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SITGES 2018: MANDY rueda: Nicolas Cage, la princesa protegida

Nicolas Cage presenta Mandy, aunque Mandy sea lo último de lo que se hable en la rueda de prensa

RAY ZETA

Decía Matt Damon en Rounders que en todas las partidas de póker hay un primo, y que si durante la primera hora de partida no descubres quién es el primo, es que el primo eres tú. Pues en el festival de Sitges sucede lo mismo pero con estrellas. En cada edición del festival hay una estrella, y si el invitado que asiste a presentar su película no identifica quién es la estrella de ese año, es que la estrella es él. En 2016 fue Max von Sydow, el año pasado Susan Sarandon, y este año lo está siendo Nicolas Cage, quien está viendo que ni Ed Harris, ni Ron Perlman le arrebatan el título. Nicolas Cage es la estrella de Sitges 2018, y eso se refleja en la expectación que refleja a su paso, la hora larga de retraso con la que ha empezado la rueda de prensa, y la sobreprotección que le dispensa el propio festival.

Protección tanto física como oral, no sea que se enfade…. Y es que ayer mismo surgió la noticia de que ha sido denunciado por presuntos abusos sexuales, y por eso han estado a un plis de suspender la rueda. A Kuato gracias que no lo han hecho y hemos podido disfrutar así de la presencia del gran Nicolas, quien pese a haber estado los últimos tiempos rodando media docena de películas al año, la mayoría de ellas bodrios como panes, ha generado en todos los presentes la ilusión digna de la groupie que se cuela en el camerino del artista. A su lado, el director de la película presentada Mandy, Panos Cosmatos (hijo del stalloneano George P. Cosmatos), ha asumido estoicamente su condición de invitado de piedra, porque nadie parecía acordarse de que Cage venía a presentar una película, ya que la mayoría de las preguntas se han dirigido hacia su persona.

 

"No les importa que Panos eche una cabezadita mientras me preguntan, ¿verdad?"

 

¿Decía que la organización está sobreprotegiendo a Nicolas Cage? Pues eso ha quedado claro ya en la primera intervención de la mesa, obviando la parte de una pregunta que ha considerado que podría ser ofensiva. ¿Estos papeles tan pasados de rosca a los que nos tiene acostumbrados, los acepta porque le divierte interpretarlos o porque poderoso caballero es don dinero? Después de que la traducción corriera un tupido velo en la segunda parte de la pregunta, Cage ha respondido que en el caso concreto de Mandy, un papel violento como pocos (no en vano aniquila salvajemente a una banda de motoristas y a una secta religiosa de iluminados con un hacha, una ballesta, una sierra mecánica y sus propias manos), el papel es más disfrutable que divertido, pues a pesar del dolor del personaje también hay espacio para el sentido del humor.

“Nicolas Cage es la estrella de Sitges 2018, y eso se refleja en la sobreprotección que le dispensa el propio festival”

Valga decir que Nicolas Cage se ve mejor físicamente de lo que se esperaba. Estirado o no, injertado o no, la verdad es que está hecho un figurín a sus 54 años. Un figurín artificial, si quieren, pero un figurín al fin y al cabo. Y mucho más simpático de lo que la rueda permitía, pues era tanto el respeto escénico que se respiraba en la sala, que los intentos de la estrella de Living Las Vegas por soltarse y desmelenarse, han quedado frustrados por la seriedad y sosería de las preguntas formuladas. En lugar de preguntarle por ejemplo por La Roca, Con Air o Cara a Cara, se le ha preguntado por la influencia que ha ejercido en él el expresionismo alemán, a lo que ha respondido que como su padre proyectaba en casa clásicos como Nosferatu, Metropolis y El gabinete del doctor Caligari, esas imágenes jamás le abandonaron, y las ha utilizado en ciertos momentos de su carrera como en Besos de vampiro o Hechizo de luna.

 

"Mientras no me pregunten por el peluquín de Ghost Rider, lo que quieran"

 

Y de repente… el horror. Un periodista metomentodo, descortés y desconsiderado, ha tenido la terrible, horrible y horripilante ocurrencia de preguntar sobre la denuncia de sus presuntos abusos sexuales. ¿Pero qué se habrá creído? La noticia es de rabiosa actualidad y apenas hay información al respecto, sería pues correcto pensar que es de buen profesional preguntarle al inculpado si tiene algo que decir, pero aún así, ¿qué se habrá creído?, ¿cómo osa preguntar algo que puede incomodar a la estrella de este Sitges 2018? Aquí se viene sólo a echar florecitas, claro está, por eso la mesa ha intentado tapar la pregunta, aunque Cage ha respondido por iniciativa propia. Ya ha dicho todo lo que tenía que decir al respecto, ha declarado, añadiendo que no hay nada cierto en todo eso. “Próxima pregunta”, ha espetado la mesa sin traducir la respuesta de Cage, y rápido y corriendo haciendo ver que esa cuestión nunca ha aparecido, se ha cambiado de tema.

¿Han distorsionado las redes sociales el concepto de estrella de cine? Claro, ahora cualquier persona puede ser famosa sin necesidad de dedicarse a una modalidad artística. ¿Cómo se preparó para la escena del duelo con sierras mecánicas? ¿Pasará a la historia del cine como han pasado los duelos con sable laser de Star Wars? Fue duro porque salía de estar tres meses postrado en una silla de ruedas a causa de una pierna fracturada, y espera que no pase a la fama por el bien de los niños. ¿Más preguntas? Ya no hay tiempo para más preguntas, ni para Nicolas Cage, ni para el director Pan Cosmatos (lástima, ahora que íbamos a hacérselas todas a él…). ¿Y qué tal está Nicolas Cage? Pues parece que de buen humor, porque se despide de los presentes sonriendo. ¿No se ha enfadado, pues? Pues parece que no. Misión cumplida entonces, la sobreprotección a Nicolas Cage ha sido realizada con éxito.

 

 

A partir de ahora, Diario de Cagesville

 

■ SITGES 2018

 

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