CAMINANDO ENTRE DINOSAURIOS crítica: El rey dinosaurión

El rey dinosaurión

El dinosaurio Patch sigue todos los pasos
de Simba menos cantar con Pumba y Timón

Por Ray Zeta

<¿Preparados para una clase de Historia Natural? ¿Para conocer los dinosaurios y animales prehistóricos que poblaron el estado de Alaska hace 70 millones de años? Adelante pues, acomódense en un pupitre, apaguemos las luces e iniciemos la proyección. Si ustedes eran seguidores pero, hace quince años, de la estupenda serie documental “Caminando entre dinosaurios”, sepan que están ante una versión infantil de ésta en forma de largometraje animado, así que no se desesperen si les tratan como si fueran niños de cinco años, que esta peli es para verla en pantalones cortos, bata escolar a modo de uniforme, mochila con pegatina de Hello Kitty, y la cara empastelada de chocolate.

Ya para empezar el profesor no es un señor de barba blanca y gafitas con estudios de tafonomía, o un paleontólogo aventurero de sombrero ancho como Sam Neill, sino un pájaro de la época actual que habla y muta por la cara en pájaro prehistórico, para explicarle a un chaval poco interesado en la prehistoria la historia de un colmillo fosilizado. Primer error de Caminando entre dinosaurios: iniciar la película con un mini-prólogo protagonizado por Karl Urban, interpretando a un paleontólogo que se lleva a sus dos sobrinos a unas excavaciones, para empalmar con la aparición del ridículo pájaro mutante (y que encima habla y va de simpático), que no hace más que acentuar negativamente el tono infantil de la obra (yo ya me hubiera levantado y me hubiera ido).

"Sabemos que eres el malo porque hemos visto Parque Jurásico"

Desde aquí en adelante, clase de Historia Natural de cómo vivían los dinosaurios del Cretácico en su entorno natural, vista a través de los ojos de una cría de Paquirinosaurio, desde su nacimiento hasta que se consolida como líder de su manada y padre de familia que asegura la perpetuidad de su especie. ¿Y cómo sabemos que el protagonista es un Paquirinosaurio, y que encima este nombre taxonómico significa “lagarto de nariz gruesa”. Fácil, porque cada vez que aparece un dinosaurio diferente, el plano se detiene y nos dicen el nombre y nos explican sus características naturales básicas a modo de ficha (¿recuerdan las presentaciones de los personajes de Acción Mutante? Pues esto es más o menos lo mismo pero sin tiros, ráfagas de metralleta o explosiones).

"Una copia descarada de El rey león. Ni de En busca del valle encantado, ni de La edad de hielo, y ni mucho menos de Parque Jurásico, como cabría suponerse por el tema"

El resto de la peli, una copia descarada de El rey león. Ni de En busca del valle encantado, ni de La edad de hielo, y ni mucho menos de Parque Jurásico, como cabría suponerse por el tema. Tanto en estructura, personajes y tono, todo es clavado al clásico animado de Disney protagonizado por Simba: nacimiento siendo el hijo del líder de la manada, primeros pasos como cría y descubrimiento del mundo (recital de monerías dedicado a los más pequeños), adolescencia y enamoramiento (sólo falta el tema “Can you Feel the Love Tonight” de Elton John), rivalidad con su hermano mayor ejerciendo de villano (en el caso de Simba era su tío Mufasa), y conversión en líder de la manada y en papá, continuando “el ciclo sin fin” (yo soy de Disney, y le pongo a Fox una demanda por plagio descarado).

"Si quieres llevarme al huerto tendrás que cantar algo de Elton John por lo menos"

¿La gracia de este Caminando entre dinosaurios, entonces? Pues si exceptuamos el ridículo prólogo y que todos hemos visto una y mil veces El rey león, que está bien hecha y a su modo bien llevada (al César lo que es del César). Realizada totalmente por ordenador con la última tecnología digital, los resultados son absolutamente excepcionales, tanto en los animales prehistóricos (de los que no salen poca variedad, cada uno con un tratamiento personalizado, por lo que el trabajo de documentación ha tenido que ser también de órdago) y en sus movimientos, como en la fotografía de los paisajes naturales, que corta la respiración, quita el hipo y es para mear y no echar gota. Si con cada película de animación se da un paso adelante en cuanto a técnica animada se refiere (en Enredados fue con la cabellera de Rapunzel, y en Frozen. El reino del hielo ha sido con la nieve), en Caminando entre dinosaurios es todo lo que sale a la vez.

Así que Steven Spielberg lo tiene verdaderamente difícil para sorprendernos técnicamente con el cuarto episodio de Parque Jurásico que está pre-produciendo en estos momentos, tanto por la dificultad de introducir criaturas prehistóricas que no hayamos visto, como para animarlas en un entorno real (en ese aspecto Caminando entre dinosaurios lo tiene más fácil porque no deja de ser una película de dibujos, ya que las digitalizaciones de hoy en día, desde el Gollum a cualquier película con actores rodados con la técnica de captura de imagen, aún parecen dibujitos). Así que más le vale currarse una historia con gancho, tratamiento adulto y violencia, porque para crías de dinosaurio haciendo monerías como animalitos de Walt Disney excepcionalmente animados, ya tenemos Caminando entre dinosaurios./>

INFORME VENUSVILLE

		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey



		Recomendada por Kuato a: padres que quieran instruir a sus hijos en Historia Natural ahorrándose la entrada de aburridos museos.

		No recomendada por Kuato a: quien espere ver a Peter Stormare siendo devorado por pequeños dinosauritos cabroncetes.

		Ego-Tour de luxe por: la animación en general. Disney, Pixar y DreamWorks se lo tendrán que currar muy-mucho a partir de ahora para estar a la altura.

		Atmósfera turbínea por: el ridículo prólogo del pájaro parlanchín. No se lo perdonaré a Karl Urban hasta que no haga *Dredd 2*.