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LA MUJER REY crítica: La reina leona

Viola Davis es la versión humana y femenina de Simba al mando de las Agojie, en La mujer rey

RAY ZETA

Quien quiera ver algo cien por cien fiel a la Historia (con mayúscula), que se vea un documental, que una película de entretenimiento no tiene porqué ser una lección de Historia (con mayúscula de nuevo). Lo que hace una película de aventuras históricas, sea Gladiator, Robin Hood o La mujer rey, es tomar un contexto histórico para contar una historia (con minúscula) ficcionada (repito: ¡ficcionada!) con sus buenos, sus malos, sus batallitas y sus romances, con el lícito objetivo de entretener. O sea, que los espectadores sanotes sin manías dispuestos a pasar un rato ameno y divertido, que vean La mujer rey, en cambio los cargados de puñetas en pos de la “exactitud histórica”, que vean un reportaje sobre las condiciones económicas y sociales en el África del siglo XIX.

Porque lo que hace La mujer rey es dar a conocer el ejército de las Agojie, pero no para hacer un retrato histórico de ellas, sino para contar una película de aventuras con ellas. Las Agojie fueron una unidad de guerreras africanas que por falta de hombres debido al comercio de esclavos (comercio que los mismos reyes africanos facilitaban para enriquecerse con los esclavistas), protegía el reino africano de Dahomey entre los siglos XVII y XIX, y lo hacían muy a la espartana, adoptando el uso de las armas y la guerra como forma de vida, con el juramento de dedicarse a ello hasta la muerte voto de castidad incluido, lo que las obligaba a no poder casarse y tener hijos. A cambio, disfrutaban de una buena posición social, ciertos privilegios (como un zona del poblado privada con spa y jacuzzi), y el favor del rey.

 

"Lo siento, Simba soy yo; tú puedes elegir entre Rafiki y Pumba"

 

La mujer rey narra así desde la perspectiva de la general del ejército Agojie (una Viola Davis muy metida en el papel, tan cuadrada como Gerard Butler en 300, pero demasiado mayor para el personaje: 57 añazos, y estamos hablando de principios de siglo XIX… Mejor hubiese quedado Lashana Lynch con sus 35), los enfrentamientos entre las Agojie y los reinos vecinos, y entre las Agojie y los esclavistas, los auténticos malos de la función. Todo bien adornado con  el adiestramiento de las reclutas pipiolas, algún toque melodramático familiar para añadir salseo rosa de programa de corazón, y algún toque romántico para añadir culebroneo de sobremesa. Pero no se asusten, que ni el salseo si el culebroneo empañan la acción de la peli, la verdadera esencia de La mujer rey.

“Si les gustó la parte de las Amazonas de Wonder Woman, con la reina Hippolyta y la general Antiope dando caña a los nazis, La mujer rey es su película”

Si les gustó la parte de las Amazonas de Wonder Woman, con Connie Nielsen como la reina Hippolyta y Robin Wright como la general Antiope dando caña a los nazis, La mujer rey es su película (suena a frase de promo pero no lo es). Aquí las Agojie no hacen el triple salto mortal a caballo, pero ni falta que les hace (como mucho la “Catapulta infernal”, y ya que estamos de Mundial, enviamos un saludo a los gemelos Derrick de Campeones) porque con una lanza o un machete les sobra para degollar, atravesar o cercenar (o las tres cosas a la vez) de un tajo a sus enemigos. Y es que si algo debemos agradecerle a La mujer rey es que no escatime en sablazos sangrientos. No es Braveheart, pero salpica más sangre de la que cabía suponer en una película con clasificación para mayores de 13 años.

 

"Ni se te ocurra presentarte al casting del nuevo James Bond, que antes voy yo"

 

Hasta tiene tiempo entre batallita y batallita de encontrar un hueco para la denuncia social: tanto la del tráfico de esclavos apuntando que los propios reyes africanos lo permitían pactando con los esclavistas para sacar tajada (aportando así un desconocido dato que ni siquiera la Amistad de Steven Spielberg tuvo en cuenta), como la del machismo imperante en las sociedades africanas del siglo XIX (no muy alejadas de las actuales), con prácticas habituales como la venta de las hijas para su matrimonio, la mutilación, o la trata de niñas en general. Pero todo el mundo tranquilo, que como ya he adelantado, jamás se pierde de vista que La mujer rey es una película de aventuras con sus soldados Agojie, sus batallitas y sus escenas de acción, y por eso los temas denunciados subyacen en el trasfondo.

Lástima que Black Panther y La mujer rey no sucedan en la misma época, pues nos perdemos un cross over cojonudo. ¿Se imaginan a la general Viola Davis discutiendo con la reina Angela Basset sobre cuál es el mejor extremo para cascar un huevo hervido, si el estrecho o el ancho, como los reinos de Liliput y Blefuscu de Los viajes de Gulliver? ¿Y a Lashana Lynch y a Lupita Niong’o haciéndose colegas y corriéndose una juerga que deja a la altura de un convento las de La cosa más dulce o Una noche fuera de control? O mejor aún: todas uniéndose a Queen Latifah, Jada Pinkett Smith, Regina Hall y Tiffany Haddish en su desmadrado viaje de Plan de chicas… Nada que objetar a una secuela de La mujer rey, pero después de ver Black Panther: Wakanda Forever, cualquier cosa antes que Black Panther 3.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: quien tenga un poster en su dormitorio de la reina Hippolyta y la general Antiope de Wonder Woman.

No recomendada por Kuato a: incondicionales de Black Panther con miedo a que las Agojie hagan sombra a las wakandesas.

Ego-Tour de luxe por: que ya puestos, Viola Davis no tire a un esclavista de una patada plana a un pozo, al grito de “¡Esto es Dahomey!”

Atmósfera turbínea por: esas casualidades familiares tan dickensianas que en una peli cuelan menos que Hellboy disfrazado de pitufo.

 

LA MUJER REY. Estreno en Venusville: 25/11/2022.

 

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