un vistazo a los de este Hombre Lobo 

 

   Dr. BISHOP    

   <Regresa el hombre lobo, uno de los mayores mitos de terror de la Universal, y la peli pues acojona, sí, aunque por la flagrante poca calidad del proyecto. Dejando de lado una dirección insegura que nunca decide por qué género apostar (¿acción palomitera? ¿terror gótico?), un montaje de todo menos sutil, una banda sonora hermana bastarda de la de Bram Stoker’s Dracula, unos actores otrora prestigiosos con pinta de no saber ni en qué plató se han metido, unos… Bueno, realmente dejando de lado ya prácticamente todo, esperábamos al menos unos efectos especiales decentes, y ni por ésas.

   No sabemos si producto de la maldición gitana inherente al personaje, o de una trampa saducea perpetrada por alguna mano negra, pero lo cierto es que el director Joe Johnston elige a la vez dos respuestas erróneas, y además opuestas entre ellas, para resolver el dilema de cómo utilizar los efectos especiales en este film.

 

HOMBRE_LOBO_artic_1.jpg

¡Pse! Nada que no hayamos visto ya en Un hombre lobo americano en Londres...

 

  Por un lado apuesta por un look retro, con una apariencia y un maquillaje artesanal que homenajean al hombre lobo primigenio encarnado por el gran Lon Chaney. Intención tan loable como suicida, porque al no actualizar lo más mínimo su diseño a los nuevos tiempos (y a los formatos de alta definición en color), el lupino antaño glorioso nos parece ahora un Espinete con chepa, un engendro (pero por lo démodé) menos emparentado con clásicos de la Universal que con clásicos de la risa tipo Teen Wolf (tampoco ayudan la camisa y el chalequito de serie).

   A diferencia de Underworld o En compañía de lobos, aquí se opta pues por mantener la forma íntegramente humanoide del monstruo, otra decisión respetuosa que sin embargo acaba cuestionando la espectacular transformación de hombre a monstruo, o al menos su sentido fisiológico. ¿A qué viene tanta dislocación de huesos y falanges, tantos berridos y muecas de cara a la galería, si total la forma humanoide no varía un ápice (bueno, si olvidamos la chepa)?

 

  "El lupino antaño glorioso nos parece ahora un Espinete con chepa, un engendro (pero por lo démodé) menos emparentado con clásicos de la Universal que con clásicos de la risa tipo Teen Wolf"  

 

   La cagada caliente final a esta “teoría del efecto especial artesanal” sería que Joe Johnston nos va por un lado de artista, asegurando en entrevistas no haber abusado del morphing por ordenador, cuando por detrás hasta un niño de teta ve cómo el realizador, con alevosía y nocturnidad de luna llena, recurre constantemente a CGI tan innecesarios como evidentes por lo mal paridos que están.

   Sirvan como ejemplos de mampostería pixelada unos animales más virtuales que Tron (¿Dios mío, acaso se nos han extinguido ya los osos y los ciervos?), la pelea final entre hombres “bobos” (peluches informáticos a los que sólo les falta darse de hostias con cojines para coronar su estupidez) o la risible cabeza final rodando por el suelo, que no se la salta un caballo de lo falsa que es. Insistiremos, si hace falta hasta el Tribunal de Estrasburgo, en la falaz digitalización de animales: no sólo es gratuita, es que es directamente ofensiva para la inteligencia del espectador.

   Resultado de todo el embrollo: unos defectos especiales de proporciones bíblicas. Y ahora Joe Johnston nos amenaza con dirigir la adaptación del Capitán América. Miedo, mucho miedo./>

 

HOMBRE_LOBO_artic_2.jpg

¡Ridiós! Si aquí no hay CGI por un tubo, que baje Stan Winston y lo vea

 

 

   

 ¿Desea saber más?

> EL HOMBRE LOBO ficha

> EL HOMBRE LOBO crítica: Un lobo muy contento y feliz

> EL HOMBRE LOBO photocall: Benicio del Lobo

> EL HOMBRE LOBO trailer

> HUGO WEAVING gente: Doble V de Weaving

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario