Categorías

OPEN WINDOWS crítica: La ventana digital indiscreta

   

La ventana digital indiscreta

Nacho Vigalondo inventa un tutorial ofimático
revolucionario disfrazado de thriller high-tech

Por Ray Zeta

 

<Se dice que la primera película de un director es su presentación y que la segunda es su confirmación. En el caso de Nacho Vigalondo su primera película (Los Cronocrímenes) fue ostensiblemente mejor que la segunda (Extraterrestre), por eso era necesario un tercer dicho, el de "a la tercera va la vencida", para ver si acababa de confirmar, pero tampoco, ya que vaya por delante que Open Windows es la peor de sus tres películas hasta la fecha. Los Cronocrímenes fue un thriller paradójico-temporal con una virguería de guión que pese a sus numerosas incoherencias consiguió salir airoso del reto; Extraterrestre, una comedia romántica con el elemento fantástico como pretexto que no pasa de corto alargado simpático con aires de sitcom; y Open Windows es un thriller en un casi único espacio con un casi único protagonista, visto casi exclusivamente a través de una pantalla de ordenador. Demasiado ambicioso, quizás. Sí, a todas luces demasiado ambicioso.

   Un thriller que cumple todos los requisitos que le gustan a Vigalondo: pocos personajes, pocos espacios y poca variedad de acción, ya que es la misma set piece de principio a fin (si dirigirá algún día una peli convencional, es a día de hoy un enigma). Desde que Alfred Hitchcock inventara el thriller uniespacial con La soga, hemos visto tramas de intriga desarrolladas en su casi totalidad en barcos (Calma total), cabañas (Posesión infernal), habitaciones (La habitación del pánico), cabinas telefónicas (Última llamada), ataúdes (Enterrado), y conciertos de piano (Grand Piano), entre otras propuestas (a ver quién se atreve con una caja de cerillas). Ahora le toca el turno a un internauta frente a su ordenador sufriendo amenazas, coacciones, persecuciones, secuestros, disparos y explosiones, todo visto en todo momento a través de su monitor por webcam, chats, vídeos, y demás ventanas que se abren en la pantalla, lo que técnicamente es una propuesta tan original como arriesgada.

 

"¡Mecachis! Con tanta ventana he acabado metiéndome por error en porno de pago"

 

   Y una vez más, sus amiguetes. Por las imágenes que transitan por el ordenador podemos reconocer en cameos a Raúl Cimas, Carlos Areces, Eugenio Mira y él mismo, entre otros. El problema de Open Windows es que crea unas expectativas tan altas durante su primera mitad tanto técnicas como artísticas, que no es capaz de colmar en ningún momento durante su segunda. Nacho Vigalondo nos presenta una premisa interesante a buen ritmo y bien dosificada (sí, aunque debamos suspender la credibilidad como espectadores, igualito como tuvimos que hacer con Grand Piano), tan ambiciosa, como apuntaba al principio, que a partir del punto medio del metraje no sabe cómo continuarla, y mucho menos cómo acabarla. Igualito que si después de haber estado media noche trabajándonos una modelo para llevárnosla al catre con unas sensaciones inmejorables, cuando por fin la tuviéramos a punto de caramelo, no supiéramos qué hacer con ella.

 

  "Nacho Vigalondo nos presenta una premisa interesante tan ambiciosa, que a partir del punto medio del metraje no sabe cómo continuarla y mucho menos cómo acabarla"  

 

   Exactamente desde que Sasha Grey enseña las tetas (lo que no deja de ser anecdótico, viniendo del porno), la peli sufre un bajón del que ya no se recupera. Una caída de ritmo bestial, con irrupción de personajes ridículos (los hackers franceses, apareciendo primero como minions de Gru, y continuando luego como los "Manos blancas" de Oliana Molls), giros rocambolescos imposibles, decenas de falsos finales, y algún momento absolutamente imposible (estén al tanto del de Misión imposible y díganme si son capaces de cerrar la boca), hasta llegar a un final tan poco atractivo que nos deja con cara de tontos, preguntándonos si esta segunda mitad del metraje pertenece a la primera, o si se ha debido a un error de bobina al cambiar el rollo en la cabina. Sin contar claro, que con tanto cambio de espacio en movimiento, el seguimiento por webcam va tornándose cada vez más tramposo, disminuyendo también el impacto técnico y la frescura que emanaba en sus primeros minutos.

 

"Dime por qué teta quieres que empiece y acabemos cuanto antes"

 

   Y como protagonista absoluto, sin dejar de aparecer ni un nano-segundo en la pantalla del monitor, Elijah Wood, que tras Los crímenes de Oxford de Álex de la Iglesia, y Grand Piano de Eugenio Mira, filma su tercera película española (así que jóvenes directores españoles, ya lo sabéis, si buscáis un actor norteamericano amante de la sangría y la paella, a quien no le importe pasar largas temporadas en España, ese es Elijah Wood). Wood, abrochadito hasta el último botón de su camisa, como es en él habitual, con su carita de colegial que nunca ha roto un plato aún más habitual (sólo le falta la clencha alisada con la saliva de su mamá), aguanta sin esfuerzo el tour de forcé interpretativo que le supone la propuesta, y se come con patatas a una Sasha Grey con menos papel que parece perdida como un pulpo en un garaje, quizás porque por su calidad de actriz porno (ex actriz porno ahora) no está habituada a rodar con actores con tanta ropa en el set.

   Así que propuesta fallida a medias. Nacho Vigalondo hubiera necesitado un guionista que le ayudara a corregir el guión final. Veremos cómo trata la crítica a Open Windows, que se augura que no será nada bien (cómo más alto aspiras a subir, mayor batacazo te pegas si no eres capaz de coronar la cima). Lo que es una lástima, ya que tanto a nivel de originalidad como de desafío técnico, era una propuesta harto atractiva que abría un sinfín de posibilidades que desafortunadamente han acabado por malograrse parcialmente por no saber gestionar el ambicioso material que se tenía entre manos. A ver si a la cuarta, que debería ser la adaptación de “Supercrooks”, el cómic de Mark Millar que narra cómo un equipo de supervillanos dispuestos a dar su último golpe, elige España para perpetrarlo porque en este país no hay superhéroes. De ser así sería una peli convencional alejada de los experimentos cinematográficos que Vigalondo ha realizado hasta la fecha, lo que significaría el test definitivo de su valía como director. ¿Lo conseguirá? Venga Nacho, que tú puedes./>

 

 
INFORME VENUSVILLE
     
 
Sentencia Quaid:
Dos Caras Harvey
     
     
 

Recomendada por Kuato a: fans del cómic del “Las puertitas del Sr. López”. Open Windows vendría a ser “Las ventanitas de Elijah Wood”.

     
 

No recomendada por Kuato a: quien se pierda en el ordenador por tener abierto un documento Word, una web de consulta, y un vídeo del YouTube a la vez.

     
 

Ego-Tour de luxe por: a nivel técnico es un reto cojonudo, eso no hay quien lo dude, sobre todo en su primera mitad.

     
 

Atmósfera turbínea por: el momento Misión imposible. Si algún escribo y dirijo una película que no sé cómo acabar, ya sé cómo hacerlo.

 

 

¿Desea saber más?


   

> OPEN WINDOWS ficha

> OPEN WINDOWS imágenes

> OPEN WINDOWS tráiler


   

> OPEN... crítica: La ventana digital indiscreta

Nacho Vigalondo inventa un tutorial ofimático
revolucionario disfrazado de thriller high-tech

Por Ray Zeta


   

> OPEN WINDOWS premiere: Open Premiere

Con Nacho Vigalondo eclipsando a Elijah
Wood... y no digamos ya a Sasha Grey

Cine Capitol, Madrid, 30.06.14


 

> OPEN WINDOWS sumario

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario