DESTINO FINAL artículo: Guía de supervivencia

Guía de supervivencia

Consejos y recomendaciones al estilo Max Brooks
para torear a la Muerte, totalmente inútiles e inservibles

Por Beto

Si no queda satisfecho con los consejos no le devolvemos el dinero

<No es que queramos ser pesimistas, pero es que amigos, si se ven envueltos en algún embrollo con la Muerte y por el motivo que sea se libran de palmarla en contra de su voluntad lo tienen más crudo que Ken Watanabe cuando katana en mano se enfrentó a los fusileros japoneses en El último samurái. Aún así, les daremos una serie de consejos para que puedan eludirla (o al menos lo intenten), al estilo de Max Brooks en su aclamado libro “Zombi - guía de supervivencia”. Si la cosa no resulta les queda el consuelo que no se tendrán que gastar los 15 euros de turno que cuestan los manuales del señor Brooks. Vamos allá.

Cuidadito con los viajes

Como la Muerte nunca hace vacaciones se pilla un cabreo de tres pares de cojones cuando la people se marcha de viaje, así que mejor eludir trayectos en avión, en coche e incluso utilizar el transporte público (el metro es mortal en Destino final 3 y el autobús en Destino final 5). De hecho, hasta el tren es malo… sin llegar a subirse a él, y si no, que se lo pregunten a Sean William Scott, que en la primera parte de Destino final es decapitado por una cuchilla tirada en la vía que es impulsada por el paso de un tren hacia su pescuezo.

Lo mejor es ir a patita y aún así corres el riesgo de que te caiga un ladrillo en la cabeza (¿no es cierto, Devon?) o que un camión despistado te aplaste contra el suelo como si fueses el Coyote del Correcaminos, tal y como sucede al final de la primera entrega.

¿Hogar dulce hogar?

Pues va a ser que no. Si no podemos bañarnos por el riesgo a ahogarnos con la cortina del baño, o no podemos encender la cocina por temor a que vuele la casa por los aires, mejor hacerse homeless y dormir al raso. ¡Si hasta la barbacoa de toda la vida decide cambiar los filetes tradicionales por nuestro cuerpo serrano y nos puede carbonizar cual churrasco gigante!

No pierdas la cabeza

De toda la anatomía humana la Muerte tiene predilección por la zona ubicada entre el pelo (quien lo tenga) y el cuello, y se las ingenia para hacernos perder la misma de formas bien diversas, ya sea porque un ascensor nos decapite, o porque un tubo de PVC incrustado en nuestro vehículo nos abra un agujero nuevo en medio de la cara.

Con suerte puedes llegar a mantener la cabeza sobre los hombros… aunque no te sirva de nada, ya que una revisión ocular rutinaria puede acabar quemándote la vista y mandarte al otro mundo en menos que canta un gallo, o bien que la muerte juegue a hacer bricolaje con tu cabeza y te agujeree la cabeza con una pistola de clavos.

Entretenimientos, los justos

Si hemos dicho que a la Muerte no le gusta que viajemos, menos le gustará que nos lo pasemos bien. Y si no, sólo hay que ver la escena inicial de DF3, con una montaña rusa que va lanzando cuerpos como si se tratase de un tiro al plato, o ver lo mal que lo pasa la gente que decide ver una carrera de Nascar en la cuarta entrega cuando los bólidos descarrilan y se estampan contra el público. Yo me dedicaría a hacer crucigramas y punto, aunque cuidadito con el bolígrafo…

Hacer deporte es malo para la salud

Y si no que se lo pregunten a la gimnasta de la quinta entrega, que mientras hace ejercicios sobre una barra es cegada por el polvo de magnesia que accidentalmente hace caer una compañera suya, y acaba doblada como un naipe con las piernas encima de la cabeza. Desde la redacción de Venusville aconsejamos que el único deporte que se practique sea el levantamiento de vidrio (preferentemente de jarra de cerveza).

Mejor blancos como la leche que carbonizados

Sin duda alguna, la muerte más cachonda de todas las vistas hasta el momento y en la que vale la pena extenderse más: en Destino Final 3 dos tías macizas están tomando una dosis de rayos UVA en dos cabinas horizontales, cuando el vaso de bebida de una de ellas se descongela al estar cerca del regulador de calor, lo que provoca que empiece a gotear y que estropee la máquina, que empieza a generar más calor.

Las muchachas intentan salir, pero una serie de elementos de la habitación empiezan a moverse con un efecto dominó causado inicialmente por un teléfono móvil, dando como resultado que queden atrancadas por una repisa en sus respectivas cabinas sin poder salir mientras se van achicharrando hasta quedar hechas carbonilla. A no ser que seas la Antorcha Humana, desaconsejamos este tipo de bronceado vistos los resultados./>