SITGES 2009: NÚMERO 9 crítica

Mambo Number Nine ¿Conocen el corto 9? Pues Número 9 es exactamente lo mismo mismito con 70 minutos más Por Ray Zeta

<Para todos aquellos que conocíamos el corto 9, escrito y dirigido también por Shane Acker, este 9 versión largometraje nos ha dejado una cara de pamplina que ni la de Buster Keaton. Con 9 el corto, Shane Acker apuntó unas maneras de narrar una historia dignas de todo un Orson Welles de la animación. En menos de diez minutos nos mostraba con un imaginario con tantos detalles mostrados como sugeridos, la lucha por la supervivencia de un robotijo simpático en un futuro postapocalíptico dominado por monstruos mecánicos. 9 el corto se quedaba corto, valga la redundancia, y pedía a gritos convertirse en un largo en el que su creador pudiera desarrollar la historia y los personajes dando rienda suelta a su creatividad.

   Así lo creyeron también Tim Burton, Jim Lemley y Timur Bekmambetov (productor y director de de Wanted respectivamente), quienes ejerciendo de productores le sirvieron a Acker la posibilidad de transformar su ópera prima en largometraje sin reparar en medios, cediéndole incluso a Pamela Pettler (guionista de La novia cadáver y Monster House) y a Danny Elfman, como quien cede un futbolista a otro club para un par de temporadas.

"¡Je! Como esto ya lo hacía en el corto, me sale de coña"

   Bien, pues visto el resultado, más les hubiera valido invertir su dinero en programar el corto para que se repitiera ocho veces seguidas,  porque Número 9 la película es E-X-A-C-T-A-M-E-N-T-E lo mismo mismito que 9 el corto. Shane Acker y Pamela Pettler se han limitado a estirarlo como si de una cuerda elástica se tratara añadiéndole más paja que la que llevaba Worzel el espantapájaros, y eso, teniendo las posibilidades con las que contaban, no tiene perdón de Kuato. La única novedad introducida que se salva es la que explica las circunstancias que justifican la existencia de robotitos con vida propia (explicación que no dura más de cinco minutos), el resto de material añadido sirve exclusivamente para marear la perdiz hasta alcanzar ochenta minutos.

   Así que tras mostrarnos el nacimiento de Número 9 (copiado en parte dicho sea de paso de Eduardo Manostijeras), y contarnos que estamos en un futuro deudor de una época con regusto a principios de siglo XX, tal como pasaba en Sky Captain y el día del mañana, el resto de novedades no hacen más que repetir el cortometraje de manera corregida y aumentada. ¿Que en el corto salían dos robotijos? Pues ahora hay siete más, entre los que destacan uno que hace de malo clavado al obispo cabrón de Lady Halcón, y una sosias de la Trinity de Matrix. ¿Que en el corto salía un monstruito mecánico? Pues ahora salen tres (pterodáctilo de Jurassic Park incluido por la cara), y los combates con ellos son, por supuesto, más largos, más ruidosos y más confusos. Y si antes los personajes iban a un sitio, pues ahora van y vienen de él tres veces (igualico, igualico, no como el difunto de su agüelico, que decía la abuela de Agamenón, sino que Jack Sparrow y su troupe yendo y viniendo entre barcos en PdC3).

"Si conseguís un carromato y un tambor, os dejo reproducir la escena de Los señores del acero"

   Súmenle a todo esto que tampoco han aprovechado las posibilidades que les brindaba el largo para estructurar el guión de manera ordenada (cuando Número 9 aparece, ya están todos a media aventura sin que se nos explique contra qué se enfrentan los protagonistas), y que el final es nuevamente una copia de su obra predecesora, tampoco sin justificar, ruin y tramposa que nos intentan colar como final feliz (por mucho que se liberen las almas de los caídos en  combate, éstos siguen muertos, ¿no?).

   Así que como decía Antony Blake, no le den más vueltas, visionen el corto en vez de la película y ahorrarán tiempo y dinero. Es un consejo del Diario de Venusville./>