ARRIETTY Y EL MUNDO DE LOS DIMINUTOS crítica: Pequeños seres bondadosos

Pequeños seres bondadosos Imagínense a los Diminutos a la japonesa: sin orejas puntiagudas, sin cola, y con la cara de Heidi y Marco Por Mr. Moore

<Última producción gestada por el niponés Studio Ghibli de Hayao “Shogun” Miyazaki, con dirección de un tal Hiromasa Yonebayashi (no tengo el gusto, no…) y guión del primero, aunque basado en la novela fantástica “Los incursores” de Mary Norton. ¿Y que podemos esperar? Pues lo de siempre, una animación clásica exquisita y colorista marca de la casa; pausada, con tempo, sin apenas elipsis (todo lo que ocurre se muestra paso a paso, aunque sea el proceso de bajar de un coche y descargar unas maletas) y una historia cuca y bonica. Pero ah, amigos, esto es como en el valor en la mili, al Studio Ghibili eso ya se le supone. Y aqui es donde empiezo a rajar...

   Seamos sinceros, Arrietty y el mundo de los diminutos – que tócate los cojones con el titulito; la versión original se titula “The Borrower Arrietty” (La incursora) y le viene muchísimo más al pelo- es una película simple, con narrativa clásica abc (aburrida) con desarrollo calmado (lento) y con unos (pocos) personajes planos sin apenas capas; a diferencia de producciones de la casa como El viaje de Chihiro, donde Miyazaki nos dejaba exhaustos (pero entusiasmados)  ante la gran cantidad de personajillos que iban deambulando por el balneario fantasmal.

"Te equivocas, los que volaban en un pájaro no eran los Diminutos sino Belfy y Lillibit"

   Además Arrietty adolece de una falta de sorpresa constante. No hay giros de guión, no hay nada de qué sorprenderse, como comentábamos todo se nos muestra y eso deja el suspense en igual o menor a cero. ¿Qué más da que una de los retacos sea capturada si sabes que en la escena siguiente la van a rescatar sí o sí, y hasta sabiendo cómo?  Lo único que puede llegar a hacernos cierta gracia de la peli es ver la adaptación de nuestros enseres cotidianos (una aguja, una bobina de hilo) al hogar y la vida diaria de estos pequeños cabrones, aunque eso ya lo viéramos en la serie animada ochentera Los diminutos o en la propia trilogía de Toy Story e incluso con más enjundia.

   Aparte de todo esto, el film se acerca peligrosamenta a la ñoñería, con el coprotagonista de la propia Arrietty (un niño japonés con problemas cardíacos como si del Julian Ross de Campeones se tratase) al que dan ganas de darle un sopapo a ver si se le quita la tontería y la pusilanimidad que arrastra el jodido. Y es que producciones anteriores como Porco Rosso, Mi vecino Totoro o la comentada anteriormente El viaje de Chihiro, eran sentimentales, sí, tocaban, sí, pero no caían en lo ñoño, y qué cojones, eran diez veces más divertidas, con multitud de escenarios, diferentes parajes, etc.

"Julian Ross jugaba en el Mambo... Yo soy del Hot Dog de toda la vida"

   En cambio en Arrietty todo ocurre en una casa pairal japonesa de las afueras y de ahí no nos movemos. Además es una película sin malos ni buenos, no hay una Yubaba, no hay un Donald Curtis (el aviador yankee, némesis de Porco Rosso), como mucho está Haru, una críada metomentodo y tocapelotas, y eso quita mucho empaque al meollo, porque no ves ninguna amenaza seria para nadie en ningún momento.  Y eso aletarga.

   Creo que ha quedado clarinete y diáfano que en mi humilde opinión es una de las películitas más flojitas junto a El castillo ambulante (como me aburrí con esa, válgame Dios) del estudio Ghibli. Esperemos que retomen el buen rumbo de antaño, Miyazaki nos oiga, y por fin nos estrenen (hay fuertes rumores que apuntan a ello) la segunda parte de Porco Rosso...  ¿Se leerá esta puñetera web en Japón? Esperemos que sí. Otra cosa es que la entiendan./>

INFORME VENUSVILLE
		Sentencia Quaid: Dos Caras Harvey
		Recomendada por Kuato a: los que odiaban Dragon Ball porque todo pasaba muy deprisa. Aqui todo va más lento que el balón de Oliver y Benji al entrar en la red.
		No recomendada por Kuato a: los que disfruten con un anime más cruento (Urotsukidoji, Ninja Scroll) o directamente gamberro como One Piece.
		Ego-Tour de luxe por: la incursión de Arrietty por la ventana a lo Bruce Wayne disfrazao.
		Atmósfera turbínea por: que Haru no sea una psicópata, perforadora en mano, al estilo de los granjeros de Fantástico Mr.Fox.