NO DORMIRÁS crítica: A pierna suelta

Batiburrillo terrorífico de géneros cargaditos de café para no dormirse en No dormirás

Películas que investiguen los recovecos de la mente y los sueños, húmedos o no, hay unas cuantas: Mindscape, Origen, Minority Report, La celda, Escondido en la memoria, Dentro de mis sueños, Análisis final... Y Pesadilla en Elm Street, claro, por boicotear Freddy Krueger con sus garras el sueño de los jovenzuelos a base de decapitaciones y sangrientas cafradas de lo más variadas. En el clásico de Wes Craven los personajes se mantenían despiertos hasta lo indecible para evitar morir a manos del tipejo del jersey rayado mientras estaban en los brazos de Morfeo, y en No dormirás hacen lo mismo pero como experimento para una obra de teatro alternativo.

Porque la privación de sueño afecta la función cognitiva del cerebro, llevando al individuo (al menos en No dormirás) a un estado de seminconsciencia parecido al trance de un medium, a medio camino entre realidad e irrealidad, que les permite contactar con el más allá o tener alucinaciones sin necesidad de ingerir substancias psicotrópicas (la pasta que se ahorran en camellos se les va en salud, qué le vamos a hacer), lo que No dormirás utiliza para gestar un batiburrillo terrorífico con espíritus, posesiones y desdoblamientos, sin acabar de encontrar nunca el camino a seguir, y sin que el espectador sepa nunca a qué atenerse, pese a visionar la peli con la mejor de las voluntades.

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Demasiados subgéneros metidos a martillazos con tal de sorprender, apuntillados por una serie inacabable de giros argumentales finales, que ponen a prueba nuestra paciencia y que lo único que consiguen es que desconectemos, si no lo habíamos hecho ya a media peli al descubrir que la trama viaja en un coche sin frenos a un callejón sin salida, o decidamos dormir a pierna suelta en los últimos minutos de la cinta a modo de protesta, por navegar ésta como un velero tripulado por Rompetechos, sin saber adónde se quiere llegar. La cuestión es girar la tortilla cada medio minuto hasta llegar a las mil y una vueltas, pero el resultado es que con tanta vuelta y revuelta, la tortilla se acaba quemando.

"Demasiados subgéneros metidos a martillazos, apuntillados por una serie inacabable de giros argumentales finales, que ponen a prueba nuestra paciencia, en No dormirás"

Todo aderezado con elementos terroríficos de primero de cine para ir calentando el puchero hasta su ebullición final, como apariciones de caras con estridencia de música a modo de susto fácil. No dormirás visita lugares comunes del cine de terror, cogiendo cositas de aquí y de allá, algunas más reconocibles, otras menos, como los títulos "soñolientos" mencionados en el primer párrafo y de otros subgéneros del horror de ayer, hoy y siempre, como las casas encantadas, las posesiones y los fantasmas: House on Haunted Hill, Amityville, The Devil Inside, Insidious... Claven los posters de estas películas y otras similares en la pared, véndanse los ojos, lancen un dardo, y vaya donde vaya, acertarán.

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Y entre todo ello, emergiendo como indiscutible horror queen tras El orfanato, Los ojos de Julia y El cuerpo, aunque en No dormirás no exclame ni un solo grito, Belén Rueda como protagonista de la función que maneja los hilos, interpretando a su personaje como si estuviera declamando un texto del Tenorio. Y es que la ex Serrano ha ido perdiendo naturalidad con el paso de los años, y cada vez más recita sus frases con entonación impostada teatral, como si tuviera que llegar a los espectadores de las últimas filas. ¿Recuerdan la escena de Viaje a ninguna parte, en la que Fernando Fernán Gómez era incapaz de recitar una frase con entonación natural para el rodaje de una película? Pues a Belén Rueda le ocurre lo mismo.

Y aún un apunte más que le da a puntilla definitiva a No dormirás: su pupurri de acentos hispanos por ser una coproducción entre España, Argentina y Uruguay, que otorga a la película un aspecto muy poco serio. Y es que las coproducciones hispanoamericanas de cine fantástico nunca acaban de funcionar, será que su cúmulo de acentos, más propio de un campamento de verano con ganas de ligoteo que de una película, no encajan en el cine de terror. Y si a eso le suman propuestas ambiciosas con guiones enrevesados, y pobres presupuestos pese a su coproducción, como es el caso de No dormirás, los resultados son, cuanto menos, mediocres. Háganme caso y quédense en casa durmiendo a pierna suelta.

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

Recomendada por Kuato a: estudiantes de cine que consigan una beca para ir a rodar a Argentina. Aunque el proyecto sea cutre acéptenlo, que no será peor que No dormirás.

No recomendada por Kuato a: productores que tengan pasta suficiente como para hacer una peli sin combinar países. Así la peli será o sólo española, o sólo argentina, o sólo uruguaya.

Ego-Tour de luxe por: la actriz Eva De Dominici. Me pregunto cuánto habrá cobrado Belén Rueda y cuánto habrá cobrado ella.

Atmósfera turbínea por: que pese a su título, más de un espectador se pasó la peli durmiendo a pierna suelta. Y no es una trola para hacer el chiste.

■ NO DORMIRÁS. "No dormirás" (2018). Director: Gustavo Hernandez. Guión: Juma Fodde. Reparto: Belén Rueda, Natalia de Molina, Eva de Dominici, Germán Palacios, Eugenia Tobal y Juan Manuel Guilera. Estreno en Venusville: 15/06/2018.