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SITGES 2015: VULCANIA rueda: El club de la lectura

Rueda de prensa de Vulcania con la disertación sobre las diferentes lecturas de la película

RAY ZETA

Todos los años en el Festival de Sitges hay una rueda de prensa de cine patrio tan multitudinaria en cuanto a invitados, que la mesa se queda pequeña para acogerlos a todos y se tiene que alquilar el hall del hotel Melià para celebrarla. El año pasado fue la de Musarañas y este año ha sido la de Vulcania. Bueno, lo del hall del hotel Melià es un decir, pero por poquito, porque entre el director José Skaf y los actores Miquel Fernández, Aura Garrido, José Sacristán, Ginés García Millán, Ana Wagener y Sílvia Abril, más algún productor que se ha apuntado de polizón (donde caben quince caben dieciséis es su dicho), comprenderán que la sala Llevant se haya quedado pequeña como una cabina telefónica.

Lo bueno de estas ruedas tan humanas (en el sentido del gran número de humanos invitados) es que la atmósfera acostumbra a ser muy buena reinando el buen rollito entre todos los asistentes. Todo es ji-ji-ja-ja y ja-ja-ji-ji con bromitas aquí y allá y sonrisas por doquier, lo que provoca que el ambiente se mantenga distendido durante la media hora larga que dura el encuentro, pudiendo tratarse temas serios sin llegar a ponerse demasiado ídem, como sí ocurre cuando sólo hay dos gatos. Ese ha sido el caso de Vulcania, película que aparte de contar una historia enmarcada en la ciencia ficción, da lugar a una lectura política que crítica los gobiernos dictatoriales, tema por el que se ha empezado preguntando al director José Skaf.

 

Vulcania: ciencia ficción

"Hemos titulado la película Vulcania en homenaje a los vulcanianos de Star Trek"

 

"Nunca nos quisimos posicionar políticamente", responde el director, "utilizamos una ambientación atemporal para que fuera universal y que la gente encontrara paralelismos con la realidad". A lo que el actor protagonista Miquel Fernández, conocido en la casa por su participación en el culebrón autonómico La Riera añade: "Ésta es una película que habla del miedo que nos ha tocado vivir en la sociedad en que vivimos y del miedo a revelarse contra el poder establecido". Gran afirmación que José Sacristán aún apuntilla con una última: "La intención de la película no es hacer una crónica social y política de un tiempo y un lugar determinado, eso se desprende en un tercer nivel de lectura, en primer lugar ésta es una película de géneros que apuesta por atmósferas y espacios".

"Ésta es una película que habla del miedo que nos ha tocado vivir en la sociedad en que vivimos y del miedo a revelarse contra el poder establecido"

Se nota que José Sacristán supera a todos los presentes juntos en popularidad y prestigio, y por ello se siente el respeto que le profesa la prensa. Sólo falta dirigirse a él como "don José", pero la rueda continúa y se le pregunta al director por las similitudes entre el futuro distópico que muestra en su película con los vistos en éxitos recientes de cine “fantasteen” como Los juegos del hambre, Divergente o El corredor del laberinto. ¿Las tuvieron en cuenta? No, por supuesto que no, las respeta enormemente pero nunca significaron un referente. ¿Tampoco El bosque de M. Night Shyamalan por eso de una comunidad aislada del mundo? "El bosque sí, obviamente, tanto yo como el guionista somos fans de Shyamalan. Empezamos escribiendo una historia y a partir de cierto momento nos dinos cuenta de que nos estábamos acercando demasiado".

 

Vulcania: ciencia ficción

"Nuestro vulcaniano favorito es Eric Bana en el remake de Star Trek"

 

La rueda ha seguido con preguntitas de rigor a todos los invitados para que todos tuvieran su minutito de gloria. Que qué le supuso a Ginés García Millán interpretar al villano de la función, que si Ana Wagener cree que su personaje simboliza un enfrentamiento entre la figura del hombre y la mujer, que si creen que la religión es el medio que se utiliza para controlar a la masa popular... Que los preguntados optan por responder con respuestas de manual para salir en la foto dignamente: para Ginés García fue un regalo, para Ana Wagener el poder va más allá del sexo de quien lo ejerce, y José Skaf no se moja con el tema de la religión (que hasta ahora vamos muy bien y no es cuestión de estropearlo) y deja esa respuesta al público.

Mientras, Sílvia Abril va soltando todas las gracietas que puede con más buenas intenciones que buenos resultados, como que su papel es el que hubieran querido todos los actores, que quiere una secuela en la ciudad, y que lo mas futurista de la película es cuando ella cocina un pollo al horno. José Sacristán hace gala de su cultura cinematográfica con contundentes sentencias: "La relación de la ciencia ficción y su traslación a cuestiones políticas y sociales viene ya desde el principio de los tiempos". Y Miquel Fernández bromea cuando se le recuerda que en Vulcania es capaz de mover objetos metálicos con la mente, igual que Magneto en las pelis de los X-Men.  "Si Ian McKellen tiene poderes", puntualiza, "¿por qué no voy a poder tenerlos yo?".

 

VULCANIA-rueda-3

"José Skaf y José Sacristán, vulcanianos honoríficos del Diario de Venusville"

 

SITGES 2015

 

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