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SON OF A GUN crítica: Aprendiz de puto

Aprenda con Son of a Gun a ser un cabronazo como Ewan McGregor en diez rápidas lecciones

ROBERT THORNHILL

A ver si se ponen de acuerdo el excelentísimo gremio de distribuidores porque al final habrá que llamar a Fox Mulder para descubrir qué oscuro criterio paranormal se sigue a la hora de decidir que películas deben mantener su título original, cuáles merecen ser traducidas al idioma de Nacho Vidal, o directamente inventarse un título en un momento de inspiración a altas horas de la noche y con varias copas de más. Esto viene a colación de que Son of a Gun, lejos de ser una entrañable expresión que apuntaría a la típica película de guerra donde un joven imberbe debe empuñar un arma por primera vez, es una conocida expresión anglosajona que, hablando en plata, significa "hijo de puta", un cambio conceptual muy importante respecto al explícito que bien hubiera merecido, esta vez sí, un trabajo intelectual por parte de los imaginativos dobladores para inventarse un título que metafóricamente captase el sentido original del mismo.

El caso es que han perdido la ocasión de lucirse y con ello uno empieza a ver Son of a Gun sin ninguna expectativa clara de lo que se va a encontrar siendo el único rostro conocido el de un versátil y barbudo Ewan McGregor con cara de haberse encontrado a Darth Vader y estar a punto de sacar su espada láser. Lo cierto es que no engaña a nadie y que nunca un título ha sido tan ilustrativo de lo que se ve en pantalla, que no es más que una amalgama de todos los tipos de delincuentes que uno pueda imaginar: violadores, proxenetas, ladrones, estafadores, mafiosos, drogatas de poca monta, putitas embaucadoras… Las almas impolutas brillan por su ausencia porque aquí se trata de ensalzar la parte oscura de la Ley en que el más listo de la clase es, quién si no, el maestro jedi Obi-Wan Kenobi, que aleccionara sin suerte a Anakin Skywalker.

 

"No pienso llamarte 'padawan' hasta que no lleves un mechón en forma de coleta"

 

Pues casualidades de la vida, hete aquí que a Ewan McGregor le toca de nuevo el duro papel de convertir en un gángster de los buenos a un granujilla promesa que conoce en la cárcel con cara de gamberrete de barrio, haciéndole un máster en apropiación del bien ajeno, uso de armas y estafa a gran escala. Es el típico esquema en que un maestro protector alecciona a un jovenzuelo aprendiz guiándole por el duro y sombrío lado oscuro de la Fuerza dándole algún calvote por el camino para que no se duerma en los laureles: El color del dinero, Kill Bill, Star Wars, El golpe o Uno de los nuestros, son algunos de los ejemplos más claros donde vemos crecer poco a poco al alumno hasta que se le sube a la barba a su propio profesor de malas artes.

"El más listo de la clase es, quién si no, el maestro jedi Obi-Wan Kenobi, que aleccionara sin suerte a Anakin Skywalker"

Y esto es esencialmente Son of a Gun, una peli de tíos duros, criminales y timadores, en la que vamos pasando del atrayente trama carcelario con Ewan McGregor como cacique y cabecilla de la prisión, donde adopta a un ingenuo jovencito amenazado por unos salidos barbudos con ganas de ponerlo mirando a Cuenca, para luego cambiar de registro preparando y perpetrando un robo de esos de los grandes en una versión australiana de The Italian Job, acabando con los clásicos tiras y aflojas que se producen cuando hay tanta pasta gansa en juego. El problema de que no acabe de ser una obra redonda lo encontramos en el torpe reparto de tiempo, porque la primera parte en la cárcel es potencialmente interesante y se la ventilan en poco más de 15 minutos, dejándonos con ganas de más, y aunque la parte central dedicada al atraco nos proporcione los mejores momentos de la peli, con típicas persecuciones y personajes interesantes, el final se hace muy largo y previsible, con giros de guión que se huelen a la legua.

 

"Vuelve a confundir el Lado Oscuro con un Cuarto Oscuro y te pego un tiro"

 

Y a parte de algún secundario que resalta sobre la media (como ese guapote conductor o un traficante de armas hippie y medio loco), la verdad es que esta peli se sostiene por la credibilidad y buen hacer de Ewan McGregor, que logra lo que siempre consiguen los personajes malotes de las pelis de Tarantino o Robert Rodriguez: aunque sea un ladrón, asesino y cabronazo de los grandes, el espectador empatiza con él con facilidad con ese papel de Príncipe de ladrones en que es un hijoputa, vale, pero justo y con buenos sentimientos (¡sic!). Otra cosa es la nueva esperanza australiana Brenton Thwaites, un pipiolin guapote recién llegado a esto del cine que tiene una inexpresividad desesperante digna del mítico Steven Seagal, y aunque vaya a salir en Piratas del Caribe 5, no le auguramos mucho futuro en esto del cine a no ser que consiga enganchar alguna saga crepuscular que haga que las adolescentes empapelen sus habitaciones con su carita de niño.

Además, tampoco es que su romance en pantalla con Alicia Vikander le haya favorecido mucho, porque la morena sueca (términos en principio incompatibles) tiene una presencia en pantalla fascinadora y resalta con luz propia. Vikander es una de esas actrices de moda que a la chita callando se va haciendo una filmografía interesante; la acabamos de ver en Ex Machina, también en El séptimo hijo, y ya se habla de ella para salir en la adaptación del videojuego Assassin's Creed así como también tendrá un papel en el próximo y esperanzador Bourne. En Son of a Gun es la femme fatale de la función pero el guion no ha sido generosa con ella porque merecía más tiempo en pantalla: otra tara para una película entretenida pero que un director más atrevido como por ejemplo Danny Boyle le hubiera sacado más jugo, como hizo con la sensacional Trance.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Dos Caras Harvey

INF VNV 3

Recomendada por Kuato a: los que disfruten con los personajes sórdidos y delincuentes por vocación de Tarantino y Robert Rodriguez.

No recomendada por Kuato a: los eruditos del ajedrez, ya que por lo que se ve en esta peli, son criminales en potencia.

Ego-Tour de luxe por: ese impagable traficante con pintas de Willy DeVille que es una versión freak del Joe Pesci de JFK. Este lo ficha Tarantino fijo.

Atmósfera turbínea por: esa historia de amor tan ñoña entre los dos jovencitos de la peli, pues las musiquillas y el escaso morbo la hacen aburrida y poco excitante.

 

SON OF A GUN. Estreno en Venusville: 29/05/2015

 

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