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EL MAESTRO DEL AGUA crítica: Desenterrar al soldado aussie

Russell Crowe turistea por Estambul de la manita de Olga Kurylenko en El maestro del agua

SAPO

No me gustan las películas en que el actor protagonista hace también las veces de director. En general resultan proyectos demasiado personales, lo que va en contra de la creatividad, y, por otro lado, existe el riesgo de dispersión en ambas facetas. Pues, eso mismo ocurre en El maestro del agua, ópera prima de un Russell Crowe en transición artística. El resultado es definitivamente irregular.

De todas formas, este proyecto de Russell Crowe se explica perfectamente por el impacto emocional que tiene en la memoria colectiva australiana y neozelandesa el desastre de la batalla de Gallipoli en tierras turcas en 1915, durante la Primera Guerra Mundial. La mayoría de los soldados del Reino Unido en esa batalla eran de origen oceánico y tuvieron más de 300.000 bajas, entre muertos y heridos. Tanto es así que ya en 1981 el director Peter Weir dirigió Gallipoli con Mel Gibson de estrella. El acierto de Crowe ha sido tomar un enfoque diferente sobre los mismos acontecimientos y ofrecer una visión sobre las sus consecuencias a nivel humano y político.

 

"No te rayes por hacer de turca siendo rusa, que yo en Gladiator hacía de español"

 

La historia de la película es sencilla. Tres hermanos, hijos del granjero australiano Crowe, se enrolan como voluntarios en el ejército del Reino Unido para combatir en Europa durante la Primera Guerra Mundial, son enviados a combatir en la batalla de Gallipoli, y cuatro años más tarde, Crowe decide ir al lugar de los hechos para recuperar los cuerpos de sus hijos y llevarlos a tierra australiana. Sobre esta trama y sobre la especial sensibilidad de las cosas que tiene el protagonista a partir de sus habilidades como zahorí, se construye la aproximación a la realidad de la posguerra en Turquía, una vez el Imperio Otomano fue disgregado y ante la construcción de la nueva identidad turca.

"El maestro del agua es la ópera prima de un Russell Crowe en transición artística con un resultado definitivamente irregular"

¡Ah!, me olvidaba de la recurrente historia de amor, esta vez más imposible que nunca, entre el maduro granjero australiano y la joven viuda turca. Esta parte del argumento podría permitir clasificar a la película como de ciencia-ficción. No seremos tan atrevidos y lo dejaremos en el típico drama con trasfondo bélico. Aunque para ser una película con escenas de guerra, parece que el presupuesto de efectos especiales no debía ser muy holgado, ya que las escenas de acción tienen pocos medios y no están bien resueltas. Además, algunos efectos digitales sonrojan. Mejor les ha quedado la ambientación de la Constantinopla de principios del siglo XX, en el marco de bellas panorámicas de la capital turca, con la omnipresente presencia de la mezquita azul.

 

"Reconoce que en Noé estabas tan gordo porque te zampabas los animales de dos en dos"

 

En cuanto a las interpretaciones, poco que decir más allá de su profesionalidad. Si bien Russell Crowe está sólido en su personaje, quizás incluso demasiado marmóreo, Olga Kurylenko no da de mujer turca ni con burka. Por contra, la absurdidad en el comportamiento de la mayoría de oficiales del ejército de su graciosa majestad británica está muy gráficamente mostrado, a modo de alegato antibelicista. Curiosamente, los oficiales turcos salen mejor parados. En cambio, el personaje del niño, hijo de la viuda turca, que introduce a Russell Crowe en la sociedad otomana y propicia el acercamiento emocional entre los dos personajes principales, acaba por generar cierto repelús.

Por último, otra cosa que no soporto en el cine es la mención de "basado en hechos reales" con la que los guionistas hacen pasar por históricas situaciones completamente inventadas. Pues bien, El maestro del agua así también lo anuncia. Supongo que no será por la escena en que Crowe se saca un bate de criquet de la manga para hacer una demostración de tan británico deporte a los soldados turcos en el vagón de un convoy militar en ruta. Mejor hubieran puesto "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: los que piensan que viendo películas es como se aprende la Historia.

No recomendada por Kuato a: los fans del cine bélico, que echarán en falta más metralla.

Ego-Tour de luxe por: la escena que abre la película en que el maestro del agua encuentra una fuente subterránea y construye un pozo artesanal en el desierto australiano.

Atmósfera turbínea por: lo extraño que resulta que todo dios sepa hablar en inglés en la Constantinopla del año 1919.

 

EL MAESTRO DEL AGUA. Estreno en Venusville: 24/04/2015

 

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