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VULCANIA crítica: El bosque futurizado

Ciencia ficción a la española con un futuro distópico a lo El bosque shyamalano en Vulcania

RAY ZETA

Sabe mal que las apuestas arriesgadas del cine fantástico español no salgan bien. Cuando por fin nos hemos quitado de encima, al menos parcialmente, la pesada losa de la Guerra Civil, de tanto en tanto salen directores que demuestran que en el cine español se puede hacer algo más que comedias gamberras. Y eso es el cine fantástico. Alejandro Amenábar, J.A. Bayona, Jaume Balagueró y Paco Plaza allanaron el camino a los Paco Cabezas de Aparecidos, Guillem Morales de Los ojos de Julia y Kike Maíllo de Eva, títulos que obtuvieron el favor de público y crítica tras su triunfante paso por diferentes festivales, pero ay que también hay los otros, los que han sido dilapidados hasta por el hijo de la portera por su escasa calidad a pesar de su ambiciosa propuesta.

La herencia Valdemar de José Luis Alemán, Verbo de Eduardo Chapero-Jackson y L’altra frontera de André Cruz Shiraiwa son tres ejemplos del segundo grupo, al cual desafortunadamente pertenece Vulcania. Porque Vulcania es cine fantástico español tan ambicioso como fallido, tanto a nivel de guión como de producción y de puesta en escena. Y lo es empezando por su propuesta, siguiendo con sus giros argumentales y acabando con su conclusión. Una película en la que se ha querido alargar más el brazo que la manga al meterse en una historia de ciencia ficción sin tener los elementos necesarios para llegar a buen puerto, como es una producción decente y un guión que no abarque más de lo que se puede obtener dignamente.

 

Vulcania: ciencia ficción

"Tú vuelve a Física o química que yo volveré a La Riera"

 

Una sociedad ficticia situada en un futuro distópico, un pueblo en las montañas aislado del mundo exterior en el que conviven dos facciones de ciudadanos gobernados por un régimen dictatorial muy influenciado por la religión, y dos personajes que se cuestionan la palabra de sus dirigentes políticos y buscan respuestas. Ese es su argumento y esa es la propuesta de Vulcania, una propuesta ambiciosa, ya lo ven, que mezcla ciencia ficción, política, denuncia social a las clases dirigentes, y elementos fantásticos como la telequinesis metálica (mover elementos metálicos con la mente como Magneto, vamos).

Vulcania es cine fantástico español tan ambicioso como fallido, tanto a nivel de guión como de producción y de puesta en escena”

No se dejen engañar, pese a poder parecer original, el universo de Vulcania está conformado por mil y un referentes cinematográficos tan reconocibles como Patrick Stewart con peluca. Los toques de futuro distópico siguen la línea de éxitos del cine fantástico reciente como Los juegos del hambre, Divergente o El corredor del laberinto; el régimen político recuerda demasiado a otros ya vistos como los de 1984, Equilibrium o V de Vendetta (salvando las distancias, claro); y el recurso de presentar una sociedad autosuficiente aislada del mundo exterior, es clavadito a El bosque de M. Night Shyamalan.

 

Vulcania: ciencia ficción

"Si el papanatas de Kevin Smith aprendía a tener la Fuerza en Mollrats, yo no voy a ser menos"

 

Primer problema de todo ello: la pobre producción y el escaso presupuesto, que dan como resultado una puesta en escena fea y cutre como pocas. La dirección artística de El bosque se aguantaba mejor porque simulaba estar en el pasado, pero en cambio Vulcania aparenta estar en el futuro, por eso claro, situar la acción en un pueblo de índole rural sin apenas decorados no es la mejor de las soluciones. Segundo problema: un guión que aglutina demasiados conceptos sin desarrollarlos, que entre ellos se relacionan como perros y gatos en una misma habitación. Y tercer problema, una dirección basada en un ritmo pausado, pocos diálogos y largos silencios, que hacen de Vulcania una peli sosa y desangelada.

Conclusión: el espectador no se cree nada de lo que aparece en pantalla y acaba por parecerle ridículo. El presunto futuro, la descripción de la sociedad, los dos bandos de ciudadanos, los discursos de los líderes políticos, las relaciones entre los personajes y el elemento fantástico (tan forzado como un elefante en una pajarera), a pesar de las buenas intenciones de los actores, que hay muchos y muy buenos. Una auténtica lástima, como decía al principio, ya que sabe mal que las apuestas arriesgadas del cine fantástico español no salgan bien. Se ha de ser consciente del material que se tiene entre manos, y para hacer ciencia ficción ambiciosa sin presupuesto, un buen guión y talento para contarla, mejor volver a las historias de la Guerra Civil.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Condenada a alforfones

INF VNV 1

Recomendada por Kuato a: quien le gustó L’Altra frontera (lo veo difícil pero alguien habrá).

No recomendada por Kuato a: quien opine que con ¡Ay, Carmela!, El laberinto del fauno, Balada triste de trompeta y todas las de Vicente Aranda, aún no hay suficiente.

Ego-Tour de luxe por: la pericia del director de casting para conseguir un reparto de tanta envergadura. O sabe muchos secretos o regala muy buenos jamones.

Atmósfera turbínea por: que parece más un juego de rol en vivo de fin de semana entre amiguetes que una película.

 

VULCANIA. Estreno en Venusville: 04/03/2016

 

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