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JESÚS FRANCO noticia: Adiós y Valhalla a Jess Franco

<La última vez que le vimos fue recibiendo un Goya de honor por toda si carrera en 2009, y ya entonces Jesús Franco iba postrado en una silla de ruedas debido a su frágil salud. Esta semana ha muerto a los 82 años de edad tras sufrir un ictus.

   Más de 200 películas (por lo bajini, ya que ni él mismo llevaba la cuenta), rodadas en todo tipo de idiomas, de todos los géneros, y firmadas con todo tipo de nombres y pseudónimos, conforman su legado. Cineasta de culto gracias a su aportación al cine fantástico español, Franco siempre se caracterizó por combinar cine de terror y cine erótico con el más bajo presupuesto. Gritos en la noche, de1962, es un buen ejemplo (Aberraciones sexuales de una rubia caliente, Mil sexos tiene la noche u Orgía de ninfómanas eran sólo eróticas aunque dieran miedo por otros motivos), como también lo son La muerte silba un blues o El secreto del doctor Orloff, ambas de 1964, y Las vampiras (1971) o La condesa negra (1973).

   Sin olvidarse de todas las que rodó con Christopher Lee, nuestras favoritas, y todos los subproductos que imitaban los clásicos de la Universal, como Fu-Manchú y el beso de la muerte, El castillo de Fu-Manchú (castillo que valga decir era el Parc Güell de Barcelona), El juez sangriento, El conde Drácula, La maldición de Frankenstein, Frankenstein contra Drácula o El hundimiento de la Casa Usher.

   Obras irresistiblemente casposas que Franco rodaba hasta de diez en diez en un solo año, combinándolas con sus películas eróticas, su otra pasión como director, en unos tiempos en que la letra “S” y los rombos televisivos acaparaban las clasificaciones: Dígannos si títulos como Aberraciones sexuales de una rubia caliente, Las orgías inconfesables de Emmanuelle, La noche de los sexos abiertos, Entre pitos anda el juego y El ojete de Lulú, no son también irresistibles.

   Al Pereira vs. Alligator Ladies, llegada a los cines de forma limitada el pasado 22 de marzo, ha sido su testamento póstumo, una obra en la que fusionó todas sus filias y parafilias como retablos de su carrera, Fu-Manchú, personajes fetiche como el del título, el erotismo, mezclado todo en el más puro cine low-cost cien por cien Franco.

   Actor, montador, compositor, guionista, ayudante de dirección (por ejemplo para Orson Welles en Campanadas a medianoche y la inédita Don Quijote), productor y director,  llamado el rey de la serie B y el inventor del cine casposo, y abiertamente venerado por cineastas de las generaciones actuales como Quentin Tarantino, para quien Franco siempre ha significado un referente, Jesús Franco fue en 2008 objeto de un homenaje organizado por la Cinemateca Francesa, titulado no por casualidad “Jess Franco, fragmentos de una filmografía imposible”./>

 

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Jesús Franco, genio y frikura

 

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