Categorías

CRÍMENES DEL FUTURO crítica: Carne refrita

Viggo Mortensen ejerce de performer charcutero en el nuevo futuro ideado por David Cronenberg

CHEMA PAMUNDI

Que no nos engañe el nombre de David Cronenberg debajo del título, los seis minutos de ovación que recibió en su pase del Festival de Cannes, ni la oleada de críticos que van a usar términos como “catártica”, “hipnótica” o “provocadora”, para tratar de vendernos que Crímenes del futuro es otra cumbre cinematográfica del maestro del horror corporal. Ni caso. Me apuesto doble contra sencillo a que buena parte de quienes se dejaron las manos aplaudiendo en Cannes o de los que la han puntuado con cinco estrellas en sus críticas, preferirían hacerle la ortodoncia a un tiburón blanco que pasar otros 107 minutos volviendo a ver semejante murga.

Porque sí, amiguitos, de la misma manera que cabe celebrar al autor que nos ha dado maravillas como Vinieron de dentro de, Inseparables, La mosca o Crash, y que inventó con Videodrome el concepto de “la nueva carne” (la sublimación del cuerpo físico, ya sea mediante la hipersexualidad, las mutaciones o la simbiosis con lo tecnológico, para alcanzar estados elevados de conciencia y placer), no queda otra que reconocer que su producción reciente, desde Cosmopolis, pasando por Maps to the Stars y desembocando en esta Crímenes del futuro es lo que, usando un lenguaje lo más técnico y preciso posible, cabría catalogar como un ladrillo de tres pares de cojones.

 

"No veas más Los anillos del poder, que sabes que te sienta mal"

 

La acción de Crímenes del futuro se desarrolla en un futuro cercano indeterminado, en el que el cambio climático ha convertido la tierra en un lugar semidesolado y reseco, al tiempo que la humanidad ha evolucionado gracias a la creación de órganos artificiales que le han permitido erradicar el dolor y numerosas enfermedades. En este distópico entorno se mueven una serie de pintorescos personajes: el que centra nuestra atención es Viggo Mortensen, un mutante que sufre de “síndrome de evolución acelerada”, lo que significa que su cuerpo genera espontáneamente órganos que no necesita y cuya función es desconocida. Mortensen se gana la vida como “performer” de éxito en un show extremo a medio camino entre el sadomasoquismo, el arte de vanguardia y la charcutería, en el que su compañera Lea Seydoux le extirpa dichos órganos y les graba tatuajes, entre los aplausos y los “¡Ah!, ¡Oh!” del público.

“No queda otra que reconocer que Crímenes del futuro es lo que, usando un lenguaje lo más técnico y preciso posible, cabría catalogar como un ladrillo de tres pares de cojones”

Crímenes del futuro se ha desarrollado a partir de “Painkillers”, un viejo guion del director canadiense al que empezó a dar vueltas a finales de los 90, tras rodar eXistenZ, pero que acabó abandonando por pura pereza. En aquel entonces, los intereses temáticos de Cronenberg se estaban alejando poco a poco del body horror de sus inicios y prefirió destilarlos de manera más sutil por otros derroteros, como el drama psicológico de Spider y Un método peligroso, o el cine negro de Una historia de violencia y Promesas del este. Hoy, tres décadas más tarde, ha retomado ese proyecto descartado y le ha dado forma definitiva. Tristemente, visto el resultado se diría que lo ha hecho más por volver a su zona de confort y aprovechar un material que ya estaba medio hecho, que porque tuviera algo interesante y nuevo que aportar a un asunto del que ya lo ha dicho todo.

 

"Pues que sepas que J.A. Bayona ya está preparando la continuación"

 

Se podría hacer la vista gorda a la puesta en escena ciberpunk de mercadillo, el ritmo comatoso, la narrativa visual telefílmica o los diálogos pretendidamente filosóficos pero en realidad masturbatorios y huecos (“La cirugía es el nuevo sexo”; ok, colega, hazte una camiseta con la frase…), pero es que ni la trama, ni los personajes, ni las bienintencionadas ideas que transmite (que el cambio climático no mola, que los políticos nos engañan, que vivimos vidas artificiales…), tienen una mínima tensión que logre hacerte salir del encadenado de bostezos. Lo único que mantiene al espectador por encima del umbral del sueño son las interpretaciones de Viggo Mortensen y Lea Seydoux. Ambos aportan la energía malsana y el cinismo necesarios para hacer creíbles a unos personajes que, no obstante, lucen desaprovechados y algo unidimensionales.

Que nos produzca indiferencia una película en la que matan a un niño, en la que vemos a un bailarín con la boca y los ojos cosidos y el cuerpo lleno de orejas implantadas, o en la que se atraviesa una y otra vez la carne del protagonista con todo tipo de artilugios punzantes, da una idea de hasta qué punto Crímenes del futuro es seca, anodina y desganada. Tampoco es que vaya a hacer ningún daño al legado de David Cronenberg, autor que se ha ganado una plaza vitalicia entre los más grandes renovadores del fantástico del último medio siglo. Pero, exactamente por eso, intentar equipararla con sus piezas mayores es injusto y erróneo. Lo mejor que podemos hacer con ella es olvidarla rapidito (no será difícil) y volver a ver Videodrome para quitarnos el sabor amargo.

 

INFORME VENUSVILLE

Venusentencia: Congelada en carbonita.

INF VNV 2

Recomendada por Kuato a: fans completistas e incondicionales de Cronenberg que estén dispuestos a justificarle cualquier tocho.

No recomendada por Kuato a: quien espere que Crímenes del futuro sea un retorno al Cronenberg transgresor y lúcido de los 80 y 90.

Ego-Tour de luxe por: la escena inicial en la que vemos a un niño comiéndose un cubo de plástico, único momento en el que Cronenberg logra transmitir cierta sensación de incomodidad. Quizás por ser precisamente un prólogo que genera altas expectativas, lo que viene a continuación resulte tan decepcionante.

Atmósfera turbínea por: una Kristen Stewart perdidísima, que parece haberse quedado encallada en los mismos tics afectados que desplegó encarnando a Lady Di en Spencer (esas “micromuecas”, ese lenguaje corporal tieso, ese hablar en susurros soltados a trompicones…).

 

CRÍMENES DEL FUTURO. Estreno en Venusville: 23/09/2022.

 

Facebooktwittermail

No hay comentarios

Agregar comentario