KRABAT Y EL MOLINO DEL DIABLO crítica: Más parado que el del Paralelo…

Más parado que el del Paralelo... Los jetos y los caretos medievales más feos y horrendos vistos desde El nombre de la rosa Por Mr. Moore

<Lenta, pesadumbrosa y carente de chispa. Resumiendo y hablando llanamente, queridos lectores, Krabat es un tostón considerable. Empezando por la presentación del mismo personaje protagonista, que es nefasta, plana, rollo cuento infantil de “Había una vez un chico llamado Mengano…” Y es que si uno bucea un mínimo por Wikipedia verá que, efectivamente, Krabat es una celebérrima y clásica fábula alemana, con mil y una adaptaciones televisivas, teatrales y demás, pero señores, esto aquí en Venusville nos importa un pimiento, todo el bagaje de obra clásica atemporal germana que pueda tener nos lo pasamos por nuestro marciano orto. La película es soporífera y punto.

"Putos troleros... ¡Nos dijeron que haríamos de Ojo Loco Moody y de Harry Potter!"

   Va de magia negra, hechizos y pactos demoníacos, pero ¡ah amigos!, no sale ni el fleco de un dementor, ni un mal tirado rayo, ni un djinn empalmado, ni una posesión con cara y ojos o un hechizo con algo de enjundia… Ninguna acción que haga trempar al espectador mínimamente exigente. Como mucho veremos luchas de varas (no piensen mal) al patético estilo Gandalf versus Saruman (léase como ahorro a mansalva de efectos especiales) y cuatro aburridos rituales y unas sosas metamorfosis a córvido y poco más.

   Como habrán deducido, el film ni destaca por el transfondo mágico, ni por ser una película de terror potable; no da miedo en ningún momento, a no ser que consideremos miedo el susto que nos pegamos al ver por primera vez a parte del elenco que gestiona el molino. Ojito con el staff, que parecen sacados de un casting para monjes de El nombre de la rosa descartados por demasiado feos (con alguna honrosa excepción). Los tipos más que miedo, dan pavor.

   El argumento por su parte es lentico y sobretodo repetitivo, cíclico, pero sin la gracia que le echaba Bill Murray en Atrapado en el tiempo. Cuando uno espera que pase algo, no pasa (un enfrentamiento directo con el mentor, una batalla campal entre los alumnos a base de hechizo va, embrujo viene…), y para colmo de males las historias de amor están metidas con calzador del ocho y tienen más patilla que Curro Jimenez y Carlos Menem juntos. El flechazo es tan tópico que es absurdo, y toda la trama del  noviazgo secreto y la moralina final de que el amor sincero acaba venciendo al Mal está más sobada que el busto de Sasha Grey...
 
 Brujería pues de cine Verdi y Renoir, adaptación literaria sin ritmo, y argumento sin un puñetero giro de guión que nos haga cambiar de pose en la butaca. Y lo peor de todo, al final no te explican ná de ná. ¿Qué pinta el brujo maloso regentando el molino de marras? ¿Quién narices es el Padrino, una especie de nazgul pasado por la escurridera que viene cada luna llena a buscar un saco de huesos? ¿Por qué la acción transcurre en un molino y no en una siderurgia homo, ya puestos...? Soberana pérdida de tiempo./>

"Pues yo creo que Ron Perlman como Salvatore es más feo que todos nosotros juntos"

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Condenada a alforfones
		Recomendada por Kuato a: pacientes con insomnio pertinaz, crónico y recalcitrante. Mano de santo, oigan.
		No recomendada por Kuato a: los fans de Harry Potter. En este molino no hay trolls en los lavabos ni se juega al quiddich.
		Ego-Tour de luxe por: la explosión final del dichoso molino. Disculpen el spoiler, pero oigan, que a gusto me quedé cuando el puñetero decorado salta finalmente por los aires.
		Atmósfera turbínea por: el germano-catalán Daniel Brühl. Desde que lo vi en Malditos bastardos como oficial nazi condecorado (el peor personaje de largo) no me pienso creer ningún papel posterior que le casquen.

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