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LOS MUPPETS crítica: Antes conocidos como Teleñecos

   

Antes conocidos como Teleñecos

Gustavo, Peggy & Cia, se sacuden el polvo y
regresan pisando fuerte con un nuevo fichaje

Por Víctor Parkas

 

<Los Muppets ha conseguido no solo cumplir las expectativas que los fans teníamos, sino que las ha superado de una forma que solo se puede comparar a lo que hizo Zack Snyder en Amanecer de los muertos: coger el material original (de Romero, en este caso), aferrarse a su esencia y crear un clásico para las nuevas generaciones que a su vez vuelva locos a los fans de toda la vida. La premisa de la peli es así de sencilla: Walter, el fan número uno de los teleñecos, tiene que reunir a todos los muppets para montar un gran espectáculo con intención de recaudar dinero y así salvar el viejo teatro donde solían hacer sus actuaciones, que ahora está pendiente de ser derruido a manos de un malvado magnate del petróleo. Esta suerte de excusa argumental sirve de esqueleto para crear la película de muppets más madura, emocionante y redonda de todas las estrenadas hasta la fecha.

   ¿Qué hace superior a la nueva entrega por encima de otros clásicos de la peculiar saga como, por ejemplo, Los Teleñecos conquistan Manhattan, se estarán preguntando? Pues, contra cualquier pronóstico, TODO.  Para empezar, tanto el apartado técnico como el artístico son sublimes. Desde la dirección del film con una factura cercana a las (buenas) comedias de la factoría Apatow, pasando por una dirección de arte que bebe de los musicales clásicos de Minelli o Donen, hasta una banda sonora que cuenta con temas que ya optan al Oscar, la película no flojea por ningún frente.

 

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"De esta desbancamos a Bella, Edward y Jacob como terceto del año, fijo"

 

   El film tiene dos tramas bien diferenciadas: por un lado, la de los teleñecos y su odisea para levantar de nuevo el espectáculo y, por otro, la que explica el arco de crecimiento del personaje de Walter. La primera tiene los elementos que los fieles ya conocemos: humor fábrica de la casa (no es absurdo, es muppet) traducido sobre todo en elementos meta-cinematográficos y auto-paródicos (lo del “viaje por mapa” no tiene precio) que hacen reír a mandíbula batiente, volantazos de guión que ríete tú del cine de Shyamalan y momentos cercanos al cine spoof en la onda de Aterriza como puedas (la presentación de Gustavo, con ese coro móvil). Lo más interesante de esta trama es que expone una reflexión sobre el propio fenómeno de los teleñecos, los cuales han quedado como una anacronía que nada tiene que ver con el cinismo imperante en nuestros días. Ya desde el destino que han tomado las vidas de sus integrantes (Fozzie actuando en locales de mala muerte, Peggy y Gustavo separados…) vemos que las cosas han cambiado bastante desde que estaban en el candelero.

 

  "¿Qué hace superior a la nueva entrega por encima de otros clásicos de la peculiar saga? Pues, contra cualquier pronóstico, TODO"  

 

   Pero es la trama de Walter la que realmente lleva el peso dramático de la película. La estrecha relación que tiene con su hermano ha llegado a un punto en que, estando éste con pareja formal, ha de dejar de ser tan dependiente. Walter necesita encontrarse a sí mismo, su destino en la vida, crecer y convertirse en lo que realmente quiere ser. Para eso deberá superar sus miedos y resolver sus dudas. Y ya les aviso que la resolución y el clímax de su viaje no dejará indiferente a nadie. La reflexión sobre la trayectoria de los muppets también aparece en estos momentos de la película, empezando por que el personaje del que hablamos es un fan de los teleñecos. Esto hace que el espectador nostálgico tenga ya, a priori, una deuda emocional con Walter que le llevará a tener los ojos humedecidos al final de la cinta. Queremos spin-off de Walter y lo queremos ya.

 

 "Eso es, como nos decía Casimiro, que no era un Muppet pero casi"

 

   Si por algo se han distinguido estas creaciones de Jim Henson ha sido por saber adaptarse a todas las épocas. No hay más que ver los cameos de personajes de actualidad en sus producciones: si en los 80 podíamos ver en “The Muppet Show” a gente tan influyente como Johny Cash, el grupo Blondie o Mark Hammill coexistiendo con nuestros amigos de felpa, esta película no podía ser menos. Con la creciente popularidad que han adquirido las series de TV americanas, no es de extrañar que actores de Modern Family, Big Bang Theory o Cómo conocí a vuestra madre pululen por la película junto a otros como Jack Black.

   Y, dejando de lado el aspecto superficial, adaptarse a una época es conocer su entorno. No en vano, el cine infantil cuenta hoy en día con un nivel en muchos casos superior al cine pretendidamente serio (ponga cualquier título de Pixar aquí) y la gente que ha hecho esta película lo sabe. De hecho, lo saben tanto que han optado no solo por hacer la mejor película de la Rana Gustavo & Co, sino por crear un perfecto artefacto de reflexión sobre la identidad, el paso a la edad adulta pospuesto por miedo y, en definitiva, material tan potente a nivel antropológico que deja en evidencia con facilidad a cualquier otro film en cartel.

   Y además hay canción sobre el arcoíris. Vayan a verla./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Venus Hall of Fame
     
     
 
Recomendada por Kuato a:
Jim Henson. Estés donde estés.
     
 

No recomendada por Kuato a: los que piensen que deberían haber recreado a los teleñecos por ordenador. Mamelucos.

     
 

Ego-Tour de luxe por: la presentación del personaje de Walter: de quitarse el sombrero, ponérselo, y volver a quitárselo.

     
  Atmósfera turbínea por: que aunque se agradece que las voces de doblaje sean las que todos conocemos, es una pena que hayan traducido también las canciones, a cuál más buena en V.O.

 

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