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MEGALODÓN crítica: Un barco más grande no, un portaaviones

Jason Statham se enfrenta al tiburón más grande del cine como si fuera una sardina en Megalodón

RAY ZETA

Dwayne Johnson y Jason Statham tienen el problema de que son tan vaciletas, tan peleones y tan duros, que los productores de los grandes estudios ya no saben a qué enemigos enfrentarlos porque todos se les han quedado pequeños. De ahí que cada vez más los tengan que buscar fuera del género humano, y cada vez más se los tengan que inventar más grandes: en el caso de The Rock, el gorila gigante, el lagarto gigante y el hombre lobo gigante de Proyecto Rampage; en el caso de Jason Statham, este tiburón gigante de Megalodón. Ya lo ven, todo en modo gigante, ya que si dichos enemigos tuvieran el tamaño normal, tanto Johnson y Statham se los pulirían con media hostia y no darían ni para media peli. No nos engañemos, al final se los pulen igual, pero al menos así llenan las dos horas de metraje esperadas.

Y eso es Megalodón: Jason Statham contra un tiburón tan enorme, que ríanse ustedes de parientes como Mega Shark, SuperShark o Shartopus. Si para el tiburón de Steven Spielberg se necesitaba un barco más grande, para el de Megalodón se necesita una flota de portaaviones. Es lo mínimo para un cuerpo a cuerpo con Jason Statham, que en esta ocasión deja la pistola para agarrar el arpón, y cuelga el traje para calzarse bañador y chanclas, pese al riego de parecer un guiri de turismo por Salou. No es precisamente el mejor registro de Statham, a nosotros nos convence más en sus Cranks, Transporters, Mecánicos y Mercenarios, pero en fin, si en esta ocasión toca un tiburón gigante, pues un tiburón gigante, que si su colega rápido y furioso Dwayne Johnson se atrevió con los mencionados gigantes de Proyecto Rampage, él no va a ser menos.

 

MEGALODON

"Mientras no te pongan en bikini como a Blake Lively en Infierno azul, todo irá bien"

 

O sea, que como habrán podido adivinar, Megalodón es el típico blockbuster veraniego que promete acción, sol, mar y chicas en bikini, aunque no sea la adaptación de Los vigilantes de la playa y JasonStatham no aparezca corriendo a cámara lenta por la orilla embutido en un bañador rojo con un flotador a cuestas. Quizás por eso no acabe ofreciendo tanto sol, mar y chicas en bikini como promete, porque la película está dividida en dos partes: una primera mitad de rescate en las profundidades del estilo de Abyss: El secreto donde el sol brilla por su ausencia, y una segunda mitad en el exterior donde el tiburoncito de marras se convierte en el Coco marino, primero de los miembros de la tripulación y luego de bañistas anónimos. Dos partes tan diferenciadas en argumento, estética y calidad, que acaba pasando factura al producto cuando hacemos el balance final.

"Si para el tiburón de Steven Spielberg se necesitaba un barco más grande, para el de Megalodón se necesita una flota de portaaviones"

¿Adivinan qué parte de las dos es la buena? Pues pese a que podría parecer que en una peli de tiburones debería ser la parte donde sale el tiburón mordiéndole el culo a la gente, la parte buena es la del rescate a lo Abyss. Es la parte donde se presentan a los personajes (Jason Statham en modo "on" vaciletas) y se introduce el giro argumental que presenta al tiburón. Todo filmado a buen ritmo con grandes dosis de emoción e intriga, que hacen de ella un ejercicio de suspense encomiable. Sin embargo la parte del tiburón en alta mar es lo mismo de siempre pero mal contado (ahora el tiburón ataca el barco, ahora cae alguien por la borda, ahora parece que se salva y sí, ahora parece que se salva y no…), con más tiempos muertos que un partido de la LFA. Tanto Infierno azul como A 47 metros son mejores peli de tiburones que esta parte de Megalodón, no les digo más.

 

MEGALODON

"O me ponen con el bañador de Sacha Baron Cohen en Borat, o nada"

 

Y es que a pesar de contar con un presupuesto inferior al del departamento de zapatería de El Hobbit, A 47 metros, y sobre todo Infierno azul, son más fluidas, con más ritmo, y más emocionantes en sus ataques de tiburones que Megalodón, amén de más violentas y sangrientas, pues por inverosímil que pueda sonar, en Megalodón no aparece ni una sola gota de sangre. Hay muertes, sí, pero en su mojigato afán de llegar al mayor público veraniego posible manteniendo su clasificación de apta, el tiburón se come a la gente limpiamente como quien se traga una aceituna sin hueso en un aperitivo. En contraposición, lo que sí tiene es toques de humor que quedan como una patada en la espinilla, en la rabadilla y en la coronilla. Quizás sí que después de todo estamos viendo una libre adaptación de Los vigilantes de la playa… ¿O se trata de una parodia de Verano azul?

Suerte que ahí está Jason Statham para poner las cosas en su sitio, un Jason Statham que como siempre, come alambre de espino y mea napalm, además de desayunar aleta de tiburón todas las mañanas, por eso pese a la magnitud del tamaño del escualo, se enfrenta a él cuerpo a cuerpo como si fuera una sardinita… Megalodón se revela así como un blockbuster entretenidito por su propuesta, aunque inferior a lo esperado por la irregularidad que provoca tener dos partes tan diferenciadas y de calidad tan dispar. En su duelo particular con Infierno azul, la última gran película de tiburones, Infierno azul se impone a Megalodón por goleada como si un equipo de fútbol de Segunda B se impusiera en la Copa de Rey al equipo grande de Primera División, a pesar de la diferencia de millones en la plantilla. Además, en Infierno azul sale Blake Lively en bikini, y en Megalodón Jason Statham en bañador, así que ustedes mismos.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: quien ya haya visto Misión: Imposible - Fallout y Los Increíbles 2, los dos grandes estrenos del verano.

No recomendada por Kuato a: quien antes debe ponerse al día en pelis de tiburones, viendo clásicos como Sharknado, Sharktopus, Dinoshark, Megatiburón contra Crocosaurio, Sharkman y demás.

Ego-Tour de luxe por: que 43 años después, Tiburón aún sea la película de tiburones a batir.

Atmósfera turbínea por: que entre el Piraña de Verano azul versión oriental, la boda y el perrito Pippi, Megalodón acabe pareciendo una coña marinera (nunca mejor dicho).

 

MEGALODÓN. Estreno en Venusville: 10/08/2018.

 

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