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LA MONJA crítica: Marilyn Monjon

Nuevo episodio del Universo Warren, con la monja de los Expedientes como estrella invitada

BETO

Para todo seguidor de las películas relacionadas de una forma u otra con Expediente Warren, el personaje de la monja no había pasado indiferente. De hecho, se esperaba con muchas ganas la película basada en ella. Sus apariciones en Expediente Warren: El caso Enfield y en Annabelle: Creation daban bastante mal rollo, pero faltaba ver si se conseguía construir una historia potente que acompañase al personaje en una película en la que fuese la protagonista absoluta. Ya teníamos la experiencia de Annabelle, que fue un bluff en toda la regla.

Mal empezamos porque el encargado del guión de La monja no es otro que Gary Dauberman, responsable de los panfletos de las dos entregas de Annabelle (se ve que es el especialista de mantener a flote spin offs de producciones taquilleras, aunque lo único que consigue es salvar los muebles de forma muy justita). En esta ocasión, James Wan, que sigue al frente de la producción, le ha confiado la dirección a Corin Hardy, director al servicio de la productora que no aporta mucho a la obra, y eso que nos convenció en su anterior trabajo visto en el Festival de Sitges de 2015, The Hallow, una historia de terror en los bosques irlandeses repletos de bichos típicos del imaginario de la zona.

 

LA MONJA: terror

"Debí hacerle caso a mi hermana y quedarme en American Horror Story"

 

No me andaré por las ramas: La monja es una producto de usar y tirar. Es cierto que Hardy consigue crear una atmosfera convincente y aterradora hasta cierto punto. También es un acierto trasladar la acción a Rumanía, como si se tratase de una película clásica de las del conde Drácula. El convento es un escenario más que interesante donde se desarrolla la acción. Hay cierta escenas realmente aterradoras, como la que se produce en la capilla cuando todas las monjas rezan para evitar la presencia demoníaca de la monja, o escenas chulas como la explicación de cómo los templarios cerraron el portal para evitar la presencia demoníaca...

"No me andaré por las ramas: La monja es una producto de usar y tirar"

Pero La monja peca, como muchas otras películas de su género, del abuso de los sustos repetitivos. A la que te despistas, y tras un breve giro de cámara, te encuentras a la monja pegada al cogote del protagonista de la escena. Una vez vale, dos también, pero más ya es abusar... No hay ni un atisbo de terror psicológico y todo se reduce a pegar sustos sin ton ni son. De hecho sigue el esquema de una película de casa encantada, cambiando la casa por el convento. Una lástima, porque con el personaje tan potente que es la monja, y teniendo un convento como centro de operaciones, se echa a faltar que no se haya realizado una película más blasfema, más turbia... Y con eso no me refiero a convertirla en una película de serie S de las que se hacían en los setenta, con monjas en ropa interior diciendo obscenidades mientras un diablo colorado de ojos saltones se ponía las botas con ellas... En La monja se aprovecha poco la combinación religión-espíritus malignos. Tal vez alguna misa negra, o un sacrificio humano...

 

LA MONJA: terror

"Al menos esta monja no se parece a Darth Maul como el fantasma de Insidious"

 

Tampoco los personajes clave de la película (la novicia, el sacerdote y el lugareño que los ayuda) dan mucho juego a la historia. Se dedican a pasear por el convento cayendo en diversas trampas de forma un tanto burdas. Como anécdota, no deja de ser divertido encontrarse a Taissa Farmiga en el papel de la novicia, ya que su hermana Vera Farmiga es la protagonista de las dos entregas de Expediente Warren. Se ve que todo queda en familia. Además, en este tipo de películas estamos cansados de encontrarnos con el sacerdote de turno que vive atormentado porque en el pasado realizó algún exorcismo o práctica similar que le salió rana. ¿Tan malo es el equipo de exorcistas del Vaticano que no hay ni uno presentable?

Poca innovación en la película, pues, que tal vez sirva para contentar a un público poco exigente que se olvidará de ella en muy poco tiempo. Da igual que no nos expliquen el por qué ese ser maligno actúa así. Tal vez sea mejor porque el despropósito podría ser aún mayor.  La monja es como una gaseosa, que desprende mucho gas al inicio (la desaparición de la monja, la presentación del convento a la llegada de los protagonistas), para acabar desbravada al cabo de un tiempo de estar abierta (la lucha final entre la novicia y la monja y su resolución es de vergüenza ajena), Eso sí, la cara de la monjita sigue dando mal rollo, algo es algo.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: Marilyn Manson. A ver si la monja es prima suya...

No recomendada por Kuato a: Whoopi Goldberg. No creo que encuentre voces para su coro en Sister Act.

Ego-Tour de luxe por: la escena de la capilla, con las monjas rezando a todo pulmón. De los pocos momentos inquietos de la película.

Atmósfera turbínea por: no entraremos en detalles, pero el cómo le planta cara la novicia a la monja en la escena final parece sacado de la peor serie B.

 

■ LA MONJA. “The Nun” (2018). Dirección: Corin Hardy. Guión: Gary Dauberman y James Wan. Reparto: Demián Bichir, Taissa Farmiga, Charlotte Hope, Bonnie Aarons, Ingrid Bisu y Jonas Bloquet. Estreno en Venusville: 07/09/2018.

 

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