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EL INSOPORTABLE PESO DE UN TALENTO DESCOMUNAL crítica: Nic-Cage Van Johnson

Autoparodia de Nicolas Cage en forma de thriller para ahorrarse las facturas del psicólogo

EL HOMBRE DE BOSTON

Dicen que el punto de inflexión para combatir un problema es la toma de conciencia de la existencia de ese problema. Si eso es así, en el caso de una estrella en horas bajas, la catarsis consistiría en asumirlo personalmente y reconocerlo públicamente, y para ello nada mejor que la autoparodia. Bill Murray en Bienvenidos a Zombieland, John Malkovich en Cómo ser John Malkovich, y Seth Rogen, James Franco y sus coleguillas en Juerga hasta el fin, lo hicieron con cierta dignidad. Jean-Claude Van Damme en cambio, lo hizo elevado a la máxima potencia por partida doble en JCVD y la serie Jean-Claude Van Johnson, y así lo ha hecho también ahora corregido y aumentado Nicolas Cage en El insoportable peso de un talento descomunal.

La terapia consiste en interpretarse a sí mismo con humor y reírse (al menos de cara a la galería) de uno mismo y de su situación, que en el caso de Cage es para llorar. Nada menos que haber rodado una media de seis películas por año desde 2010, a cuál peor, para poder seguir poniendo un plato caliente en la mesa, tras haberse arruinado por un desmesurado tren de vida que incluía mansiones, castillos, yates y coches de lujo, con sus consecuentes problemas con el fisco. Nicolas Cage ha pasado de ser un reputado actor ganador de un Oscar, que trabajaba con directores de la talla de Martin Scorsese, Ridley Scott y Brian De Palma, y que encadenaba taquillazos como La Roca, Con Air y Cara a cara, a convertirse en el rey de los videoclubs de extrarradio.

 

"No tengas miedo, desde que hice 60 segundos que conduzco como Dios"

 

Aún así, a diferencia de otros actores caídos en el olvido como Steven Seagal o el citado Van Damme, Nicolas Cage siempre ha conservado la simpatía del público. Ya sea por su carisma o por sus marcianas elecciones (en estos años le hemos visto enfrentarse a brujas, gangsters rusos, guerreros medievales chinos, panteras digitalizadas y fantasmas, entre otros seres), siempre le hemos guardado un lugar especial en nuestro corazoncito (en nuestra devedeteca no, pero en nuestro corazoncito sí), y de ahí que la propuesta nos la tomemos con gracia, y al menos en su vertiente autoparódica, con Cage haciendo autocrítica sobre su carrera, perdiendo el culo por conseguir un buen papel con el que “regresar”, y apuntes sobre su desmesurado (e injustificado) ego, funciona.

“La terapia consiste en interpretarse a sí mismo con humor y reírse (al menos de cara a la galería) de uno mismo y de su situación, que en el caso de Cage es para llorar”

Otra cosa totalmente diferente es la parte de thriller. Irse a rodar a Mallorca un thriller de narcotraficantes que secuestran a la hija del President de la Generalitat de Catalunya (¡sic!), con Nicolas Cage reclutado por la patilla por la CIA para investigar a modo de infiltrado (como si los americanos supieran dónde está Catalunya y qué es la Generalitat…), Pedro Pascal dando la réplica como multimillonario excéntrico, y Paco León paseándose por allí con cara de Neng de Castefa, no se antoja el mejor de los escenarios para que la trama resulte, si no creíble, al menos convincente. Más bien diríase el argumento de una historieta de Mortadelo y Filemón, el trabajo de un grupo de una clase de bachillerato de viaje de fin de curso a Mallorca, o de un episodio de Aída.

 

"No jodas que creías que el flequillo que llevo en Ghost Rider era mío"

 

O sea, que de tomarse la peli como un thriller, aunque lo sea, o de tomárselo como un thriller digno, ya pueden ir olvidándose, pues la trama mortadelofilemoniana está puesta sólo como pretexto y vehículo de lucimiento de la autoparodia y de los chistes acerca de la filmografía de Nicolas Cage, la verdadera esencia de la peli. Mejor funcionaba la trama policiaca de JCVD con el atraco al banco y Van Damme tomado como rehén (a lo que ayudaba su tono serio en lugar del tono de comedia que emana la de El insoportable peso de un talento descomunal), aunque recordemos más el gag verbal de que Steven Seagal le birla un papel a Van Damme porque promete cortarse la coleta, que el atraco en sí.

En fin, esperemos que la terapia autoparódica funcione y ayude a Nicolas Cage a levantar cabeza para recuperar el status que nunca debería haber perdido, y que como se dice a sí mismo en la peli (literalmente, pero no les desvelamos cómo se lo dice, que luego nos acusan de spoileadores), elija mejor sus proyectos a partir de ahora, y a poder ser que elija menos. Aunque eso ya no es posible porque sólo en 2022 ya rueda cuatro películas y una serie (sí, sólo faltaba eso, ¡series!). Eso es la mala noticia. La buena noticia es que las cuatro pelis son un thriller, una de Drácula y dos westerns. Lo dicho: no ganará otro Oscar, pero seguirá siendo Nicolas Cage hasta el final. Nicolas Cage, genio y figura hasta la sepultura.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: ¿a quién va a ser? A los fans de Nicolas Cage, que como Hacienda somos todos.

No recomendada por Kuato a: quien desconectó de Nicolas Cage hace 15 años, o sea a partir de El señor de la guerra.

Ego-Tour de luxe por: el homenaje a Paddington 2, sí, una de las mejores pelis de la Historia que hay que reivindicar.

Atmósfera turbínea por: que la trama del thriller parezca una historieta de Mortadelo y Filemón.

 

EL INSOPORTABLE PESO DE UN TALENTO DESCOMUNAL. Estreno en Venusville: 17/06/2022.

 

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