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MORBIUS crítica: Dr. Jekyll y Mr. Dracula

Nueva aproximación superheroica de Sony tras Venom con Jared Leto como vampiro guapetón

CHEMA PAMUNDI

El personaje de Morbius, subtitulado a menudo “el vampiro viviente”, nació a principios de los años 70 como villano de relleno para Spiderman y más tarde para Blade, y no fue hasta un par de décadas después cuando se convirtió en un antihéroe trágico con colección propia y cierto carisma. Lo de “vampiro viviente” fue una ocurrencia loca de sus creadores, el guionista Roy Thomas y el dibujante Gil Kane: Marvel les encargó que se inventasen “una versión superhéroica de Dracula” y ellos se sacaron de la manga a Michael Morbius, genio científico aquejado de una rara enfermedad degenerativa, que lleva a cabo un experimento para intentar curarse y acaba convertido en algo así como un chupasangres de Aliexpress, en lo que no deja de ser una reformulación del patrón de Dr. Jekyll y Mr Hyde, que ya a esas alturas estaba más que trillada y que la propia Marvel había explotado desde todos los ángulos posibles, con personajes como Hulk, el Lagarto... o el propio Mr. Hyde. Atendiendo a estas premisas con olor a refrito, no era fácil que la adaptación al cine de Morbius esquivase la mediocridad; y oye, no defrauda las expectativas: es de un mediocre que espanta.

La cosa aún sorprende menos si tenemos en cuenta que se trata de una producción de Sony Pictures, seguramente el estudio que ahora mismo anda más perdido en esto del cine de superhéroes. Fueron incapaces de dignificar a los 4 Fantásticos en tres largometrajes; desnortaron a un icono como Spideman hasta el punto de que la propia Marvel tuvo que venir al rescate; y en esta última etapa, en la que parecen querer centrarse en personajes de ética turbia y trasfondos que bordean el género de terror, como Venom o ahora Morbius, tampoco están sabiendo dar con la tecla.

 

"El objetivo del experimento es crear un suero que haga olvidar Escuadrón Suicida"

 

Morbius, en concreto, sufre de una estructura demasiado previsible, una factura visual cutrecilla, un serio déficit de momentos molones y ninguna voluntad de innovar. En lo conceptual es una película alcanforada y fuera de onda, llena de tópicos que quizás hubieran colado en los 90 (cuando el cine de superhéroes era aún un subgénero menor) pero no hoy en día; y el hecho de que su protagonista sea Jared Leto, actor que sigue teniendo el mismo aspecto ahora que hace 25 años (este sí que es un “vampiro viviente"), no hace sino reforzar esa sensación de estar viendo algo un poco trasnochado.

Muy poquitas cosas funcionan en Morbius, más allá de alguna escena puntual resuelta con cierto sentido del suspense, como el inquietante prólogo en la jungla con una cueva llena de amenazadores murciélagos, unas tortas a bordo de un barco que reproducen el episodio del Demeter de la novela Drácula en el que el prota se cruspe a toda la tripulación (con el guiño incluido de que aquí el barco se llame “Murnau”, en clara alusión al director del clasicazo del cine mudo Nosferatu), o el asesinato de una enfermera en un solitario pasillo de hospital utilizando, por una vez, la iluminación y los jump scares con cierto tino. Nada más. Pero es que nada de nada.

"Morbius sufre de una estructura demasiado previsible, una factura visual cutrecilla, un serio déficit de momentos molones y ninguna voluntad de innovar"

Por fallar, fallan todos los personajes: un protagonista sieso y antipático al que Jared Leto no consigue inyectar magnetismo; una novia florero que solo aporta spam a la narración (de nuevo, en la tradición más alcanforada del cine superheróico de hace tres décadas); un mejor amigo que le traiciona y se convierte en anodino villano, interpretado por un Matt Smith que intenta compensar su falta de sustancia ultragesticulando, y una pareja de agentes de policía que investigan el reguero de crímenes que se van sucediendo, y que quizás sean los dos tarambanas más olvidables que jamás hayamos visto en una película basada en algún cómic Marvel.

Aparte de eso, ni una puñetera gota de sangre en pantalla (en una historia de vampiros, ojocuidao), escenas de acción tan machaconas y confusas que tienen que acabar recurriendo a la cámara lenta para que te resitúes y entiendas lo que está ocurriendo, y ciertas ideas visuales que abusan del CGI de manera muy poco sofisticada, quizás la más ridícula de ellas el hecho de que los vampiros al moverse rápido dejen una estela de humo ectoplásmico... del color de la ropa que llevan. ¿Mande?

 

"Nada, que por más que lo intento, no me sale la Mirada Magnum"

 

Una historia como la de Morbius, por muy manida que esté, daba para explorar algún que otro claroscuro moral. Al fin y al cabo aquí tenemos a un científico con buenas intenciones pero pocos escrúpulos, que comete una gran cagada, se convierte en un monstruo asesino y empieza a sentir remordimientos que le llevan a intentar desesperadamente controlar su nueva condición, para intentar sacar algo positivo de ella. Sin embargo, ninguno de esos aspectos está tratado con profundidad, ni originalidad, ni gracia. Tampoco esto decepciona: si uno revisa la filmografía previa del director, Daniel Espinosa, se encontrará una colección de títulos, la mayoría de ellos thrillers, tan correctos como intrascendentes y poco imaginativos (el último de ellos Life, un saqueo evidente de Alien que está bien para pasar la tarde y ya). Morbius es solo un nuevo eslabón de esa cadena.

Cuentan que la película ha tenido una gestión complicada, llena de retrasos, problemas de financiación, y rodajes de escenas adicionales para tapar agujeros de guion. En manos de un equipo creativo con inspiración y valentía, semejante caos podría incluso haber acabado convertido en una gema que se atreviese a romper moldes. Espinosa se ha limitado a ejercer de picapedrero al servicio de la productora y entregar un trabajo lo bastante funcional como para poder ser estrenado y recuperar algo del dinero invertido. Su único sentido es servir como carta de presentación del personaje, a fin de poderlo introducir en el “spiderverso” junto con Venom, como más que probable antagonista futuro de Spiderman. Bueno, pues ya está hecho. La verdad, para este viaje no hacía falta tantas alforjas. El asunto se podría haber resuelto con 10 minutos de exposición en la susodicha peli de Spiderman en la que fuera a aparecer, y nos habríamos ahorrado este ejercicio de colesterol fílmico del todo innecesario.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: completistas del spiderverso.

No recomendada por Kuato a: cualquiera que procure ser selectivo con las películas de superhéroes para no acabar saturado. Esta te la puedes saltar tranquilísimamente.

Ego-Tour de luxe por: la melenaza de Jared Leto.

Atmósfera turbínea por: irse inventando “leyes vampíricas” sin ton ni son para luego contradecirlas a medida que el guion lo necesita. A ratos es una enfermedad contagiosa, a ratos no. A ratos tienes que morir para convertirte en vampiro, a ratos no. A ratos te entra la furia homicida si bebes sangre, a ratos si no la bebes...

 

MORBIUS. Estreno en Venusville: 01/04/2022.

 

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