LA MALDICIÓN DE LAKE MANOR crítica: La maldición de Title Invented Mazo

La maldición de Lake Manor, película italiana de terror sin terror, sin maldición y sin lago

■ EL HOMBRE DE BOSTON

Truco de manual de distribuidor avispado: llega con casi dos años de retraso una película italiana intimista con atmósfera fantástica que en ningún caso es de terror, sosa como una paella sin sal y más fría que el pingüino Chilly Willy sin su gorro y su bufanda, titulada Il nido (The Nest). ¿Qué hacer? Pues aprovechando la sequía de estrenos, estrenarla, pero antes esconder que es italiana, hacerla pasar por una película de terror puro y duro de casas encantadas, y titularla La maldición de Lake Manor aprovechando el éxito de series como La maldición de Hill House y La maldición de Bly Manor.

Triquiñuela comercial tan rastrera como colar un huevo Kinder como un huevo Fabergé. Porque Il nido (me niego a llamarla La maldición de Lake Manor) jamás se hubiera estrenado de no ser por la sequía provocada por la crisis sanitaria del puto jorobavirus y sus restricciones, y de estrenarse como lo que realmente es, una peli italiana que provoca menos terror que Padre no hay más que uno, barata y sin chispa, que ha pasado sin pena ni gloria por los festivales donde se ha proyectado, como Sitges y Locarno, no habría ido a verla ni el Tato, a no ser que el Tato se equivocara de sala.

"Ahora te bajaré los pantalones y te haré un jueguecito que te encantará"

La típica mansión victoriana de la campiña inglesa pero en la campiña italiana, con una severa madre que educa a su hijo paralítico cual recio sargento de hierro, con el servicio y visitas esporádicas, todos confinados sin salir al exterior como en un programa de Gran Hermano, y la inesperada llegada de una pizpireta adolescente que pone patas arriba la hasta ese momento estricta convivencia, y claro está, pone al chaval más palote que el mástil de una bandera. Esa es la propuesta que el director y guionista Roberto De Feo plantea durante todo el metraje, reservándose una sorpresa final.

“La maldición de Lake Manor es una peli italiana que provoca menos terror que Padre no hay más que uno, barata y sin chispa”

Una propuesta narrada con un tono que no se corresponde con el material de partida en ningún momento. No hay nada peor que una película que no es consciente de sus carencias y es contada con ínfulas de obra magna, y Roberto De Feo va sobrado de ambas cosas, de carencias y de ínfulas. Planos de mobiliario gótico, música clásica, atención especial a detalles que no la merecen (repasen la secuencia del cumpleaños, con esos primeros planos Lynchianos de los invitados masticando y la entrada de la tarta a cámara lenta), y un sinfín de planos tramposos apoyados en música tenebrosa.

"Es la última vez que me hacen el Pingüino"

Añádanle a eso el comportamiento grandilocuente de ciertos personajes, a cual más estrafalario (desde la misma madre al mad doctor, pasando por los dos guardianes de la entrada), y obtendrán un cóctel imposible de digerir por pomposo, impostado y poco creíble, cocinado a base de ingredientes exageradamente especiados para disimular una base sin sabor. Hasta llegar a la sorpresa final citada, tan tramposa como un pitufo verde, y tan gratuita e intragable como un chupito de alcohol de barril en un local de copas entrando antes de la una.

Prueben a reconstruir la película sabiendo la sorpresa, y comprobarán que nada o casi nada de lo visto es factible, hasta el punto de poder enumerar todas las incongruencias a lo largo de un rollo de papel de vàter. Ah, y no se dejen engañar por quien dice que Il nido es un homenaje al cine de terror italiano de los años 70. Los buenos títulos de terror italiano setentero, de directores como Mario Bava, Dario Argento, Lucio Fulzi o Pupi Avati, tienen terror, slasher, exploitation y erotismo divertidísimos. En Il nido en cambio, lo único divertido es que el mad doctor es clavado a Buster Keaton.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

Recomendada por Kuato a: quien quiera imaginar cómo hubiera salido Los otros con Nicole Kidman y el niño que se parecía a Andrés Iniesta, hablando en italiano.

No recomendada por Kuato a: fans de las series La maldición de Hill House y La maldición de Bly Manor. Aquí la única maldición que hay es la del título.

Ego-Tour de luxe por: la canción “Where is my mind?” de Pixies, aunque empiece a estar rayada de tanto oírla, que ya ha sonado en El club de la lucha, Cuerpos de seguridad, Toc toc y Lo que esconde Silver Lake.

Atmósfera turbínea por: que puestos a copiar títulos de series de casas encantadas como La maldición de Hill House y La maldición de Blay Manor, no salga ningún fantasma, ni que sea en forma de personaje vaciletas.

■ LA MALDICIÓN DE LAKE MANOR. Estreno en Venusville: 22/02/2021.