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BIG BAD WOLVES crítica: Los tres lobitos

Israel versiona el cuento con tres lobos feroces torturando a un lindo cerdito a golpe de soplete

SAPO

Parece que la tierra bíblica de Israel es hoy, como antaño, un hábitat al que los lobos feroces se adaptan perfectamente. A tenor de la historia contada por el dúo Keshales y Papushado, largamente aclamada y premiada en el pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, esos seres malignos y despiadados se mueven a sus anchas por esos parajes bajo una falsa apariencia de normalidad. Los hay en el profesorado que deslizan hacia la pedofilia criminal; los hay, corruptos y rastreros, en la policía; los hay en los cabeza de familia de cualquier hogar respetable. Habitualmente se mueven como lobos solitarios, pero cuando el azar de la vida los junta en una jauría acorralada, acaban por devorarse los unos a los otros. Precisamente eso es lo que les ocurre a los tres protagonistas de Big Bad Wolves: el padre de una niña brutalmente asesinada y mutilada, el policía que está siguiendo la pista de ese crimen, y el de otras niñas, y el profesor de religión que presuntamente se halla tras esa serie de asesinatos.

Y es que en Israel no se andan con chiquitas para lograr los objetivos. El hecho de que la mayoría de jóvenes deban cumplir tres años de servicio militar en situación permanentemente prebélica con el entorno árabe debe marcar mucho. ¡Ríete tú de las historias patrias de la puta mili! En la película todos parecen muy avezados en el arte de la tortura como método de sonsacar información. Desde la medicina de tortazo con guía telefónica hasta la aplicación del serrucho oxidado, se conocen toda una panoplia de lindezas coercitivas y no dudan en aplicarlas. Para ver la película hace falta chubasquero para protegerse de la lluvia de sangre. No viene mal el paraguas pues, de tanto en tanto, ya que las salpicaduras podrían manchar a los espíritus sensibles.

 

"Si Hugh Jackman hace lo mismo en Prisioneros, nosotros no íbamos a ser menos"

 

Para más inri, el idioma hebreo tiene una sonoridad de gran dureza. En simples conversaciones no se sabe si los personajes están cabreados o van de coña, y cuando realmente se ponen cafres no les hace falta alzar la voz para infundir miedo y respeto. Esta misma historia contada en una lengua dulce no sería lo mismo. La psique y la voz israelí se adaptan perfectamente al género del thriller.

"Desde la medicina de tortazo con guía telefónica hasta la aplicación del serrucho oxidado, se conocen toda una panoplia de lindezas coercitivas y no dudan en aplicarlas"

Sin embargo, la película está muy bien construida para que esa atmósfera brutal, trufada de situaciones escabrosas, no lo condicione todo. Se consigue que la tensión siempre vaya in crescendo pero a la vez el comportamiento cínico, en especial del policía, permite algunos momentos de comicidad que permiten tomar aliento para lo que venga a continuación. En especial la relación del poli con sus compañeros de trabajo, ciertamente caricaturizada, permite escenas brillantes como la del inspector jefe acompañado de su hijo reprimiéndole sus deslices fuera de la legalidad. Además, los directores y guionistas consiguen introducir unos giros argumentales inesperados que son la guinda de la historia.

 

"Y ahora la tortura más cruel: ponerle seguida toda la filmografía de Uwe Boll"

 

También la composición de los personajes y la interpretación de los actores evitan que la película caiga en el ridículo y el absurdo. A pesar de que las situaciones son extremas, te resultan creíbles y la trama te atrapa. Más aún, los directores juegan con el equívoco en todo momento para intensificar esa sensación. El malo pedófilo se nos muestra con cara angelical aunque turbadora. El padre vengativo, carcomido por la culpa, aparece como un psicópata despiadado. En cambio, el policía pasado de vueltas, sí que luce la pose fachenda que le corresponde.

Por último destacar que los autores hayan querido incluir alguna referencia al conflicto entre palestinos e israelíes. En ellas se muestra el abismo mental y social que separa a ambos pueblos. La casa donde sucede gran parte de la acción es discreta porque se halla en zona de aldeas árabes, el vecino palestino se mueve a caballo por los caminos mientras los otros llegan y se van en coche. Si ya lo dicen a los niños: nunca aceptes caramelos de desconocidos a la salida del colegio. En Israel parece que los pedófilos han dado un paso más allá y ofrecen directamente pasteles de cumpleaños narcotizados, con las velas y todo.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Copas de yate

INF VNV 4

Recomendada por Kuato a: los amantes de descubrir cine de latitudes exóticas que no teman mancharse de sangre en el intento.

No recomendada por Kuato a: los que sólo entienden el thriller en formato made in Holywood, bien edulcorado.

Ego-Tour de luxe por: el personaje del padre del vengador que le da la vuelta a todas las previsiones que su aparición hacía presumir.

Atmósfera turbínea por: el ínfimo impacto físico que la tortura deja en el supuesto asesino, pues tras cada aplicación el típico alarido, una mínima hemorragia y como nuevo. Su capacidad de recuperación es tan sorprendente como irreal. 

 

BIG BAD WOLVES. Estreno en Venusville: 24/05/2014  

 

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