LA SAGA CREPÚSCULO: AMANECER (PARTE 1) premiere española: Entre vampiritos y lobitos

Entre vampiritos y lobitos

Robert Pattinson y Taylor Lautner dejan a Kristen
en casa y lucen sus garras y colmillos en Barcelona

Por Ray Zeta

<Barcelona, 17.11.11. ¿Quién dice que los vampiros no se reflejan en las fotografías? Para desmentir dicha leyenda se agolparon en la premiere de Barcelona del nuevo episodio crepusculero Amanecer (Parte 1) más de 10.000 fans (apenas 1000 según la Guardia Urbana), algunas de ellas esperando desde dos días antes para coger un buen sitio desde el cual pedirles a gritos un hijo a Robert Pattinson y a Taylor Lautner (el colmillitos y el lobito para los amigos), los dos protagonistas que asistieron al evento acompañados del director Bill Condon (Kristen Stewart debió quedarse en casa cuidando de su recién nacido bebé).

Photocall, alfombra roja y encuentro con las fans, todo en el mismo pack como el aceite Tres en uno en un acto que desató la locura de las presentes como si Elvis Presley, John Lennon y Michael Jackson hubieran resucitado y se hubieran unido para ofrecer un concierto benéfico. Más incluso, pues si en las últimas ediciones del Festival de Sitges ya se colapsó el pueblo por la invasión masiva de fans que asistieron para ver a actores de la saga tan secundarios que tienen mínimo o nulo papel (Jamie Campbell, Kellan Lutz o Boo Boo Stewart), imagínense aquí con la presencia de los protagonistas.

Ganadoras del concurso de pancartas organizado por el Diario de Venusville

Fans de todos los tipos, tamaños y colores para todos los gustos. Rubias, morenas, pelirrojas, altas, bajitas, gordas, flacuchas… Como si de un catálogo otoñal de pre-adolescentes se tratara. Todas provistas de fotos, carátulas y postales con que recoger el autógrafo de sus ídolos, y todas con el mismo pito de voz ensordeciendo el ambiente a base de histéricos gritos que competían en intensidad con el alarido hipohuracanado de Pepe Pótamo. Bueno, todas menos un grupito de cinco chicas que presentaban una pancarta en la que se podía leer que llevaban 48 horas allí, y que me llamaron la atención porque a diferencia del resto de presentes no sujetaban fotos o carátulas sino ejemplares de la novela de Stephenie Meyer en total silencio, mientras esperaban pacientemente con la más absoluta tranquilidad.

Robert Pattinson y Taylor Lautner, por su parte, iban jugando a ser los chicos buenos y los yernos perfectos que toda mamá querría para su niña, vestidos con unos trajes de lo más recataditos (nada de ropas horteras como las que nos tiene acostumbrados por ejemplo Johnny Depp), y posando para los fotógrafos haciendo ver que se sentían abrumados por la expectación generada.

"Todas ensordeciendo el ambiente a base de histéricos gritos que competían en intensidad con el alarido hipohuracanado de Pepe Pótamo"

Pattinson, aparentando más edad de la que parece en las películas, tocándose cada dos por tres su presuntamente desaliñado peinado (qué se juegan a que debió tardar al menos una hora para conseguirlo) con gestos más que estudiados; Lautner, más natural, limitándose a sonreír con la expresión pícara de un niño que acaba de cometer una travesura. Quizás porque los últimos sondeos le sitúan a él primero en cuanto a popularidad.

Y mientras, en la zona reservada para la prensa, flashes y más flashes entre los gritos de las fans, e idas y venidas a paso rápido para probar todos los ángulos posibles, hasta que siguiendo las instrucciones de la Organización, el colmillitos y el lobito pasaron a recorrer la alfombra roja atendiendo a los medios que esperaban a pie de pista micrófono en mano, para responder a preguntas tan interesantes como “qué se siente al tener este recibimiento” o “qué es lo que más te gusta de España”, entre flashes, más flashes, cabezas, más cabezas, y los gritos ensordecedores permanentes del público, que parecía estar ya al borde del colapso. “Sácame al hombre lobo, al vampiro no, al hombre lobo”, le ordenaba una reportera de TVE a su cámara… “¡True Blood! ¡True Blood!”, coreaba sin éxito el Homo APM…

El club de las crepusculares muertas

Hasta que ya, por fin, firma de autógrafos y fotos improvisadas con las legiones de fans agolpadas tras el vallado. Autógrafos en fotos, autógrafos en carátulas y autógrafos en postales (y si ninguna se sacó las bragas es porque estaban tan apiñadas que apenas podían moverse), y fotos con cámaras digitales y móviles. ¿He dicho antes que sus gritos competían con el alarido hipohuracanado de Pepe Pótamo? Pues en esos momentos el griterío general dejaba al alarido hipohuracanado de Pepe Pótamo a la altura del gemido de un chihuahua. Autógrafos y fotos con Robert Pattinson, autógrafos y fotos con Taylor Lautner, y autógrafos y fotos con el director Bill Condon y con el productor Wyck Godfrey aunque no tuvieran ni crepusculera idea de quién eran estos dos últimos (con estar relacionado con la palabra "crepúsculo" basta).

Y así un más que generoso rato hasta que se los llevaron. Duración total del triple acto: 45 minutos. No está mal, teniendo en cuenta que las recomendaciones en casos de que se sobrepasen los niveles auditivos permitidos son que el tiempo de exposición no exceda los tres minutos…

Por cierto, las chicas de las novelas consiguieron que ambos protas se las firmaran./>