MILLA 22 crítica: Caza al informante

Mark Wahlberg va a Indonesia a correrse una juerga con Iko Uwais a base de tiros en Milla 22

Parece que el matrimonio Peter Berg-Mark Wahlberg va para largo. Milla 22 es la quinta colaboración entre cineasta y actor, y para el año que viene tendremos Wonderland, así que esto tiene pinta de batir el record que posee Tim Burton enchufando a su ex-mujer Helena Bonham-Carter en buena parte de sus películas. No es que los resultados de este dueto sean malos, ya que sus trabajos anteriores son aceptables, sin llegar a estar hablando de grandes peliculones. De hecho, la carrera de Berg se puede resumir así: un director correcto que cumple a secas con su cometido. No fallará, pero no sorprenderá.

En esta ocasión, en Milla 22 nos encontramos a un Mark Wahlberg que tiene la misión junto a Lauren Cohan de trasladar a un informante de Indonesia desde la embajada americana hasta un aeródromo para enviarlo a Estados Unidos (ni más ni menos que Iko Uwais, el actor asiático del cine de acción más de moda tras sus papeles en Menrantau, Headshot y, sobre todo, las dos entregas de The Raid). Para conseguirlo, deberán realizar un trayecto de 22 millas repleto de peligros. Vamos, como un 16 calles pero en continente asiático. Una película de acción con intrigas políticas de por medio a la que el guión le resta puntos, ya que en ciertos momentos estamos confusos con lo que nos están explicando.

"Quedas detenido hasta que me enchufes en The Raid 3"

Problemas de guión aparte, vaya por delante que las películas de Berg normalmente tienen una ejecución más que correcta. Sabe cómo dirigir películas de acción, cómo combinar las escenas mostrándonos a los diversos participantes de las mismas en el momento exacto para que no nos perdamos la trama, y combinarlas de forma más que aceptable. A pesar de que la acción predomine, le gusta tomarse su tiempo mostrándonos los diversos escenarios. Pero en el caso de Milla 22 no acaba de estar fino. Desde el ataque en la casa de la escena inicial, que es un tanto embarullado, uno no puede evitar que esa sensación de confusión acompañe a lo largo de la película en varios momentos. El principal problema reside en que hay un exceso de cortes motivados por la insistencia de Berg en mostrarnos todos los puntos de vista de la escena, especialmente a John Malkovich y su equipo, que son los que se encargan de dirigir desde la distancia al pelotón que lleva al informante al aeródromo.

"En Milla 22 nos encontramos a un Mark Wahlberg que tiene la misión de trasladar a un informante de Indonesia desde la embajada americana hasta un aeródromo"

Hubiese sido más efectivo y agradable para el espectador ver al grupito de Wahlberg de una forma más continuada sin tantas interrupciones. Puede que se deba a que, como pasa en la realidad, con la ayuda de drones y satélites, desde los centros de operaciones se puede indicar a los soldados de turno por dónde ir y dónde se van a encontrar con peligro, y Berg nos ha querido mostrar que la guerra actualmente está teledirigida, como cuando se cargan a uno de los perseguidores disparando un misil cuando lo creen conveniente. De todas formas es excesivo el número de cortes por escena. Sin ir más lejos recuerdo una en un café donde se parapetan Wahlberg y los suyos, que llega a ser molesta pos la cantidad de saltos de personajes que se realizan.

"No sabía yo que la comida indonesia fuera tan especiada..."

El otro pero es desaprovechamiento de Iko Uwais, aunque cuidado, no me refiero a que sobre o esté mal. De hecho, sus intervenciones son de lo más destacado en Milla 22. El problema radica en que este tío es un artista en artes marciales, sus escenas de acción en The Raid eran largas y sin interrupciones, mostrando sus habilidades en largas peleas ante multitud de rivales (la escenas de la cocina y del patio de la prisión en The raid 2 son de lo mejorcito que he visto en tiempo). En cambio aquí, sus momentos estelares en los que podría demostrar sus habilidades, se limitan a dos escenas de acción que además están montadas un tanto caóticas y que no dejan que el actor se pueda lucir como se merece. Se ve que a los americanos no les gusta mucho alargarse en el cuerpo a cuerpo.

Tampoco Mark Wahlberg se salva de la quema. No acaba de convencer como agente sobreexcitado, con cara de mala leche toda la película, exaltado y malhumorado sin motivo aparente. Sin ir más lejos, en una escena le mete una bronca a un colaborador que no viene a cuento. Su personaje queda además difuminado, es el protagonista pero no acaba de serlo a pesar de los minutos de los que disfruta en la película. En conjunto Milla 22 funciona a secas como entretenimiento básicamente por sus dosis de acción, y porque Iko Uwais salva la película, además de por los tiroteos de la misma, que están muy bien. Lástima de lo comentado con el guión y el abuso de cortes continuados que generan confusión.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey