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ETERNALS crítica: El sueño eterno

Peli coral de súpers Marvel que hará las delicias de los gafapastas que no conozcan a los Vengadores

RAY ZETA

Una de las críticas que suele recibir el MCU es que sus películas son muy parecidas, a veces incluso intercambiables, por tirar siempre con el tono comercial de entretenimiento familiar marca de la casa Marvel, de una plantilla que repite en cada uno de sus filmes la estructura habitual de planteamiento, nudo y desenlace, en forma de presentación de los personajes, detonante, conflicto, y resolución en forma de batalla final de la misma manera. Sobre todo en los primeros episodios de cada personaje. Sea Thor, Ant-Man o Black Widow, todos pasan por el mismo sastre o modisto, peluquero y maquillador, antes de presentarse al mundo, y de ahí que todas las pelis Marvel se parezcan tanto como Zipi se parece a Zape y viceversa.

Pero nos olvidamos de algo crucial: de que la plantilla que aplica la fórmula Marvel, combinada con su tono desenfadado-festivo-palomitero funciona. Los episodios del MCU serán parecidos, intercambiables o hasta clónicos, si quieren, pero en mayor o menor medida, todos (o la mayoría) son buenos. Por eso, cuando se deja la plantilla de lado y se exploran nuevas líneas, se corre el riesgo de cagarla y mucho, como ha ocurrido con Eternals. Los experimentos en casa y con gaseosa, pensarán todos los que criticaron en alguna ocasión la plantilla Marvel, mientras se tiran de los pelos hasta quedarse como el Profesor X, suspirando por la dichosa plantilla de marras…

 

"Creo que podemos olvidarnos de interpretar a Lobezno y Fénix en la nueva X-Men"

 

Porque lo que han hecho Chloé Zao y sus guionistas con Eternals, es transformar lo que debía ser (y tenía todo para serlo) una peli de superhéroes Marvel al uso, con su humor, sus personajes carismáticos, sus villanos molones, y sus batallitas familiares, en una obra de autor para gafapastas pedantes de cineclub europeo, aburrida como una carrera de caracoles, lenta como una fotografía y pesada como un ladrillo, repleta de personajes sosos y plastas, que más que superhéroes que deben salvar el mundo, parecen un grupo de terapia colectiva en reunión para contarse sus mierdas tras años sin verse. Más que una peli Marvel, Eternals parece una de las primeras pelis tochas de DC.

Chloé Zao se las da de autora sensible y profunda, y quiere traspasar esa sensibilidad y esa profundidad a sus personajes protagonistas, como si esto fuera una versión superheroica de Nomadland. Mucha sensibilidad y profundidad a base de gestos, silencios y miraditas en unos personajes que cagan mármol y mean granito (¿seguro que no ha dirigido Zack Snyder disfrazado de Chloé Zao?), que por resultar más fríos que el pingüino Chilly Willy sin bufanda, no logran transmitir ninguna emoción. Zao dota además al conjunto de una solemnidad tan forzada como innecesaria, y equivoca completamente el tono y el ritmo con tan poca puntería como es mearse fuera del váter. Que alguien le diga por favor a esta mujer que las pelis de arte y ensayo son en la sala de al lado, que ésta es la sala de los blockbusters.

Eternals es una obra de autor para gafapastas pedantes de cineclub europeo, aburrida como una carrera de caracoles, lenta como una fotografía y pesada como un ladrillo”

Porque nada funciona en Eternals, empezando por su premisa. ¿Seres de otro planeta (Olimpia), enviados hace 7.000 años a la Tierra para protegerla? Sí, claro, 7.000 años, por eso tenemos en el grupo una representación de todos los colectivos actuales, si no el Club de los Ofendiditos se enfada, y después del boicot que ha sufrido Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, no está la cosa como para ofender a nadie más. Por eso tenemos blanquitos, negritos, orientalitos y latinitos, y por eso tenemos también un gay y hasta una sordomuda que habla el lenguaje de signos (repito: seres de hace 7.000 años; la prueba es que ya se paseaban por Mesopotamia y Babilonia con sus trajecitos de súpers con colorines…).

Y encima protegerla sólo de unos bicharracos muy feos y muy digitalizados, los Deviants (mientras Thanos se pulía a la mitad de la población del planeta, ellos se echaban la siesta). El resto, más de dos horas y media de soporífera película, con encima las dos actrices con más gancho comercial, Angelina Jolie y Salma Hayek, desaprovechadas. Una por salir poco y la otra por casi no salir (que no es lo mismo). Media película para reunirse (o sea media película hasta que empieza la verdadera película), y media más en la que lo que más vemos son los conflictos existentes entre los miembros del supergrupo, sus rencillas, sus piques y sus mierdas. Cada vez tengo más claro que Chloé Zao no ha visto ningún episodio de Los Vengadores.

 

"Vámonos antes de que Chloé Zao nos haga rodar tres horas más para su Director's Cut"

 

Por eso a la hora de que cada uno despliegue sus poderes, nos la traen al pairo todos. Ni uno sólo de ellos ha conseguido empatizar con nosotros (¿cuántos posters de miembros de los Vengadores tienen? Unos cuantos. ¿Y cuántos de los Eternals tendrían? Ninguno). Kingo (Kumail Nanjiani) es el único que se diferencia por aportar la nota cómica, pero aún así está a años luz del carisma de Iron Man, el Capitán América, la Viuda Negra, Thor y demás Vengadores. Y eso que cada uno tiene su superpoder a modo de X-Men, desde el vuelo a la supervelocidad, pasando por el lanzamiento de rayos energéticos doctorstrangenianos. Pero ni por esas. El muro construido entre el espectador y los personajes, y entre la película en general, es a estas alturas insalvable.

Y ni la poca acción, ni el clímax, ni la resolución, consiguen la reconciliación, pues el espectador llega al final totalmente derrotado por la propuesta, postrado y desmayado en su butaca, como si le hubieran puesto ante sus ojos mediante el método Ludovico toda la filmografía de Kiewlowski. A diferencia de DC, que su universo superheroico empezó con los ladrillos de Zack Snyder, y se ha ido acertadamente marvelizando con títulos más ligeros como Wonder Woman, Aquaman o Shazam! Marvel ha sufrido el proceso contrario y se ha “deceizado” al pasar con Eternals a su fase más ladrilla. Eternals es de largo la peor película del MCU hasta la fecha, así que esperemos que en la Casa de las Ideas impere el sentido común, y que la nueva línea de autor plomiza no se haga eterna como su título.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: espectadores gafapastas pedantes que disfrutan viendo cómo crece una planta.

No recomendada por Kuato a: los fans de los superhéroes de toda la vida, que les parecerá estar viendo una obra de Chéjov.

Ego-Tour de luxe por: el escote de Salma Hayek, aunque en esta época de papanatismo de corrección que estamos viviendo, no quede bien decirlo.

Atmósfera turbínea por: que Chloé Zao haya confundido el cine de superhéroes con la Nouvelle vague en color.

 

ETERNALS. Estreno en Venusville: 05/11/2021.

 

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